VALÈNCIA. Compromís se compone oficialmente de tres patas: Bloc, Iniciativa y Verds-Equo. Así fue como se diseñó una coalición que, con el tiempo, superó las expectativas sociales, políticas y electorales hasta romper todas las previsiones -incluidas las propias- alcanzando 19 escaños en las elecciones autonómicas de 2015 y alcaldías tan importantes como la de València.
En ese proceso de crecimiento, que se fraguó principalmente a partir de 2011 cuando se consiguió la entrada en Les Corts con seis escaños, Compromís entendió que muchas personas acudían a sus sedes para afiliarse a la coalición sin ninguna intención de formar parte de los tres partidos que habían construido esas siglas de éxito. De esta manera, nació la figura de los adheridos que, posteriormente, pasaron a denominarse Gent de Compromís: una especie de colectivo que inicialmente fue muy bien recibido en la coalición pero cuyo encaje, con el paso del tiempo y su lógico crecimiento, empezó a preocupar a las fuerzas políticas fundadoras.
Ahora, Gent de Compromís, que eligió a Víctor Arroyo (Godella, 1984) como coordinador general el pasado mes de julio, exige con firmeza su espacio en la coalición. En el último año, han redactado un manifiesto -que firmaron más de 550 militantes- y han reivindicado por tierra, mar y aire su intención de participar de la vida interna y externa de la coalición en igualdad de condiciones. A su juicio, están siendo arrinconados y vetados por las tres fuerzas políticas dominantes y por ello prometen batalla: "Estamos hartos de pagar y callar", sentencia Arroyo, quien asegura que uno de los pasos que ya se plantea desde este colectivo es que los cargos electos y militantes de Gent de Compromís dejen de pagar las aportaciones y cuotas a la coalición.
-¿En qué situación se encuentra Gent de Compromís ahora mismo en relación a la dirección de la coalición?
-A la nueva dirección de Gent nos eligieron en julio y en septiembre empezamos a trabajar en el proyecto de cómo funcionar. El plan A es funcionar de manera oficial solicitando que nos den acceso online al Espai Compromís, poder enviar correos a la militancia, que nos hagan partícipes de las ejecutivas y del resto de órganos... etcétera. Luego tenemos un plan B que es funcionar de forma alternativa. A mediados de septiembre nos reunimos de forma extraoficial con el Bloc y Verds-Equo y entendimos que podía haber algún avance. Paralizamos un poco el asunto e incluso después, hace un mes, nos llegamos a encontrar también de forma extraoficial con una persona importante dentro de Iniciativa, en una cita que nos pareció productiva. Pero lo cierto es que planteamos una propuesta y un mes después no hemos tenido noticias y ni siquiera se nos responde a los mensajes. Lo que no estamos dispuestos es a llegar a 2018 sin noticias y que ya empecemos con las primarias, precampaña etcétera... porque ya no será el momento de hablar de nuestro encaje. Así que hemos decidido reactivar el plan B y pasar a la acción de funcionar de forma extraoficial para generar una comunicación con nuestra gente en las comarcas. Hemos creado nuevos colectivos como el de Alicante, que se suma al de València ciudad, La Ribera, La Marina, Alcoià y en breve La Safor-Valldigna y en Castellón estableceremos también uno o dos. Nuestra gente tiene que saber lo que estamos haciendo.
-¿Cómo califica el resultado de sus negociaciones en este tiempo?
-De palabra se nos han dicho cosas que parecían avances, pero ya son tantas veces las que nos han dado esperanzas y luego han quedado en nada que ya no vamos a esperar más.
-¿Y qué paso piensan dar desde Gent de Compromís?
-Nuestra idea es que la gente se manifieste públicamente y cada uno de los adheridos suscriba específicamente que pertenece a Gent de Compromís. Desde las tres patas siempre se nos dice que nosotros no representamos a los 800 adheridos, así que queremos que la gente diga explícitamente que forma parte de Gent de Compromís. Su argumento nos parece un poco pueril, porque tampoco va todo el mundo a las asambleas del Bloc o de Iniciativa, pero aún así, como parece que no les vale lo que les digamos, vamos a intentar que los militantes se manifiesten concretamente sobre esta cuestión y que por lo menos vean que hay mucha gente que apoya nuestros argumentos.
-A día de hoy, Joan Ribó es coportavoz de Compromís y también es, de alguna manera, el referente para la coalición de Gent de Compromís, pero ustedes no están de acuerdo.
-Ahí existe una especie de vacío. Ribó es coportavoz de Compromís porque la coalición lo ha nombrado como tal y sobre eso no tenemos nada que decir, pero lo que no tenemos nada claro, y más bien rechazamos, es que actúe como representante de Gent de Compromís cuando no se presentó a las asambleas donde se eligieron a los cargos al considerar que estos procesos no eran legítimos. En resumen, cuando ellos venían y lo controlaban todo era válido, cuando Gent creció y dejaron de controlarlo, entonces ya no valía.
-Entonces, para ustedes, Ribó es un militante de base dentro de Gent de Compromís...
-Sí. A ver, cuando crece la afiliación es lógico que se abran las vías de participación. Los que estamos en Gent somos los que creemos que el futuro de Compromís está en la marca. Cuando las personas vienen a afiliarse, en general predominan los que quieren afiliarse a la coalición, no a los partidos. Creemos que esto es una virtud y nosotros estamos dispuestos a contribuir a eso. A nosotros se nos acusó de querer sustituir a Ribó y simplemente es que él no quiso presentarse.
-¿Y si hay una Ejecutiva ustedes acuden?
-No, porque no nos avisan. De hecho, la semana pasada hubo una según he leído en la prensa y no fuimos porque nadie nos dijo nada. Si nos enteramos de que se ha convocado, mi compañera Merche García y yo como representantes de Gent sí acudimos. Entonces nos dejan participar con voz pero no con voto.
-¿Quiere decir que hay una ejecutiva y no se lo comunican?
-Exacto. Oficialmente no. De cualquier manera esto se engloba dentro de la forma de funcionar de Compromís: en esa Ejecutiva no se vota nada, viene todo decidido de una permanente en la que está todo pactado ya aunque ni siquiera se reúna. Las cosas se acuerdan entre dos, tres personas, se pactan y luego ya se convocan los órganos.
-Por ejemplo la ejecutiva de días atrás para decidir la posición sobre el cupo vasco...
-No estuvimos, no lo sabíamos.
-De las tres patas oficiales de Compromís, ¿sienten que hay alguno de los partidos que ponga más palos en las ruedas a su inclusión?
-Siempre nos ha dado la sensación de que la gente del Bloc era más favorable a Gent pero luego también hemos visto que no ha puesto la mano en el fuego por nosotros. Así que te generan una expectativa que luego no se cumple. Iniciativa siempre han sido claros en decir que nosotros no entramos en su esquema y no tenemos derecho a participar como un grupo. Es negativo y frustrante pero ya sabes lo que hay. No todo el mundo es así, de hecho la reunión que tuvimos hace un mes ya digo que no fue decepcionante, pero con otros el acercamiento es y ha sido imposible.
-Bueno, usted se ha quejado públicamente de Pasqual Mollà, uno de los fundadores y referentes de Iniciativa.
-Sí bueno, ahí las puertas están totalmente cerradas. Nuestra solución debería pasar por otro tipo de personas imagino que más cercanas a Mónica Oltra.
-Algunos dirigentes de Iniciativa esgrimen en privado que la mayoría de Gent de Compromís simpatiza con el Bloc y eso podría generar un desequilibrio interno. ¿Es cierto?
-El colectivo de Gent es muy heterogéneo. Yo mismo en según qué cuestiones puedo estar más cerca del Bloc, de Iniciativa o de Verds. No creo que deba ser un problema, sino un valor. Tenemos un poco de todos y podemos ayudar a encajar posturas comunes.
-¿Pero ustedes tienen posiciones políticas propias? Por ejemplo, ¿qué opina del rechazo al Cupo vasco?
-Gent de Compromís no pretende ser un instrumento para marcar una línea política porque no es ni quiere ser un partido. Nuestra postura es la que marque Compromís. Nuestra única finalidad es hacer más fuerte a la coalición, generar foros de debate y punto. De hecho, siempre hemos rechazado internamente esa posibilidad de avanzar para ser un partido.
-Entiendo que Gent se posicionará a favor de unas primarias abiertas...
-Sí, a falta de que llegue ese debate, estaremos por las primarias abiertas y sin cuotas. Otra cosa es que si las tres patas acuerdan cuotas, también queramos formar parte.
-¿Ha pensado alguna vez que podrían salir de Compromís por la falta de entendimiento?
-Nunca se ha planteado salir de la coalición porque nos creemos Compromís. Eso no quiere decir que no hayamos pensado en otras medidas que, de hecho, nos estamos planteando. Especialmente económicas.
-¿Que los cargos electos dejen de ceder la correspondiente parte de su sueldo a Compromís quizá?
-Por ejemplo. Aportaciones de cargos y también cuotas de militantes. Ya hubo una asamblea de cargos electos en julio a la que vinieron prácticamente la mitad y se acordó enviar una carta pidiendo explicaciones a Compromís. En semanas o días nos volveremos a reunir para decidir si dejamos de pagar esa aportación y en la fase siguiente, consultar a los militantes si están de acuerdo en que dejemos de contribuir de esa manera a la coalición así como para dejar de abonar las cuotas.
-¿De cuánto dinero estamos hablando?
-Depende de cuántos se sumen a esto. Pero bueno, tenemos a tres diputados autonómicos, una concejal en el Ayuntamiento de València, también en Castellón y en Alicante, el alcalde de Alzira... todos ellos realizan aportaciones mensuales a Compromís de cientos de euros, además de la cuota anual (75 euros) que aporta cada militante de forma anual. Si finalmente la decisión se confirma, todo dependerá de cuántos se adhieran a la medida, pero calculamos que la coalición dejará de ingresar entre 50.000 y 80.000 euros al año.
-¿Cree que Compromís debe buscar un acuerdo con Podemos para las autonómicas?
-Creo que puedo afirmar sin miedo a equivocarme que en Gent de Compromís, y pienso que también en el resto de coalición, la preferencia es la de presentarnos solos en 2019.