VALÈNCIA. 'El mercado no termina de premiar los planes (y resultados) de Meliá Hotels". Así abría la sección de bolsa este diario el pasado 21 de marzo, cuando las acciones de la cotizada balear cerraron el día anterior en los 8,51 euros. Un precio superior a los 8,32 euros a los que despidió la sesión ayer martes, cuando se dejó un 1,48% y redujo al 1,40% la rentabilidad anual. De este modo, la hotelera dirigida por Gabriel Escarrer Jaume ha reducido su capitalización hasta los 1.912 millones de euros.
Mientras tanto los accionistas de MEL aprobaron ayer en la junta celebrada en Palma de Mallorca -con el 76,8% del capital social representado-, un dividendo bruto de 0,1830 euros por acción con cargo al ejercicio de 2018, que hará efectivo el próximo 9 de julio. Una remuneración que supone elevar un 8,8% la retribución al accionista con respecto al año anterior, y al que destinará más de 42 millones de euros.
Durante la junta se aprobaron las cuentas de 2018 y se fijó en once el número de miembros del consejo de administración, siguiendo el orden del día previsto en la convocatoria. También se dio luz verde a la modificación de la política de retribución de los consejeros para los ejercicios de 2019, 2020 y 2021 y al informe anual correspondiente a 2018, que fijó el máximo de su retribución en 1,2 millones de euros. Asimismo, se reeligió a Gabriel Escarrer Juliá como consejero externo dominical por el plazo estatutario de cuatro años y se ha nombró a Hoteles Mallorquines Asociados como consejero por el mismo plazo estatutario e igual condición, con Alfredo Pastor Bodmer como su representante en el consejo de administración. Además, se nombró como consejera externa independiente a Cristina Henríquez de Luna Basagoti.
El vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Meliá, Gabriel Escarrer, realizó un repaso del cumplimiento del Plan Estratégico 2016-2018 en el que ha destacó su alto compromiso medioambiental, así como la gran transformación digital de la cadena el que se ha invertido 130 millones de euros en los últimos años. Asimismo destacó la gran creación de valor para los accionistas gracias a la "saludable situación financiera" de la empresa derivada de la fortaleza de su modelo de negocio, basado sobre todo en la gestión. La intención de MEL es seguir avanzando a medio y largo plazo en este modelo, hasta que suponga el 50% de su cartera, para "seguir creciendo y ser menos volátil ante cualquier tipo cambio económico o financiero que pueda surgir".
Para este ejercicio, espera un contexto económico de crecimiento más moderado que la economía global estimada en el 3,1%. Una ralentización que ya se viene observando en la economía de Estados Unidos, Europa y Asia. Sobre los retos, el CEO de Meliá recordó que el sector se mueve en un entorno cada vez más "volátil, incierto y complejo". Entre ellos destacó la devaluación del euro frente al dólar, la problemática de Cuba, el 'Brexit' en el Reino Unido y la inflexión del turismo vacacional en España.
"En España el sector afrontará un nuevo ciclo de crecimiento moderado que Exceltur estima en el 1,6%, frente al 2% registrado en 2018 y que debemos interpretar como una fase de normalidad de crecimiento tras la inflación artificial de demanda experimentada en los últimos cuatro años derivada de la inestabilidad al norte de África", manifestó Escarrer. El directivo también se refirió a la evolución del precio de la acción "extremadamente negativa" en los últimos meses lo que atribuyó a la "extremada volatilidad del mercado actual". En cuanto al 'Brexit', cuyo efecto la cadena hotelera continúa monitorizando, Escarrer consideró que no tendrá un impacto relevante este año.
Durante su discurso ante los accionistas, el primer ejecutivo de Meliá aseguró que la compañía se centrará en el futuro en varios pilares como potenciar su liderazgo en el segmento resort y urbano, apostar por el talento, y completar su transformación digital y su compromiso como empresa responsable y sostenible. "Será una transformación cultural, digital y de empresa responsable que nos asegura mantener el liderazgo futuro", señaló. De su lado, el presidente de la compañía, Gabriel Escarrer Juliá, también afirmó que 2019 "no será un año fácil en absoluto" pero confío en que la compañía esta preparada para enfrentarse a los retos actuales gracias a su posicionamiento a la vanguardia de la digitalización, por la diversificación de sus marcas y productos y por su continua apuesta por la internacionalización. La compañía concentrará su expansión en la próxima década en "los mejores destinos vacacionales del mundo": la cuenca mediterránea, el Caribe y el sudeste asiático.
El presidente MEL, Gabriel Escarrer Juliá, aseguró que el grupo hotelero mantiene su apuesta en Cuba, donde cuenta con una cuota del 30% de las estancias, y confía en que la "controversia" con Estados Unidos tenga finalmente una resolución que respete el Derecho Internacional. El fundador de la hotelera rememorado ante la junta de accionistas la historia de la cadena en el país y, por "el profundo vínculo" que une a la compañía con la isla, ha afirmado que "nunca a lo largo de estos 31 años de historia" se ha arrepentido de haber apostado por su desarrollo turístico.
Escarrer afirmó que desde un principio Meliá tuvo "muy clara" la visión de lo que Cuba podría representar para el turismo vacacional. "Nos encontramos con un país único, inimitable, con unos activos extraordinarios por su naturaleza y sus playas, su cultura, su patrimonio y algo tan importante para el turismo como es la seguridad y estabilidad, y por supuesto con la calidez y hospitalidad extraordinaria de su gente", describió. "Por ello, aunque los desencuentros con la administración norteamericana ha sido también parte de la historia de Cuba estoy seguro que esta nueva controversia tendrá una resolución respetuosa bajo los principios del derecho internacional", señaló el primer ejecutivo de la cadena mallorquina.
Asimismo reconoció que el veto de Estados Unidos ha afectado sobre todo a hoteles urbanos, aunque subrayó que el porcentaje de clientela norteamericana en sus establecimientos de Cuba apenas llega al 3%, principalmente concentrados en La Habana. Escarrer Jaume explicó que las tarifas que antes eran elevadas por la alta demanda. Pero, la medida de Estados Unidos, ha impactado en una bajada de las tarifas y la ocupación". Cada vez es más difícil la obtención de visados ya que cada vez son más restrictivos. Pero llevamos 31 años lidiando con diferentes gobiernos tanto republicanos como demócratas y estamos orgullosos de haber contribuido al desarrollo del sector", aseguró Escarrer quien confirmó su apuesta por la isla. "En estos momentos es donde tenemos que mostrar nuestro apoyo", concluyó.
Durante el turno de preguntas por parte de los accionistas uno de ellos informó a la compañía de las deficiencias de los hoteles en la isla, que no achacaba a la compañía, sino al Gobierno que dirige el país. Así un accionista contó que se alojó hace unas semanas en la suite presidencial de un hotel en La Habana en el piso 23 y que la terraza que daba al mar no contaba con barandilla. En su opinión aunque la gestión era "muy buena" y el personal "amable y eficiente" "el estado de los inmuebles deja mucho que desear ya que "el nivel de dejadez hace que parezcan incluso que están abandonados".
Desde la compañía se comprometieron a tomar medidas de forma inmediata y se reconoce que las medidas de veto del Gobierno estadounidense en Cuba están teniendo una influencia importante en sus hoteles pero aseguran que están "trabajando codo con codo para mejorar los establecimientos" aunque reconocen que es complicado debido a los problemas de liquidez del país.
El Gobierno estadounidense procedió en mayo al levantamiento del Título III de la Ley Helms Burton. Una ley, aprobada en 1996, que da a los estadounidenses el derecho a demandar a empresas de todo el mundo que se lucren con los bienes confiscados por las autoridades 'castristas'. MEL aseguró en reiteradas ocasiones no contar con bienes o participaciones de bienes que pudieran ser objeto de reclamación tras este levantamiento ya que, según recalcó, su papel es de mero gestor.
La cadena cuenta actualmente con un total de 34 hoteles en Cuba que suponen cerca del 30% de las estancias del país y, a final de año, serán 38, donde a excepción de cuatro establecimientos en los que la compañía tiene una participación poco relevante en el accionariado, el resto de hoteles son en régimen de gestión. "Quiero trasladarles mi convencimiento de que Cuba tiene futuro como destino turístico y que ese futuro estará siempre unido indisolublemente al nombre de Meliá", concluyó el presidente de la cadena. Meliá centrará el 80% de la expansión de la compañía en la próxima década en la cuenca mediterránea, el Caribe y el sudeste asiático.