VALÈNCIA. La ayuda de 300 euros anunciada por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig a finales de junio no ha suscitado el interés de los trabajadores autónomos a pesar de que los requisitos para recibirla eran mucho más laxos que los de las ayudas del Gobierno, que sí tenían en cuenta los ingresos de los beneficiarios.
De los 45 millones reservados por la Conselleria de Hacienda para apoyar a los autónomos afectados por la crisis provocada por la invasión de Ucrania solo se van a repartir 16,25 millones, lo que implica que prácticamente dos tercios de las ayudas no llegarán a los autónomos por falta de demanda.
Según informó la Conselleria que dirige Arcadi España, al cierre del periodo de solicitud habían pedido la ayuda más de 63.000 autónomos de la Comunitat Valenciana, con lo que la demanda se situó en 18,9 millones y, por lo tanto, no cubrió ni la mitad del importe total ofertado. Pero no todos ellos recibirán los 300 euros porque, tras revisar las peticiones, no todos cumplen las condiciones.
En concreto, se han aprobado 54.063 solicitudes, lo que sitúa en 16.218.900 euros la cantidad concedida frente a los 45 millones del presupuesto total. De ellos, según detalló la Conselleria de Hacienda este martes, ya se han abonado 14,75 millones de euros, el equivalente al 77% del total de expedientes gracias a que en agosto se ha agilizado la tramitación para que el dinero llegase cuanto antes a los autónomos.
Pese a ello, el conseller Arcadi España ha destacado la "gran aceptación" que ha tenido esta ayuda directa de 300 euros para autónomos y ha incidido en que ha quedado de manifiesto el compromiso de la Generalitat con un colectivo que está sufriendo especialmente la crisis energética y la subida de precios.
El objetivo original del Plan Reactiva era llegar a 150.000 beneficiarios de esta ayuda de 300 euros, para lo cual se establecieron requisitos mínimos para incentivar la demanda y que prácticamente todos los autónomos que la pidieran contaran con esa ayuda a fondo perdido. Además, la subvención era compatible con la de 200 euros repartida por el Gobierno central, con lo que un mismo trabajador podía recibir ambas.
En principio, la ayuda autonómica de 300 euros se diseñó para trabajadores de determinados sectores, en concreto los inscritos en 343 epígrafes determinados del IAE, pero posteriormente se modificaron las bases reguladoras y se amplió el plazo de solicitud de las ayudas para permitir a cualquier autónomo, fuera cual fuera su actividad, pedir la subvención hasta el pasado 29 de julio.
Estas directas se pagan en un único plazo y prácticamente el único requisito era tener el domicilio fiscal en la Comunitat Valenciana y acreditar mediante una declaración responsable que el solicitante se ha visto afectado económicamente por el incremento de los costes energéticos en un importe igual o superior a 300 euros. Para ello, se pedía estar de alta en el Régimen Especial de Autónomos desde antes del 24 de febrero y permanecer de alta al menos hasta la publicación de la convocatoria en el DOGV.
La ayuda directa de 300 euros para autónomos es una de las tres grandes líneas de medidas del Plan Reactiva de apoyo de la Generalitat al sector empresarial para compensar el impacto de la crisis provocada por la invasión de Ucrania, con un valor global de 195 millones.
A los 45 millones del presupuesto total de ayudas para autónomos se suma un paquete de ayudas de hasta 400.000 euros, con un presupuesto total de 50 millones de euros, para las empresas gasointensivas como las fritas y esmaltes, que quedaron excluidas del paquete de ayudas del Gobierno central.
Esas dos líneas de ayudas directas se complementan con la línea de financiación de circulante, dotada con 100 millones de euros a coste 0 y sin intereses, del IVF para empresas directamente afectadas por la guerra o indirectamente por la subida de los precios de la energía.