VALÈNCIA. Dos años y medio después de emprender un nuevo proyecto empresarial, Tina Pastor comienza a ver los frutos de Beetliving Management, su compañía de gestión de proyectos inmobiliarios. La firma pisa ahora el acelerador con el inicio de las obras del que será su primer proyecto residencial de 12 viviendas en el Cabanyal. Pero no es el único. También promueve un apartahotel en la zona de la Malvarrosa y está acometiendo la rehabilitación de dos edificios.
En esta aventura, Pastor no está sola, sino que la acompaña Marta Ibáñez, también con una larga trayectoria en el sector inmobiliario. "Somos dos hijas de promotores que hemos unido fuerzas y ahora tenemos cinco proyectos en marcha de diferente índole", destaca. Beetliving se centra en el desarrollo de iniciativas a medida de inversión para fondos y family offices. Su objetivo es claro: profesionalizar la gestión de inmuebles, tanto la construcción y rehabilitación como la explotación.
Fue a principios de 2021, cuando Pastor anunció que dejaba la dirección general de la histórica promotora valenciana Urbem para montar Beetliving Management. Y, desde entonces, no ha dejado de crecer. De hecho, antes de cerrar el año esperan ampliar plantilla y ser unos siete empleados. Además, acaban de montar una constructora, vinculada a la promotora y 100% propia, que les servirá de apoyo para acometer los proyectos. Y más teniendo en cuenta que después del verano iniciarán las obras de su primera promoción.
Se trata de un complejo de 12 viviendas de 1 a 2 dormitorios sobre un solar de 220 metros cuadrados de superficie, ubicado en el Cabanyal, muy próximo a La Marina. Está ya todo vendido y, aunque hace ya casi un año que solicitaron la licencia, siguen esperando el permiso municipal. No obstante, confían en que llegue pronto, por lo que su previsión es arrancar las obras en octubre de este año a cargo de su nueva constructora.
Muy próximo a este desarrollo está su siguiente gran proyecto: un apartahotel en la Malvarrosa, concretamente en la calle Antonio Ponz. El solar tiene más de 2.200 metros cuadrados de techo y el edificio constará de 32 unidades: 28 apartamentos de 40 metros cuadrados y tres áticos, de unos 80 metros cuadrados. La joya será una gran piscina en la azotea para el disfrute de sus huéspedes.
Su intención es vender el proyecto a un tercero que, a priori también se encargará de su explotación, aunque Beetliving Management también podría gestionarlo, pero dependerá de lo que decida el comprador. Según explica Ibáñez, en este momento tienen negociaciones abiertas con varios inversores, aunque hay una oferta de capital valenciano que está más avanzada y en proceso de due diligence. Ya cuentan con la licencia de obra, por lo que esperan iniciar las obras este noviembre.
Paralelamente, están rehabilitando dos edificios en el barrio de Patraix, que reconvertirán en cinco viviendas de entre 90 y 40 metros cuadrados. El proyecto comprende también una nave anexa de 1.000 metros cuadrados que es un parking privado cuya explotación mantendrán. Una vez finaliza la actuación venderán todo el paquete a un inversor privado.
Asimismo, acaban de recibir la licencia para el cambio de uso de un bajo en el Carmen que van a transformar en una vivienda. Y, su última pata, es el alquiler turístico. Por ahora tienen en gestión tres activos en un edificio también en el casco histórico de València, pero su intención es ir incrementando su portfolio.
Y es que, por ahora, la compañía no descarta ninguna oportunidad ni segmento del sector inmobiliario. Su única vocación es conseguir la máxima rentabilidad para sus clientes. "Estamos tanto en residencial como en hotelero, pero no descartamos cualquier nicho. Nosotras hacemos todas las fases de un proyecto inmobiliario: desde el suelo, el diseño del proyecto, construirlo y hasta explotarlo", explica Ibáñez. "Nuestro core es que el proyecto tenga una rentabilidad muy alta", puntualiza Pastor.
Sin embargo, reconocen que no siempre es sencillo encontrar oportunidades en el mercado dado el grave problema de falta de suelo que sufre la ciudad. "Lo más complicado es encontrar un edificio o un solar a un precio adecuado para sacar una rentabilidad adecuada porque hoy en día los bancos no te dan préstamos. Trabajamos València, su área metropolitana y puntos muy concretos de costa", explica Pastor.
De cara al futuro, no se cierran a ningún segmento y estudian al detalle cada activo. "Exploramos cualquier solar o producto que nos llega. En función de lo que mejor encaja para nuestros clientes desarrollamos el proyecto. Ahora mismo, vemos mucho sentido al senior living, pero todo dependerá de las oportunidades que encontremos", remarca.
Pese al momento actual y a la coyuntura inflacionista, ambas coinciden en señalar en que el mercado de la inversión se sigue moviendo y València es una plaza muy activa y que está en el foco del capital. "Detectamos que la ciudad es un mercado muy atractivo tanto para los inversores locales como para los extranjeros porque estamos en máximos históricos a nivel turístico y de alquileres. Las rentabilidades siguen siendo buena, hasta un 7% en un producto residencial, y el inmobiliario sigue siendo un valor seguro", concluye Ibáñez.