Los beneficios para la ciudadanía de la Misión Climática València 2030

VALÈNCIA (VP). València es una ciudad que está de moda. Entre otros premios y reconocimientos, recientemente ha sido designada por la Comisión Europea como Capital Verde Europea 2024. La capital del Túria, además, recientemente ha conocido que es finalista y optará a la Capitalidad Europea de la Innovación, que se decidirá en Bruselas el próximo 7 de diciembre.

Un proyecto transversal a estos dos grandes hitos colectivos es la Misión Climática València 2030, que persigue que València consiga ser una ciudad climáticamente neutra en 2030, por (y para) la ciudadanía. Un proyecto que se responde al reto impulsado por la Comisión Europea de tener 100 ciudades europeas climáticamente neutras antes de 2030, convirtiendo a dichas ciudades en hubs de innovación en la transición verde europea.

¿Qué supone ser una de las 100 ciudades europeas climáticamente neutras? Además de mejorar la visibilidad internacional de València, ya que las primeras 100 ciudades que persigan la neutralidad climática para 2030 tendrán una gran visibilidad, especialmente en el contexto del Pacto Verde Europeo y el esfuerzo global de la UE para disminuir las emisiones de GEI en un 55% para 2030, algunos de los principales beneficios para la ciudadanía asociados a la descarbonización de València son los siguientes: más salud para las personas, menos atascos y ruidos, menos contaminación, más espacios naturales disponibles, mejores hábitos y más innovación.

Desde el Ayuntamiento de València y Las Naves, impulsores de esta Misión Climática València 2030 señalan que aspiran a hacer de València una ciudad “más saludable, más sostenible, más compartida, más próspera y, en definitiva, más habitable y deseable para las personas. Todo ello implica trabajar estrechamente en los objetivos de la Misión junto con el Gobierno de España y la Generalitat Valenciana”.

Acciones para ser climáticamente neutra en 2030

Para poner en marcha esta misión, València ha de o-crear, firmar e implementar, junto a las 100 ciudades europeas elegidas por la UE y el ecosistema local, un Contrato Climático de Ciudad, que recoge los compromisos de la UE, de los gobiernos nacionales y regionales con la misión de la ciudad de València. Además, recibirá asistencia y asesoramiento técnico, normativo y financiero a medida por parte de la Plataforma de la Misión de la UE.

Entre las acciones que tendrá que poner en marcha la ciudad para impulsar esta misión destaca el convertir a València en un polo europeo de innovación y experimentación en materia de transición climática que sirva como referencia para otras ciudades europeas. Para ello la ciudad tendrá que lanzar un portfolio de proyectos de investigación e innovación orientados a la misión en la ciudad de València, lo que ayudará a la creación de un centro global europeo de intercambio de conocimiento.

También deberá crear modelos de gobernanza e instrumentos innovadores de implicación de la ciudadanía y la sociedad en las transiciones necesarias, así como sistemas innovadores de medición, evaluación y verificación de la descarbonización de las ciudades.

Todas estas acciones servirán para luchar contra el cambio climático y alcanzar el objetivo de ser climáticamente neutra en 2030. Algo fundamental ya que, tal y como afirman desde el Ayuntamiento de València, si no se ponen en marcha esta serie de estrategias, València tal y como la conocemos no existirá dentro de unas décadas.