VALENCIA. Cajamar emitirá mañana 500 millones de euros en cédulas hipotecarias, a cinco años de vencimiento y con un nominal de 100.000 euros, según ha podido saber este diario. Dicha operación sustituirá a la que le venció a la primera caja rural española el pasado 20 de diciembre, lanzada cinco años antes como adelantó entonces este diario.
La mayor cooperativo de crédito nacional no sacará la emisión al mercado sino que la utilizará para poder apelar al Banco Central Europeo (BCE) como 'colateral' (garantía). De este modo seguirán la misma mecánica que las tres emisiones que lanzó Cajamar en la primavera del pasado año -como también avanzó Valencia Plaza-, por un valor conjunto de 1.500 millones de euros y también en cédulas hipotecarias.
Concretamente emitió tres partidas por valor de 500 millones de euros, con un nominal de 100.000 euros, y plazos de vencimiento 30 de junio de 2020, 30 de junio de 2021 y 30 de junio de 2022. Dichas operaciones le sirvieron para cubrir buena parte de los vencimientos del pasado ejercicio.
Cajamar -como primera cooperativa española- forma forma parte del grupo de las entidades significativas y, por tanto, se encuentra supervisada por el BCE. La entidad presidida por Mario Draghi requiere para este año al Grupo Cooperativo Cajamar -donde se integran una veintena de entidades de la Comunitat Valenciana-, que mantenga en base consolidada un ratio de capital de nivel 1 ordinario phase-in (CET1) del 8,25%.
Dicho requerimiento incluye el mínimo exigido por 'Pilar 1' (4,50%), los requerimientos de 'Pilar 2' (2,50%) y el colchón de conservación de capital (1,25%). De manera análoga, partiendo de la exigencia de 'Pilar 1' del 8%, los requerimiento mínimos de capital total phase-in exigibles desde el 1 de enero de 2017 alcanzan el 11,75%. Unos ratio que cumplía al cierre del pasado año.
Las cédulas hipotecarias son activos financieros o títulos de renta fija, tal y como lo define el Banco de España, que se emiten con la garantía de la cartera de préstamos hipotecarios de la entidad de crédito emisora. Dichos activos se convirtieron a principios de esta década en la llave que abría las puertas de liquidez de las entidades financieras, entonces muy especialmente de las españolas, de la autoridad monetaria.
