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Cultura, sociedad y estilo de vida

Camarena & Rifé, Corredor Mediterráneo creativo


El cocinero valenciano y el diseñador catalán son dos de los principales arietes creativos en su oficio. Su viaje profesional se ha convertido en la prolongación de una amistad que discurre en paralelo a los hitos conjuntos. El último, Habitual, el quinto restaurante que ambos ‘abren’ en Valencia




| 10/10/2015 | 2 min, 51 seg


VALENCIA. Hace diez años que el nombre de Ricard Camarena empezó a colarse en las guías gastronómicas más prestigiosas de España, tan sólo unos años después de que decidiera quedarse con el bar de la piscina de Barx, su pueblo. El cocinero en ciernes y su mujer, la jefa de sala Mª Carmen Bañuls, apostaron todo por Arrop, el restaurante que desde Gandia les elevó a la categoría de estrella Michelin y que fue también el que propició su salto a la capital valenciana, instalándose en la cocina del Caro Hotel y conociendo al diseñador e interiorista Francesc Rifé en aquel 2008.

Desde entonces, el tándem Camarena-Rifé ha ejercido de dúo para poner en pie locales que han influido en la cocina y el interiorismo nacional y, quizá, internacional. Al extinto Arrop Ricard Camarena le siguió Ricard Camarena, el gastronómico que sostiene el récord al haber conseguido una estrella Michelin en apenas tres meses y que es la referencia de la casa. Más tarde, Canalla Bistro, Central Bar y el salto a adquirir los locales de la planta baja en el Mercado de Colón, donde ahora abre su proyecto más ambicioso: 120 comensales por servicio y 60 más que llegarán con la terraza.

Comparten viajes, cruzan whatsapps, y ambos son auténticos devotos de la cocina. Ahora, sentados a la mesa, cara a cara y sin platos de por medio, conversan en torno a un café para Plaza acerca de sus proyectos y trayectoria conjunta, de conceptos de diseño y gastronomía, de Habitual y de cómo su oficio les ha ido convirtiendo en gestores de equipos, aunque eso signifique salirse de su hábitat natural, ése que estira la creatividad, roza y a veces toca la propuesta artística.

Salto a dirección de equipos

—Ricard Camarena: No lo llevo bien. Es un sacrificio sentarme... me toca las pelotas. Es así, porque cocinar es lo fácil para nosotros. No hacerlo es apartarnos de aquello para lo que estamos preparados. Pero me obligo a pensar que para que diez manos estén activas, dos tienen que estar quietas. Sé que lo que menos me hace estar produciendo es limpiar tres pescados, hacer diez litros de fondo... hay que planificar, gestionar y, sobre todo, crear para que no se detenga la rueda.

—Francesc Rifé: Es eso; lo pensamos, lo hablamos, pero como no nos pare un cáncer... tenemos mucha marcha los dos. Así que es- toy igual. La diferencia es que tú tienes to- do a un kilómetro de distancia, como aquél que dice, y yo lo tengo a cientos o miles. Los clientes se creen que somos cien en el equi- po o que yo tengo 72 años. Cuando nos reunimos, a veces, preguntan: "¿Dónde está el Rifé?". Y digo: "¡Pues soy yo!"

(El resto del reportaje en el número 12 de la revista Plaza, ya a la venta).


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