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Català, abierta a negociar unos presupuestos con Ribó si revierten la subida de impuestos de 2020

20/09/2020 - 

VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València se encuentra inmerso ya en la elaboración de los presupuestos municipales para el año que viene. Unas cuentas que deberán afrontar una delicada situación financiera, ante una previsión de caída de ingresos por la crisis fijada en 60 millones de euros. Un diseño a elaborar en plena escalada de una nueva ola de contagios por la pandemia de coronavirus y que, precisamente por esa situación, no son pocos los que abogan por acercar posturas para sacar adelante programas consensuados. Ya se hizo para el pacto de reconstrucción -sólo quedó fuera Vox-.

Precisamente el edil de Hacienda, Borja Sanjuán, aseguró recientemente en una entrevista a este diario que si en las cuentas de 2021 están reflejados los puntos del acuerdo de reconstrucción, "no solamente los partidos del gobierno deberíamos apoyarlo". Pues bien, el Partido Popular parece tenerlo claro: su apoyo a unas cuentas del gobierno de Joan Ribó en esta coyuntura sólo podría conseguirse si los presupuestos del año que viene reflejasen la reversión de la subida de impuestos aplicada este ejercicio.

"Con reflejar el pacto no podemos conformarnos, porque se cerró pero quedó en el aire un buen plan de incentivos y bonificaciones fiscales", asegura la portavoz de los populares en el consistorio, María José Català. "Nosotros podríamos apoyarlos [unos presupuestos] si pudiéramos llegar a un pacto fiscal", insiste, para añadir que "el problema fundamental fue la subida aprobada en 2019 [y aplicada este año]". Para Català, fue "una barbaridad" y "el contexto de hoy no está precisamente para eso". 

Así, para el PP la línea roja fundamental sería la reversión de aquella subida, que según las cuentas municipales elaboradas entonces, resultarían en unos ingresos adicionales e 30 millones de euros. Cálculos, claro está, realizados a finales del pasado ejercicio, sin tener en cuenta el impacto de la crisis económica y sanitaria por la pandemia. Pero subidas que también quedarían reflejadas en el próximo ejercicio si no se revierten en los presupuestos. Al respecto, Sanjuán ya dijo en la mencionada entrevista que no está previsto "tocar" ningún impuesto: se congelarán. O lo que es lo mismo: no bajarán. ¿Pero cuáles son los incrementos que el PP quiere, al menos, devolver a la situación de 2019?

IBI y agua

Por ejemplo, el del IBI, cuyo tipo general no subió, pero sí lo hizo el valor catastral de los inmuebles a partir del cual se calcula. Todos los años, el Gobierno obliga a aplicar esta subida a todos aquellos municipios que, como València, no revisan la tasa desde hace más de una década. Y cada ejercicio, la concejalía contrarrestaba estas subida con una bajada del tipo del impuesto. No obstante, esta vez no hizo uso de esta herramienta y el incremento generalizado ha sido del 3%, además de otros recargos leves en casos puntuales.

También subió el agua el 1 de enero. Concretamente, la parte referente a la tasa del alcantarillado. Si hasta el momento se pagaba una tasa fija de 0,3 euros por metro cúbico de agua consumido, fue sustituida por dos partes: la fija y la variable. La primera va en función del calibre del contador, mientras que la segunda se calcula sobre el consumo, y se aplican diferentes tramos de manera que cada litro de agua cuesta más a quien más consume. Así alguien que consuma menos de 6 m3 ve reducida la tasa a 0,28 euros/m3, pero si consume entre 6  y 12 m3, la tasa variable crece hasta los 0,33 euros/m3. Y así progresivamente.

Pero además, la Empresa Mixta Valenciana (Emivasa) aprobó una modificación adicional en otra parte de la factura: la tarifa de suministro, que experimentó una subida del 1,15% por el suministro de agua potable. Incremento que afecta tanto a la cuota que se paga al mes según la potencia del contador como la referente al consumo (por m3 de agua). También subió el canon que paga a la Confederación Hidrográfica del Júca (CHJ) para devolver el coste de obras realizadas a cargo del Estado: pasó este concepto de 1,6 a 2 céntimos por m3. Esto es, subió un 25%.

Impuesto de circulación y tasa de terrazas

Otro de los gravámenes municipales que subió fue el de circulación. El gobierno local incrementó la tasa en términos generales, tanto para turismos (+4,3% de media) como para autobuses (+10,8%), camiones (+14%), tractores y remolques (+14,3%), y ciclomotores y motocicletas (+2,7%). Subidas que afectan a cerca de 300.000 vehículos. Según la concejalía de Hacienda, este impuesto llevaba congelado cinco años, por lo que resultaba "conveniente" revisarlo para ajustarlo "a la realidad vigente" y alcanzar los niveles impositivos que mantienen el resto de grandes ciudades.

Aunque el ejecutivo municipal acordó la suspensión de la tasa de terrazas para 2020 por la pandemia, el incremento aprobado sería de aplicación en 2021. En este caso, la subida afectó a 500 terrazas de toda la ciudad. Así, la zona céntrica (zona 1) pasó de pagar generalmente 62,37 euros por terraza a aportar 88,89 euros, un 42,5% más; la zona del cauce (zona 2) pasará de 42,99 euros a 50,14 euros; y la tercera de 28,97 a 29,29.

Actividades y obras

También vivió la ciudad la crecida del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), que pagan aquellas empresas y autónomos que facturan más de un millón de euros. Concretamente, subió el tramo que se fija en base a la ubicación del establecimiento, es decir, dependiendo de la calle en la que se encuentre cada local. La ordenanza establece cinco tipos de calles, desde las más céntricas hasta las más periféricas, incluyendo una reducida especial para una parte del Cabanyal. Y el incremento se aplicó a todas las clases aunque en diferente medida, tal y como muestra la tabla inferior. En total, se aumentó el impuesto en 6.951 recibos de los casi 7.974 que se giran.

Modificación en un tramo del IAE. Tabla: VP

Lo mismo ocurrió con el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), que según la normativa grava la realización de este tipo de actuaciones a partir del presupuesto presentado por los interesados y revisado por el colegio oficial. Ahora bien, si no se presenta dicho presupuesto, se aplican unos baremos fijados por el consistorio. En estos casos es donde se hizo el cambio. Si antes la base del gravamen era de 586 euros por metro cuadrado construido, ahora es de 605 euros por metro cuadrado, un incremento del 3%.

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