VALÈNCIA. Celestica Valencia, la división valenciana de la compañía estadounidense MSL SPV Spain que compró a la compañía canadiense de componentes electrónicos que le da nombre, aumentó un 32% su cifra de negocio en 2022 hasta alcanzar los 83,5 millones de euros frente a los 63,3 millones conseguidos un año antes, según consta en sus cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil. No obstante, la compañía aumentó sus 'números rojos' como consecuencia de la inflación y el alza de costes en el mercado.
La compañía, con sede en la Pobla de Vallbona, incrementó sus ventas debido a la recuperación progresiva de la demanda en clientes del segmento de aviónica y defensa; electro-medicina; e industrial. En concreto, según explican en su memoria de gestión, el segmento industrial lleva años al alza y la cifra de negocio se disparó un 62% con el comienzo de la rampa de producción de un nuevo producto destinado a la automoción.
Asimismo, aviónica y defensa creció un 26%, una recuperación significativa tras los ejercicios afectados por la pandemia, debido a la progresiva normalización del tráfico aéreo y demás actividades en toda la industria aeronáutica. Por su parte, el área de electro-medicina mejoró un 15%, con la introducción de nuevos clientes.
Además del negocio de fabricación de placas electrónicas (EMS) y ensamblaje de subconjuntos, Celestiva Valencia continuó el pasado ejercicio con su diversificación a través del ensamblaje de robots destinados a cirugía, así como mediante el diseño y desarrollo de soluciones avanzadas para equipamiento médico y fabricación altamente automatizada de subsistemas mecanoeléctricos para la automoción.
No obstante, su resultado se ha mantenido en negativo al pasar de unas pérdidas de 2,1 millones en 2021 a los 8,6 millones con los que cerró 2022. Un aumento que fue consecuencia de la coyuntura económica ante las dificultades de aprovisionamiento en los mercados internacionales de componentes, a lo que se sumó el alza de los costes de transporte, la energía y los fletes, así como la inestabilidad geopolítica global.
"En resumen, el ejercicio de 2022 se ha obtenido unos resultados negativos motivados fundamentalmente por la dificultad de acopio de componentes en los mercados internacionales, costes asociados a la rampa de nuevos clientes y los gastos asociados a la reestructuración de las operaciones", reconoce la compañía.
De cara a próximos ejercicios, Celestica Valencia admite la volatilidad del mercado y la situación económica, aunque mantendrá sus acciones para aumentar la diversificación de la fábrica. "El foco de la compañía continuará en el sector aeroespacial, defensa, industrial y electro-medicina, y en los servicios de ingeniería y diseño vinculados, así como la progresiva consolidación de los nuevos programas que aportan altas tasas de valor añadido", remarca.
Además, prevé una demanda superior en 2023, tanto por actividad de nuevas cuentas, como por su progresiva recuperación en los segmentos de aeroespacial y defensa, e industrial.