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La inversión supera los 11 millones de euros sin iva

El colegio mayor Lluís Vives resurge como un espacio cultural y de atención al estudiantado

31/07/2021 - 

VALÈNCIA. El antiguo colegio mayor Lluís Vives de la Universitat de València (UV) resurge entre las facultades de la avenida Blasco Ibáñez como un espacio cultural y de atención al estudiantado. Tras casi una década de languidez desde que cerró sus puertas en 2012 por la obsolescencia de su infraestructura, empiezan las obras para la rehabilitación integral del edificio, que comenzaron el 1 de julio y cuya finalización está prevista para finales de 2022 o principios de 2023.

Pese a que el anuncio de la intervención en el edificio tuvo lugar en 2019, comienza ahora, un mes después de la firma del contrato, bajo la supervisión del arquitecto José María Tomás, de la UTE Escario Arquitectos y Tomás Llavador Arquitectos, con una inversión que supera "los 11 millones de euros sin IVA", según puntualizó este viernes en la visita guiada a las instalaciones Justo Herrera, vicerrector de Economía e Infraestructuras de la universidad.

Obra de Javier Goerlich, el edificio es una de las joyas del racionalismo arquitectónico valenciano, proyectado en 1935 durante la Segunda República e inaugurado en 1954, cuando acogió dos colegios mayores en sus instalaciones: el Lluís Vives de la UV y el Alejandro Salazar, perteneciente al sindicato estudiantil del régimen franquista (SEU). Además, en 1998 la capilla se convirtió en el Auditorio Montaner, uno de los principales espacios destinados a exposiciones y actuaciones de artistas en la ciudad de Valencia.

 José María Tomás, arquitecto de la obra. Foto: EDUARDO MANZANA.

Una vocación cultural y de encuentro social que se mantendrá en las nuevas instalaciones del 'Espai Lluís vives', que acogerá este tipo de actividades en la planta baja, mientras que el primer y segundo piso, estarán destinados a la atención de alumnos y egresados, ya que unificará el conjunto de servicios administrativos que en estos momentos se ofrecen en los diversos campus, como la información sobre becas, programas de movilidad internacionales, ofertas de estudios, entre otros.

Además, la tercera planta estará reservada para el Observatorio de Inserción Profesional y Asesoramiento Laboral y el último piso para la Sindicatura de Greuges. Se trata de una remodelación que responde a las necesidades del entorno y del momento, dado que, según explicó la rectora de la UV, Mavi Mestre, "con la normativa actual era inviable crear una residencia en este edificio, con medidas de higiene y seguridad como la necesidad de instalar baños dentro de las habitaciones".

Queda patente que el paso de los años ha hecho mella en la construcción, pues tanto en el interior como en el exterior se aprecian las grietas en los pavimentos y en las paredes, que acusan los efectos de la humedad. En los suelos el equipos de profesionales ha realizado catas para conocer el estado del hormigón, por lo que todavía se desconoce si se renovarán.

Planta baja del edificio. Foto: EDUARDO MANZANA.

Unos de los elementos que tiene los días contados en el edificio son las cabinas telefónicas de los años 70, que todavía se conservan, mientras que la carpintería interior y la ornamentación de los falsos techos se mantendrá y se reforzarán las vigas y las columnas, con la finalidad de "rehabilitar el edificio para darle otros 50 años de vida útil", según determinó el arquitecto responsable. Cabe recordar que el edificio cuenta con jardín, terraza y planta baja y conservará su fachada, dado que forma parte del patrimonio cultural valenciano.

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