VALÈNCIA. Si hay un grupo parlamentario molesto con las condiciones que ha puesto sobre la mesa Ciudadanos para validar la bajada del listón electoral en la Comunitat Valenciana del 5 al 3%, ese es Compromís, encargado de elaborar la propuesta de nueva ley electoral valenciana a partir del dictamen resultante de la comisión de Les Corts que estudia una amplia reforma del Estatut de Autonomía.
Tras conocer –a través de la exclusiva de Valencia Plaza el pasado martes– que el partido naranja que encabeza Mari Carmen Sánchez en la Cámara valenciana condiciona esta rebaja a que se haga por circunscripción única, el síndic de la coalición valencianista, Fran Ferri, expresó en la rueda de prensa posterior a la Junta de Síndics de este martes que el partido de Albert Rivera había recibido "una llamada desde Madrid" con la orden de buscar "una excusa" para "situarse al lado del PP".
El portavoz de Compromís criticó, además, las palabras de la síndica de Ciudadanos, quien consideró que la reforma que se está planteando ahora mismo es de "mínimos" y su partido prefiere acometer una modificación más amplia para no tener que estar "parcheando" la norma valenciana en cada legislatura. "Me gustaría saber si estar hablando de listas desbloqueadas, listas cremallera, debates obligatorios, mailing conjunto o incompatibilidades de concejales y diputados es una reforma de mínimos", le espetó Ferri momentos después.
Dejando a un lado el malestar que inunda hoy por hoy a las fuerzas del Botànic, fuentes de Compromís aseguran que, a pesar de la negativa de Ciudadanos a aprobar la bajada del listón al 3% –por lo que no saldría adelante ya que sus votos son necesarios para alcanzar la mayoría requerida de dos tercios (66 diputados)–, continuarán trabajando en la reforma de la LEV. "No vamos a dejarlo a medias", aseguran desde la dirección del grupo parlamentario. Tanto es así, que la intención es registrar la próxima semana ya una propuesta de la nueva norma valenciana que incluya la bajada de la barrera electoral después de recibir el criterio favorable del Consell.
Con esto, la coalición valencianista no solo pretende que arranquen cuanto antes los trámites parlamentarios –presentación de enmiendas de cada grupo a la propuesta de ley registrada–, sino también buscar el cuerpo a cuerpo con Ciudadanos en el hemiciclo para que el partido explique "por qué ha cambiado de posicionamiento". Esto es, Compromís quiere seguir adelante con la reforma de la norma para debatir y votar en esta legislatura la rebaja de la barrera al 3%, de manera que quede manifiesto el voto negativo de la formación naranja.
Mientras Compromís sigue adelante con los planes previstos, en Podemos tampoco se han quedado de brazos cruzados. El grupo que lidera Antonio Estañ tanteó este martes a Ciudadanos para "hacerles entrar en razón" y evitar que, llegado el momento de la votación, lleven a cabo su propósito. No en vano, la formación morada es una de las que peores resultados obtiene en las últimas encuestas publicadas tras la crisis catalana. Desde el último barómetro del CIS –en el que baja al cuarto puesto como fuerza más votada–, hasta el sondeo de SyM Consulting para Valencia Plaza publicado este domingo, que le otorga un retroceso en el número de votos en el ámbito local.
Cabe señalar que sin la rebaja del listón, partidos como Esquerra Unida, que no consiguió superar en las pasadas elecciones la barrera del 5% pese a obtener 106.047 votos –4,26%–, podrían verse afectados. Un posicionamiento que, más allá de frustrar los planes del Botànic, puede complicar una segunda legislatura progresista si Podemos no mantuviera los resultados de 2015 en los que obtuvo 13 diputados y permitió la investidura de Ximo Puig con ocho abstenciones.
Las condiciones de Ciudadanos para bajar el listón electoral del 5 al 3% en la Comunitat quedaron claras este martes: el grupo parlamentario naranja quiere una amplia reforma de la Ley Electoral Valenciana (LEV) que contemple, entre otros aspectos, la circunscripción única. Un requisito que requiere de una reforma del Estatut de Autonomía y que, por lo tanto, resulta imposible cerrar antes de 2019 atendiendo a los plazos. Más aún cuando la anterior modificación de la carta magna valenciana aún no está convalidada: lleva siete años en el Congreso de los Diputados y ha sufrido 45 aplazamientos para ampliar el periodo de enmiendas.
El cambio de paradigma dejó en jaque a los grupos del Botànic este martes, que tras expresar su estupor y malestar comenzaron a pensar alternativas que pudieran evitar que la reforma quedara encallada antes de las próximas elecciones. Mientras los socialistas insistían en que las negociaciones seguían "abiertas", otros grupos estudiaban el recorrido que podría tener el 'plan B' que propuso el president de Les Corts, Enric Morera, de derogar la LEV para que se aplicara la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG). Sin embargo, ésta quedó prácticamente descartada este mismo martes por el PSPV y, apenas un día después, por Compromís.