VALÈNCIA (EFE). La Comunitat Valenciana tiene una de las tasas más bajas por autonomías de emancipación de jóvenes, al situarse en el 13,4 % frente al 19 % de las más altas.
El aumento de los precios del alquiler y la compra de vivienda ha estancado la emancipación de los jóvenes en el primer semestre de 2022 frente al aumento registrado en 2021, manteniendo un porcentaje similar, el 15,9 %, que sitúa a España a la cola de la UE, que tiene una tasa media del 32,1 %.
Una persona joven tiene que dedicar el 85,1 % de su salario neto anual al alquiler para poder emanciparse en solitario, según el último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud presentado este jueves, que destaca que la pérdida de poder adquisitivo de la juventud española ha sido del 22,65 % desde 2008.
El estudio, centrado en la población de entre 16 y 29 años, muestra la leve subida de 0,3 puntos respecto al semestre anterior, que mantiene las cifras de emancipación por debajo de los niveles prepandemia (18,7 % a final de 2019) y, sobre todo, "muy lejos de los estándares europeos", ha señalado la presidenta del Consejo de la Juventud, Andrea González.
El salario anual medio se sitúa en los 12.460 euros, 190 menos que hace un año, y supone para un joven tener que destinar casi cuatro veces su salario anual neto al pago de la entrada de una vivienda.
El informe destaca cómo ha afectado a la emancipación el aumento de los precios medios de alquiler y compra, un 4,67 % y un 5,55 % respectivamente, que se suma a la pérdida de poder adquisitivo de las personas jóvenes y genera ese estancamiento.
Además, el coste de acceso a la vivienda se ha endurecido por el aumento en el coste de los suministros como el agua, gas o luz, que han aumentado prácticamente un 34 %, añade el observatorio.
Aunque la tasa de paro juvenil ha alcanzado el punto más bajo (20,5 %) desde la crisis de 2008 tras la aprobación de la nueva reforma laboral, la tasa de actividad ha bajado casi un 13 %, lo que se traduce en menos gente trabajando o buscando empleo.
"Se han superado los niveles de empleo prepandemia, pero no se han traducido en una mayor incorporación de los jóvenes al mercado de trabajo; favorece la tasa de reducción del paro, pero no aumenta la emancipación", ha indicado el sociólogo y autor del estudio, Joffre López.
Cataluña y Extremadura lideran la tasa de emancipación más alta, con un 19,1 % y un 19 % respectivamente, mientras que Castilla-La Mancha con 13,6, Comunitat Valenciana 13,4 y Cantabria 13, registran las más bajas.
Las mujeres jóvenes se emanciparon más que los hombres, pero lo hicieron para convivir con otras personas.
Por grupos de edad, el mayor incremento anual y semestral de la autonomía residencial se produjo entre la población de 25 a 29 años (2,8 puntos en un año y 0,8 puntos en un semestre), llegando hasta el 36,7 %. Entre el grupo de 16 a 24 años apenas varió, manteniéndose por debajo del 5 %.
"Las medidas de apoyo a los jóvenes son insuficientes", ha lamentado al responsable del Consejo de la Juventud.
La probabilidad de que un estudiante residiera en un hogar diferente al de su familia es muy escasa. La tasa de emancipación residencial entre la población joven estudiante es del 6,4 %. Por el contrario, quienes ya no estudian muestran un nivel de emancipación del 29,6 %.
"Es preocupante que haya personas a las que no le quede otra alternativa que estudiar y trabajar para poder pagar sus estudios o el alquiler debido a que la situación económica es muy cruda", ha concluido Juan Antonio Baéz, vicepresidente del Consejo de la Juventud.