ALICANTE. La multinacional suiza EBL vuelve a enfrentarse al rechazo del Consell a su propuesta de planta solar en la partida de Fontcalent de Alicante. La Dirección General de Energía y Minas, adscrita a la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, acaba de desestimar el recurso de alzada presentado por la compañía, a través de una de sus filiales española, Besolar Energy SL, frente a la denegación de autorización acordada por la Dirección General de Medio Natural y Evaluación Ambiental hace un año tras ratificar las conclusiones del informe evacuado por esta última instancia de la administración autonómica.
En ese dictamen, el departamento dependiente de la Conselleria de Agua, Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio arguyó que las instalaciones promovidas por Besolar se asentaban en suelo de carácter forestal y alertó del impacto que su desarrollo podría conllevar sobre ese ámbito al concluir que podían acelerar la erosión de los terrenos. Y, por tanto, su tendencia a la desertificación. Se trata, en parte, de argumentos similares a los esgrimidos por la entidad conservacionista Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) al presentar alegaciones frente a la solicitud de autorización de esa planta, así como frente a la registrada por NRG Park 2017 I SL para la instalación de una segunda planta, en las que se apuntaba que afectarían al humedal del Saladar del Fontcalent.
La Dirección General de Energía y Minas subraya, ahora, en una resolución fechada el 18 de octubre, que esas consideraciones continúan siendo válidas frente a las argumentaciones en contrario apuntadas por la compañía promotora de la planta fotovoltaica. En primer término, los representantes de Besolar consideraban que el informe emitido por Medio Natural era inconsistente, en la medida en que podía suponer la restricción de toda actividad en suelo forestal e, incluso, la reversión de las autorizaciones concedidas hasta ahora en terrenos de similares características.
En segundo lugar, alegaba que dicho dictamen iba en contra del reglamento comunitario para acelerar la implantación de instalaciones de energía renovable en los países miembros de la Unión Europea (UE). Y, por último, apuntaba que la resolución de Medio Natural también contravenía artículo 16 de la Directiva 2018/2001 de la UE con la que se trata de apostar por la implantación de energías renovables.
No obstante, la resolución de la Dirección General de la Energía no da validez a ninguno de esos motivos de impugnación y certifica que el informe de Medio Natural (confirmado, a su vez, en dos dictámenes posteriores de esa misma instancia con idénticas conclusiones) está suficientemente fundamentado en la necesidad de preservar suelos considerados vulnerables cuyo deterioro tendría difícil o imposible reparación.
Y añade que la normativa europea reseñada por Besolar no es vinculante con carácter estricto, sino que formula recomendaciones. Es más, a su vez, Energía apunta que dichas directrices incluyen excepciones, como el hecho que concurriría en el caso de la ubicación propuesta, de que pueda apreciarse un potencial daño ambiental.
Con ello, el Consell agota la vía administrativa y vuelve a cerrar el paso a la ejecución del proyecto, para el que se estimaba una inversión de 6,4 millones. En concreto, la propuesta de Besolar pretendía desarrollar un campo generador de 14.560 módulos fotovoltaicos sobre una superficie de 14,6 hectáreas situadas en el entorno del saladar de Fontcalent.
No obstante, ese nuevo rechazo no supone un descarte definitivo a su ejecución. Besolar todavía dispone de la capacidad de acudir a la vía contenciosa con la interposición de un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJCV) en el supuesto de que continuase interesada en llevarlo a la práctica.