La respuesta es evidente. Ya no sirve el café para todos y todas.
Ahora más que nunca hay que “estrujarse” el cerebro para llevar a cabo proyectos dentro de la empresa que sean atractivos, diferentes, únicos, pues las personas buscan otras cosas que el salario, evidentemente si éste satisface las necesidades del trabajador, de lo contrario el salario primara, me pese a mí y los investigadores de la psicología. Y por mucha bebida energética de creatividad que bebamos.
Además, la diversidad de expectativas es múltiple, por lo que las combinaciones aumentan y llegar a encontrar alguna acción que satisfaga a una gran mayoría se hace cada día más complicado. Es necesario echarle mucha imaginación y escuchar mucho a las personas de la organización para hacerse una composición de lugar, establecer un buen foco y a partir de ahí, idear para crear algo que sea bien recibido, exclusivo para ellos y que, por ende, sea útil y genere un aprendizaje, pues una de las necesidades detectadas en las empresas como prioritaria es el aprendizaje continuo de las personas que la componen. Sí, aprender es una necesidad de las personas en las empresas y la formación se ha convertido en fundamental. Muchas personas se decantan por una u otra empresa en función de los planes de desarrollo que se ofrecen, y dentro de esos planes de desarrollo está el aprendizaje continuo. Un aprendizaje que no solo hace referencia al puesto de trabajo, sino a aspectos muchos más diversos que tienen relación con la empresa como modelos de negocio, estrategia, liderazgo, etc.
Por otra parte, estamos en un mundo de cambio continuo, ahora lo llaman la “policrisis”, término acuñado en el Foro de Davos para referirse a la situación actual, lo que genera estados de alerta permanente en las personas con bajas capacidades de adaptación al cambio y/o flexibilidad, y que desde el área de personas y cultura debemos ser capaces de calmar de una forma generalizada. La creatividad nos puede ayudar a hacerlo, con programas diferentes que aborden esas necesidades.
Y ahora viene la parte menos bonita pero realista, no hemos sido educados en un sistema donde la creatividad haya sido premiada, en ocasiones, todo lo contrario, castigada. Por lo que la labor de las personas que componen las áreas de personas aún resulta más complicada. El esfuerzo es mayor si cabe, pues no nos han entrenado para desarrollar ideas innovadoras. Y sí, la creatividad es cuestión de entrenamiento.
Por preguntarnos siempre el porqué de las cosas, desterrando viejos paradigmas, antiguas formas que sabemos a ciencia cierta que no han funcionado o han dado resultados no del todo satisfactorios, y comenzar a analizar desde otros puntos de vista más diversos, más dispares, más alocados si queremos entenderlos así, pero preguntándonos: ¿por qué lo hacemos de esta manera? ¿Hay otra forma de hacerlo? Nuestro espíritu curioso debe aumentar sustancialmente e indagar en aquellos rincones de nuestra mente que están por explorar para buscar conjuntamente soluciones diferentes a los retos diferentes que se nos plantean. Pero siempre teniendo claro, el foco, el objetivo, no el resultado. Este último llegará de indagar, de preguntar, de imaginar, otra de las capacidades que vamos perdiendo con la edad, de mirar más allá de lo que vemos y dejar de lado los temores de lo que dirán.
Podría haber sido un grito, una exclamación, un anuncio, pero queríamos que fuera una bebida que da energía para desarrollar la creatividad. Un reclamo, una llamada de atención de la importancia de la competencia de la creatividad en el área de recursos humanos, de personas, de talento, de …; el objetivo decir al mundo de los recursos humanos que tenemos que hacer las cosas de forma diferente, que debemos pensar y hacer de una forma diversa, desde la imaginación, sin miedos. Que debemos incorporar esta bebida a nuestro quehacer diario, porque sin creatividad a la hora de plantear proyectos diferentes conseguimos los mismos resultados.
Si aún no tienes un Creativity Boom en tus manos, está es tu oportunidad, no la desaproveches. Te la mandamos a casa.
José Enrique García es CEO de Equipo Humano