VALÈNCIA. Ciudadanos todavía se recupera del terremoto del pasado viernes, cuando cuatro de sus diputados en Les Corts anunciaron que se daban de baja del partido naranja y pasarían a ser diputados no adscritos porque mantendrían el acta. Una decisión que, según advirtió entonces la dirección del partido, choca con la carta ética que estos firmaron al afiliarse a la formación de Inés Arrimadas, pero que también se topa con iniciativas que los propios parlamentarios aprobaron en la Cámara.
Sin ir más lejos, el pasado 22 de abril, José Antonio Martínez, Cristina Gabarda, Jesús Salmerón y Sunsi Sanchis apoyaron una Proposición No de Ley impulsada por el PSPV que, en definitiva, condenaba la figura de los tránsfugas. En concreto, la iniciativa pedía adaptar el pacto nacional contra el transfuguismo, que data de 1998 y se actualizó en noviembre, haciendo especial hincapié en que "en ningún caso" los grupos parlamentarios aceptarían apoyos para mociones de censura o de investidura sustentadas por tránsfugas.
Entre los cambios propuestos a introducir en el pacto estatal, también incorporaban que los tránsfugas no pudieran ver mejoradas sus condiciones en las comisiones una vez abandonasen el grupo político con el que accedieron, en este caso, al escaño. Es decir, una vez abandonasen Ciudadanos. La intención de esta modificación en el pacto actual buscaba que al proceder al nuevo reparto de diputados en comisiones, la formación que hubiese perdido parlamentarios no viese reducida su representación en estas comisiones, ni tampoco los tránsfugas pudieran salir beneficiados.
"El grupo político que sufre la merma por la acción del tránsfuga no deberá ver reducida su participación en las mismas, sin que implique vulneración alguna de los derechos individuales de la persona tránsfuga, que mantendrá los derechos de participación establecidos en los reglamentos", añadía la iniciativa de los socialistas. "Las fuerzas políticas se comprometen a impulsar una iniciativa legislativa que, respetando y teniendo presente la doctrina del Tribunal Constitucional, pueda promover la remoción de aquellos cargos públicos tránsfugas que no han sido electos por sufragio directo por el cuerpo electoral, sino que han sido designados por mecanismos indirectos a través de las asambleas legislativas autonómicas o por los concejales de su fuerza política en el partido judicial, así como los designados en aquellos otros ámbitos de representación en otras instituciones y organismos", concluía la PNL.
El apoyo de aquella proposición llama la atención principalmente por su contenido, pero más aún por el tiempo que transcurrió desde que la secundaron hasta que decidieron marcharse sin renunciar al acta: exactamente 15 días. Un récord tan solo comparable al que batió la diputada Sunsi Sanchis, que entró en Les Corts y juró el cargo el pasado 21 de abril tras la marcha de Toni Cantó y apenas dos semanas después se ha marchado de Ciudadanos alegando entre sus motivos que el partido al que se afilió ha cambiado; en dos semanas. Eso sí, la recién llegada diputada no renuncia al acta, y por tanto tampoco al sueldo que percibirá como parlamentaria no adscrita.
La crisis interna en la que se ha visto sumido el grupo parlamentario que dirige Ruth Merino es de dimensiones considerables. Por una parte, la pérdida de ingresos obliga a Cs a realizar un ajuste de personal en Les Corts porque dejará de percibir casi 120.000 euros anuales. Y, por otra, la amenaza de que se van a producir más fugas en los próximos días está más presente que nunca. Algo que ya sobrevoló el grupo los días inmediatamente posteriores a la salida de Cantó, pero terminó desapareciendo con el reparto de cargos que realizó la dirección nacional en el grupo parlamentario para sembrar la paz. Sin embargo, los amagos nunca llegaron a marcharse del todo.
Junto a Salmerón, Sanchis, Martínez y Gabarda, existían otros cuatro diputados que barajaban también dar el paso de marcharse a no adscritos. Sin embargo, el pasado viernes parecía que habían decidido repensar su futuro. No obstante, en pequeños círculos del partido dan por hecho que estos diputados que permanecen en el grupo estarían dilatando su salida unos días más pero tendrían la decisión tomada de seguir a los cuatro tránsfugas. Una maniobra que enmarcan en una "operación mucho más amplia" dirigida por la anterior cúpula del partido a nivel autonómico. De producirse, alguna baja más, la relevancia de Cs en las votaciones de Les Corts pasará a ser escasa, dado que no sumarán los votos suficientes para que el Botànic les tenga en cuenta en acuerdos que requieran dos tercios.
De los cuatro que barajaban marcharse también y no lo han hecho, fuentes del grupo parlamentario sospechan que podrían producirse la de Patricia Garcia y Vicente Fernández, que este lunes aseguró que le daba igual lo que le pasara a Cs o a su puesto, mientras los votos no fueran a parar a la izquierda: "No me preocupa lo que le pase a Cs o a mi puesto, lo que me preocupa son los miles de votos que nos han votado a nosotros, a Vox y al PP, mientras esos votos existan su hoja de ruta está abocada al fracaso". Tampoco se descarta que Rosa Menor estuviera "a la espera de recibir órdenes", aseguran. Los tiempos son una incógnita, pero calculan que en caso de consumarse, se produciría antes de que el PP celebre su congreso regional el próximo 3 de julio para tratar de tener la mayor repercusión mediática. Otras fuentes, sin embargo, consideran que los que, por el momento, han decidido mantenerse en Ciudadanos, lo hacen "para hacer de topo" a los que se han marchado.
Una guerra de nervios en la cual la dirección nacional tampoco ha tomado las riendas ni se ha puesto manos a la obra para, entre otras cosas, tratar de resolver la interinidad de la formación, que ocho semanas después de la marcha de Cantó sigue sin coordinador autonómico.
El único movimiento que dio la cúpula nacional el viernes fue un encuentro telemático con los diputados valencianos para trasladarles "ánimo" sin que pudieran intervenir en la reunión más de tres de sus integrantes porque "tenían prisa en marcharse a otra cita", según fuentes presentes en la reunión. "Ni siquiera se molestaron en tantear si alguno de los diputados tiene intención de marcharse", comentan las mismas fuentes.
En la reunión del viernes participaron dos diputados del sector afín al ex secretario de Organización, Emilio Argüeso, y otro del que en su día lo era de Cantó. Los dos primeros pidieron de nuevo las cuentas del grupo durante la etapa del actor como síndic de Cs, lo que fuentes de la formación consideran que alimenta la versión de que algunos de ellos se han quedado para ofrecer información interna "a los que se han ido". Otro de ellos reprochó que si hubiese sido portavoz, los cuatro tránsfugas no se hubieran pasado a no adscritos.