VALÈNCIA. Cosco, la firma estatal china que gestiona la terminal pública de contenedores del Puerto de Valencia, incrementó un 8,7% sus ingresos en 2022 hasta los 227,9 millones de euros de facturación. Pese a ello, el volumen de mercancía manipulada en dicha terminal se redujo un 8,5% hasta los 1,7 millones de contenedores frente a los 1,8 millones de 2021.
Según refleja su cuenta de resultados del pasado ejercicio de CSP Iberian Valencia Terminal, filial de CSP Spain Terminals en el Puerto de Valencia, el incremento de los ingresos de la terminal repercutió en un sustancial aumento de sus beneficios, que pasaron de 22,7 a 30,03 millones. Además, especifica que de los 1,7 millones que pasaron por su terminal el pasado año, más de la mitad fueron en tránsito y el resto fueron contenedores de import-export.
Cosco, cuya concesión acaba en octubre del 2041 tras la ampliación de diez años que se aprobó en 2018, continuó invirtiendo el año pasado en la retirada de grúas antiguas para su reemplazo por nuevas y en mejoras en su terminal de València, inversiones a las que está obligado de su acuerdo concesional.
A 31 de diciembre de 2022, tenía inversiones comprometidas pendientes de ejecutar por importe acumulado de 31,6 millones de euros correspondientes a inversiones comprometidas en maquinaria y a la pavimentación parcial de la parcela noreste de la terminal por valor de 1,3 millones de euros.
En línea con la ampliación del periodo concesional, la sociedad tiene contraídos con la Autoridad Portuaria de Valencia, compromisos de compra de maquinaria y equipamiento adscrita a la concesión, principalmente grúas de muelle y de patio, así como otros elementos asociados, por un importe global calculado a valor actual a fecha de las presentes cuentas anuales de 30,3 millones de euros.
En 2022, los ocho directivos que integraban la alta dirección de la firma, siete hombres y una mujer, percibieron 966.000 euros en retribuciones frente al 1,24 millones de euros del año anterior. Cabe recordar que la compañía francesa CMA CGM acordó con JP Morgan la compra de su participación del 49% en el accionariado de la terminal de contenedores del grupo chino, aunque estaba pendiente de autorizar por parte de competencia.