La dependencia del coche en el área metropolitana de València: más vehículos por habitante y carnets

VALÈNCIA. Desplazarse para acudir a trabajar o realizar alguna actividad de ocio suele ser sinónimo de subirse al coche para muchos de los habitantes de los municipios que envuelven València y no tanto así para quienes viven dentro de la propia ciudad, que cuenta con una de las menores tasas de turismos por habitante de toda el área metropolitana y uno de los porcentajes más bajos de carnets de conducir vigentes entre sus residentes mayores de edad. Además, y mientras que en todos estos municipios el número de vehículos ha crecido en los últimos años, en València la tendencia reciente es la contraria.

Según el último informe sobre vehículos y permisos de conducción publicado recientemente por la Oficina de Estadística del Ayuntamiento de València, la capital de la Comunitat Valenciana tenía el pasado año alrededor de 45 coches por cada cien habitantes, un índice inferior al de más de cuarenta localidades de su entorno y tan solo superior al de Mislata, un municipio que en muchos aspectos podría considerarse una extensión de la propia ciudad. Este escenario desvela, así pues, que las poblaciones del área metropolitana y en especial las más alejadas de València dependen más del vehículo propio para moverse en el día a día, una necesidad que, además, parece que va en aumento.

De hecho, estas cifras guardan relación con el análisis de situación que realizó la Generalitat Valenciana en su Plan de Movilidad para los alrededores de València (PMoMe), cuya primera versión se publicó en junio del pasado año y donde ya se advertía que, de los más de 2,7 millones de desplazamientos diarios contabilizados en el área metropolitana con transportes mecanizados, un 73% se hacían en vehículos privados y solo un 24% en transporte público. Una situación muy distinta al que se observaba en la capital, ya que allí el uso diario del coche propio caía al 57% del total de estos traslados y las alternativas públicas crecían hasta el 40%.

“La movilidad en el área metropolitana está apoyada fundamentalmente en el uso del vehículo privado y de la red viaria”, se afirmaba en el informe que acompañaba al Plan, cuyo objetivo era precisamente el de buscar vías más sostenibles para los desplazamientos cotidianos en València y su entorno. Del mismo modo, el estudio concluía que la dispersión de primeras residencias y empleo por toda el área metropolitana contribuía “a que las relaciones domicilio-trabajo sean mucho más difíciles de atender con el transporte público”, lo que se evidenciaba igualmente al constatarse un incremento en el uso del transporte privado para moverse durante las últimas tres décadas.

Así pues, y con los desafíos para lograr un transporte diario más sostenible sobre la mesa desde hace años, algunos de los municipios que poseen las tasas de vehículos por habitante más altas se encuentran muy alejados de la capital valenciana o están peor conectados con ella por el transporte público. Ocurre de este modo en Beniparrell, donde se registran casi 83 turismos particulares por cada cien vecinos, el índice más elevado de toda el área metropolitana, mientras que junto a València y Mislata otras localidades como Burjassot, Xirivella y Alboraia no alcanzan los 46 coches por cada cien habitantes.

A su vez, en Paterna, una localidad que limita con València pero que cuenta con algunas áreas urbanas mucho más retiradas de la capital, como La Canyada, y otras en las que las opciones del transporte público son más limitadas, como Lloma Llarga o Terramelar, el número de vehículos propios por cada cien residentes ya se eleva a más de 52. Este municipio es, además, el que mayores intercambios diarios de viajeros registra con València según un estudio de movilidad realizado el pasado año por Telefónica Tech, en el que se sugería que sería “positivo” profundizar en este caso “para una mejor planificación de las conexiones con la zona norte y noroeste y evitar la saturación de los accesos”.

Asimismo, el análisis del número de permisos de conducir vigentes en los municipios del área metropolitana de València revela que son mucho más frecuentes en aquellas localidades ubicadas a mayor distancia de la capital e inferiores entre quienes habitan en ella. En concreto, y según los datos de la Oficina de Estadística municipal y las cifras de población según edad que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2021 un 68,6% de los mayores de edad de València contaba con carnet de conducción, mientras que la media en el resto de localidades del entorno de la ciudad era superior en cuatro puntos.

De nuevo, en poblaciones como Beniparrell ese porcentaje supera el 81%, aunque es en una de las localidades más alejadas del área metropolitana de València, como es San Antonio de Benagéber, donde se alcanza la proporción más elevada, con un 84,5% de los mayores de edad. De hecho, es en este municipio donde más se ha incrementado el número de turismos en la última década, más de un 38%, mientras que precisamente la capital valenciana es la única localidad de la zona donde habría decrecido.

En el lado opuesto, los municipios donde son menos habituales los permisos de conducir son, además de València, poblaciones como Mislata (65,7%), Burjassot (68,1%), Tavernes Blanques (69,1%) o Quart de Poblet (68,6%), donde en ningún caso se supera el 70% de mayores de 18 años con carnet de conducir.

Más hombres conductores

Por otro lado, las cifras de permisos de conducción también evidencian cómo sigue existiendo una pequeña brecha de género también al volante, ya que en todos y cada uno de los municipios del área metropolitana se repite el mismo patrón: el porcentaje de hombres conductores es mayor siempre al de mujeres. Este es un escenario, no obstante, que se está suavizando paulatinamente con el paso de los años, ya que si en 2010 de media el 40,3% quienes conducían eran mujeres, el pasado año ese porcentaje escalaba hasta el 42,7%.

Los municipios que menor diferencia presentan en este sentido son San Antonio de Benagéber y Rocafort, donde en 2022 más del 47% de las personas conductoras eran mujeres. En este sentido, Godella, Vinalesa o Alboraia presentan igualmente algunos de los porcentajes más igualados, mientras que, por su parte, en Quart de Poblet, Llocnou de la Corona, Alfafar y Xirivella la proporción de mujeres al volante no alcanza en ningún caso el 40%. En València, las mujeres representan un 43,3% del total de conductores.