MADRID. El dólar experimentó una de las mayores caídas de dos días de la historia la semana pasada, con descensos que van desde casi el 6% (frente al yen japonés) hasta algo menos del 2% (frente al dólar canadiense, la segunda divisa con peor rendimiento de la semana). Las divisas de los mercados emergentes también subieron, con la notable excepción del real brasileño (ya que los mercados reaccionaron de manera brutal a un discurso de Lula en el que sugería que estaba a favor del gasto no financiado al estilo de Truss).
Esta semana la atención se centrará en los informes sobre la inflación de octubre en varios países del G10 como Suecia, Canadá, Reino Unido y Japón. Se analizarán con atención en busca de señales que indiquen que la inflación está alcanzando su punto máximo, aunque creemos que la sorpresa positiva de la semana pasada en Estados Unidos no puede extrapolarse a otras áreas económicas.
También prestaremos atención a los dos discursos de la presidenta del BCE, Christine Lagarde. Por ahora, el implacable repunte del dólar parece haber tocado techo y el camino a seguir por el billete verde puede ser a la baja a corto plazo.
Debido a la ausencia de noticias importantes en la eurozona durante la semana pasada el euro cotizó sobre todo en función de los acontecimientos que se produjeron en otros lugares (especialmente por el informe sobre la inflación en EE.UU.). Por otro lado, las noticias que sugieren que China podría suavizar las restricciones del COVID, lo que avivaría el apetito por las exportaciones europeas en ese país, también impulsaron a la moneda común, que llegó a subir casi un 4% frente al dólar.
Seguimos pensando que las expectativas del mercado sobre los tipos de interés terminales europeos son demasiado bajas y que no se ajustan a la realidad económica y al incesante aumento de la inflación. Lagarde tiene una oportunidad el miércoles y otra el viernes para hacer subir estas expectativas. Por lo demás, esta semana no habrá muchas más noticias en la eurozona que impulsen el mercado.
Hay un refrán que dice que “una golondrina no hace verano”, pero el informe sobre la inflación de octubre fue una buena noticia y fue justamente celebrado por los mercados como tal. Los precios de los bienes fueron más bajos de lo esperado y tanto la cifra general como la subyacente disminuyeron respecto al mes anterior. La tasa principal lleva varios meses cayendo, y aunque el índice subyacente -más importante- todavía no está cayendo, tampoco sube.
Esta semana no se publicarán muchos datos en Estados Unidos, pero tendremos varios discursos de miembros de la Fed, nada menos que siete en total. Los mercados los observarán con atención, en busca de pistas sobre el impacto del informe de inflación de la semana pasada en las expectativas de la Fed para la subida de diciembre y el tipo de interés final de los fondos federales.
El informe sobre el PIB del tercer trimestre de la semana pasada fue mixto (mejor de lo esperado, aunque sigue siendo negativo). Esto significa que Reino Unido puede estar ya en una recesión técnica, aunque por el momento las cifras son consistentes con una recesión corta y poco profunda.
Esta semana será intensa en cuanto a la publicación de datos en Reino Unido. Al informe sobre el empleo del martes le seguirán los datos sobre la inflación que se publicarán el miércoles. Se espera que los primeros muestren un fuerte crecimiento de las nóminas en octubre, mientras que el segundo muestre una tasa de inflación subyacente constante muy por encima del 6%.
Se encuentre el país en recesión técnica o no, creemos que en este contexto el Banco de Inglaterra no puede permitirse dejar de endurecer su política monetaria a corto plazo, y esperamos un tipo de interés terminal más alto que el que esperan los mercados.
En las últimas semanas se ha observado un cambio de suerte para el yen bastante notable, y es que, por ejemplo, fue la divisa del G10 con mejor rendimiento la semana pasada, llegando a subir alrededor de un 6% frente al dólar (el mayor movimiento del USD/JPY en una semana desde 1998). Si bien la mayor parte de la subida se debió a la debilidad generalizada del dólar estadounidense, la valoración del yen, ya de por sí baja, dio lugar a un rendimiento superior. Un posible giro dovish de la Reserva Federal es también desproporcionadamente alcista para el JPY, ya que el Banco de Japón es el único banco central del G10 que no está llevando a cabo un ciclo de endurecimiento de la política monetaria.
Esta semana la atención se centrará en las noticias macroeconómicas, ya que se publicarán varios datos. Prestaremos atención al PIB del tercer trimestre (lunes), a los datos comerciales (miércoles) y al informe sobre la inflación (jueves).
El yuan chino ha conseguido repuntar frente al dólar en los últimos días, alcanzando su posición más fuerte desde septiembre. Las noticias sobre la inflación en EE.UU. han ayudado sin duda, ya que la diferencia prevista entre la política monetaria estadounidense y la china se ha reducido. La confirmación el pasado viernes de que el país comenzaría a relajar algunas de las restricciones impuestas ante el covid, como la reducción de los periodos de cuarentena y del rastreo de los contactos de personas infectadas, han favorecido aún más al yuan.
Los cambios mencionados marcan un giro significativo en la postura de China frente a la pandemia y han alimentado la esperanza de que la economía tenga un mayor margen de maniobra mientras el país continúa con sus esfuerzos para combatir el virus. Dicho esto, se trata de pequeños pasos, y las autoridades han hecho hincapié en que el objetivo ‘cero-Covid’ sigue vigente. Cabe destacar que los contagios en China van en aumento y en Pekín y otras ciudades importantes se han registrado cifras récord de nuevos casos en los últimos días.
Además de en los datos de Covid, estaremos atentos a la reunión entre Biden y Xi en Bali y a la publicación de algunos datos importantes el martes. El PBoC también fijará el tipo de interés de las tasas de sus servicios de préstamos a medio plazo ese día, aunque no se esperan cambios en los tipos, a pesar de que la inflación sorprendió a la baja la semana pasada (2,1% en octubre).
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury