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Cèrcol Coop produce y comercializa arroz 100% valenciano y sostenible  

Dos jóvenes rejuvenecen La Albufera con su innovadora manera de cultivar el arroz

29/06/2022 - 

VALÈNCIA. El sol brilla en lo alto y el agua de los campos de arroz es un espejo del paisaje de La Albufera. Faltan unos meses para que se vacíen los campos de agua y empiece la cosecha del arroz, pero en la lejanía se pueden ver tractores circulando por caminos estrechos y repletos de matarroles. También agricultores revisando que todo sigue su proceso natural. Una rutina que se remonta a tiempos ancestrales, manteniendo viva una tradición que es parte de nuestra cultura.

En uno de esos campos están Teresa Llorca y Miquel Matosses, dos jóvenes que decidieron emprender cultivando arroz de manera más respetuosa con el entorno. Lo hicieron bajo el nombre de Cèrcol Coop y con la convicción de establecer un nuevo paradigma en la siembra del arroz, pues su compromiso con el entorno, los productores y los trabajadores contrasta con lo que se hace en otros campos, trabajados por personas que siguen la inercia del día a día sin esa mirada hacia el planeta que ellos tienen. Con ese compromiso hoy venden de manera online tres variedades de arroz: Bomba, Cendra y Albufera, todas ellas DO Albufera, tanto en blanco como en integral y semi-integral

Una andadura que comenzó a gestarse en 2018 pero que no se materializa hasta enero de 2020, poco antes de que la crisis del coronavirus irrumpiera. Concretamente, en diciembre de 2019 los dos jóvenes lanzaron una campaña de crowdfunding en la plataforma Verkami para lograr los fondos necesarios para dar vida a Cèrcol, una cooperativa de trabajo con venta directa al consumidor sin necesidad de intermediarios. “En un mes logramos llegar al objetivo de 20.000 euros, lo que nos ayudó a poner en marcha Cèrcol Coop, que la registramos en enero de 2020 y a los pocos meses estalló la crisis del coronavirus”, recuerdan sobre esa iniciativa que también servía de test para ver si el proyecto tenía aceptación. 

CÈRCOL COOP SE DIFERENCIA DEL RESTO DE PRODUCTORES POR REALIZAR SUS VENTAS EXCLUSIVAMENTE DE FORMA ONLINE Y SIN INTERMEDIARIOS

Ese nacimiento en medio de una pandemia les ha llevado a tener que redoblar sus esfuerzos para llegar al consumidor y apostar por el negocio online. Precisamente, esa venta directa a través de la web diferencia a Cèrcol Coop con el resto productores. Hasta se podría decir que el proyecto nace para dar solución a una injusticia: el precio que reciben los agricultores por el grano no cubre sus costes —se paga a unos 0,30-0,33 el kilo—. “Es bastante común que un agricultor piense en alguna ocasión saltarse los intermediarios, algo que en el arroz es más complicado porque, por así decirlo, es como el vino, que necesitas procesarlo y envasarlo para llevar”. Un pensamiento que fue cogiendo fuerza pues Miquel es de familia de agricultores y Teresa estudió producción agroecológica. 

Una coyuntura que ha hecho que la cooperativa no termine de despegar y que sea ahora cuando comienza a hacerse un hueco en el mercado y los clientes. “Esta es nuestra tercera cosecha pero ten en cuenta que han sido unos años complicados, por lo que todavía no nos hemos estabilizado en el mercado”, reflexiona. Lo hace mirando hacia el futuro pues su arroz ya se puede adquirir en alguna tienda especializada y hay restaurantes que ya lo emplean para sus arroces y paellas. 

Arroz fresco y de calidad 

Una treintena de campos en los que cultivan diferentes variedades de arroz: “nos centramos en ofrecer las variedades de arroz con más valor añadido (Sendra, Bomba y Albufera) y lo hacemos de forma monovarietal”. Una característica que les diferencia con el resto de productores porque “en el molino grande industrial que hay aquí en Valencia, muchas veces hay variedades parecidas de arroz que se mezclan en el proceso, pero nosotros siempre trabajamos de forma monovarietal, manteniendo cada variedad de manera única y ofreciéndola por separado”. 

LA PRODUCCIÓN ES PEQUEÑA PARA GARANTIZAR LA FRESCURA DEL ARROZ PUES SOLO PELAN Y ENVASAN CUANDO SE HACE UN PEDIDO

Asimismo, al contrario de lo que sucede con otras marcas de arroz, Cèrcol Coop cuenta con una producción pequeña, lo que ha permitido a la pareja emprender el proyecto y tener “flexibilidad, es decir, ir midiendo los kilos de arroz que hacemos”. Esto permite también que el arroz se conserve en perfectas condiciones y esté siempre fresco. Una cualidad que consiguen manteniendo el arroz con su corteza dentro del granero y solo pelándolo cuando se hace un pedido. “Eso garantiza que el grano que llega a los clientes sea fresco, recién pelado y con todas sus cualidades”, comentan destacando que la corteza se utiliza para usos agrícolas o ganaderos. Además, con la ayuda de la seleccionadora óptica, separan las impurezas que puedan haber para asegurar que el grano sea de la mayor calidad posible.

Según detallan, cuando el arroz tiene la calidad deseada, se envasa en envases reutilizables de aluminio con un diseño limpio y cuidado. De momento los que tienen son de cinco kilos, aunque están estudiando la posibilidad de hacer envases de un kilo. “Hay estudios que dicen que un valenciano consume cinco kilos de arroz por año”, dicen para justificar ese tamaño tan grande. 

Cultivar de forma sostenible

Una preocupación y un amor por el parque natural de la Albufera que se transmite también con el propio nombre de la empresa: Cèrcol. “Cèrcol se traduce por circulo y no es una palabras que se use mucho pero en agricultura sí. Además, en las noches de humedad, cuando alrededor de la luna se ve un círculo blanco, se dice: “Cèrcol de lluna no ompli llacuna” y de ahí que el logo también tenga una luna”, detallan. Un nombre y un logo que da importancia a ese agua que nutre el arroz y a todas esas personas que antes que ellos trabajaron en el cultivo del arroz y creando el parque natural de La Albufera. 

Cabe destacar que en la Marjal de la Albufera hay un sistema de reparto de la tierra que es preeminentemente minifundista. De hecho, ellos tienen unas cuarenta hectáreas repartidas en distintas partes del parque. Esto, para Miquel, supone una fuente de riqueza: "Preferimos un modelo en que la tierra esté repartida y sea un producto de todos antes de que sea de una sola empresa”. Lo hacen recordando que ellos son una excepción porque cada vez son menos las generaciones que quieren seguir con el legado: “Muchas personas van a heredar campos que no van a trabajar porque no les interesa por lo que, tantos campos en venta, puede hacer que una multinacional decida adquirirlos. El riesgo existe pero eso se verá en el futuro”.

Un modelo que también tiene sus problemas pues en La Albufera es más complicado hacer arroz ecológico porque la gestión del agua y los márgenes es común. Miquel especifica que todo el proceso de producción, desde la siembra hasta el envasado,  es más sostenible pero no llega a ser ecológico por diversas cuestiones. “El principal problema es el proceso de abono porque el agua tiene mucha cantidad de nitrógeno ya cuando llega y se abusa del abono, echándose más que del que legalmente estaría permitido”, critican diciendo que ellos utilizan una agricultura de precisión y emplean los productos únicamente necesarios en cada caso.

Por lo tanto, para hacer un cambio de paradigma haría falta una modernización del sistema de riego, pero también de formación para realizar otras practicas de cultivo. De hecho, explican que la legislación está avanzando para controlar el abonado. “El problema es que la gente es mayor y mantiene las técnicas de cultivo de toda la vida, sin mirar el daño que pueden estar haciendo al parque”, detallan. 

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