El analista analiza la posibilidad del cierre del Gobierno federal americano, la huelga en el sector de automoción de EE UU y las exportaciones rusas de crudo
MADRID. La parálisis en las negociaciones presupuestarias de EE UU no muestra signos de alivio, aumentando la probabilidad del primer cierre gubernamental desde 2019, ya que los republicanos más radicales continúan resistiendo la aprobación de un proyecto de gasto temporal. Los fondos actuales para las operaciones federales finalizarán el 1 de octubre. Si el Congreso no llega a un acuerdo de gasto para entonces, miles de empleados federales se enfrentarán a licencias sin sueldo.
Por otro lado, el Sindicato de Escritores de América y los estudios de Hollywood llegaron a un acuerdo tentativo el domingo 24 de septiembre por la noche, lo que podría poner fin a una huelga que comenzó en mayo. El sindicato de escritores informó a sus miembros que se había alcanzado un acuerdo en principio sobre todos los puntos clave. El lenguaje final del contrato aún debe confirmarse con la Alianza de Productores de Cine y Televisión, que representa a los principales estudios como Amazon, Disney, Netflix y Warner Bros Discovery. Después de eso, el liderazgo y los miembros del sindicato deberán votar sobre el acuerdo. El acuerdo tentativo no afecta directamente a la huelga en curso de los actores.
Mientras hay avances evidentes en Hollywood, los fabricantes de automóviles de Detroit aún están en un punto muerto con los trabajadores sindicales. La huelga de los trabajadores del sindicato automotor se intensificó al agregar 38 ubicaciones de General Motors y Stellantis. Se informa que las conversaciones con Ford tuvieron un progreso real, pero las negociaciones con Stellantis y GM siguen siendo desafiantes. Ford reconoce que hay brechas significativas por cerrar. Se cree que el sindicato automotor está asegurando su influencia al abstenerse de hacer huelga en instalaciones de vehículos, motores y componentes. La intervención de la Casa Blanca, con el presidente Joe Biden llegando a Detroit para "solidarizarse con el sindicato automotor", no surtió mucho efecto.
Por otro lado, Rusia parece haber logrado evitar las sanciones del G7 en la mayoría de sus exportaciones de petróleo, lo que podría generar al menos 15.000 millones de dólares más en ingresos petroleros en 2023. Esto se debe a los precios más altos del crudo y a un menor descuento en el petróleo ruso. Casi el 75% de todo el flujo de crudo ruso por mar se realizó sin seguro occidental en agosto, lo que indica que Rusia es hábil para eludir el límite de precio del petróleo de 60 dólares/barril impuesto por el G7.
Las preocupaciones occidentales sobre la aplicación de este límite han aumentado, ya que el crudo ruso Urals ha estado cotizando por encima de 60 dólares/barril desde julio. A pesar de los desafíos en el sector petrolero, se espera que más ingresos fluyan al tesoro de Vladimir Putin.
Darío García es analista de XTB