MADRID. La educación financiera es ya un pilar fundamental para el bienestar económico de cualquier persona. En España es necesario continuar mejorando el nivel de educación financiera, ya que seguimos siendo uno de los países que más pendiente tiene esta materia a nivel europeo.
Una población bien informada sobre cuestiones financieras está mejor preparada para enfrentar situaciones imprevistas y tiene más posibilidades de tomar decisiones responsables y estratégicas. En este sentido, la educación financiera desde la juventud emerge como un enfoque fundamental para mejorar la salud financiera de todo el país.
Conscientes de que este sector de la población representa el futuro de nuestro país, EFPA España propone estas cinco claves para mejorar el nivel de educación financiera entre los jóvenes, con el objetivo de empoderarlos y prepararlos para los desafíos financieros que enfrentarán a lo largo de sus vidas. Estas claves no solo influirán en su propio bienestar, sino que también fortalecerán el tejido económico nacional una vez entren al mundo laboral:
- Educación financiera en todos los niveles educativos obligatorios. Los jóvenes tienen un acceso sin precedentes a la toma de decisiones económicas debido a la tecnología. Incorporar la educación financiera desde la escuela es crucial para capacitarlos en la gestión eficaz de este entorno complejo. Es fundamental que los niños comprendan conceptos como el del ahorro desde temprana edad, incluso si aún no utilizan tecnología.
- Educación financiera en todas las ramas universitarias. La educación financiera se erige como un pilar esencial que no distingue entre disciplinas académicas, brindando a todas las personas, sin importar su campo de especialización, las herramientas necesarias para tomar decisiones acertadas, tanto dentro de su ámbito personal como profesional. Las habilidades financieras son universales y muy necesarias en cualquier disciplina, más todavía en un mundo donde el emprendimiento digital está en auge.
- Comunicación a través de redes sociales y formatos alternativos. La comunicación financiera se ha vuelto cada vez más digital y accesible. Los jóvenes son grandes consumidores de información en línea, y es crucial que sepan discernir entre contenidos financieros sólidos y engañosos. Para ello, es importante que se ofrezcan datos de calidad en las plataformas que frecuentemente utilizan. En este sentido, la publicación de información financiera a través de redes sociales o, por ejemplo, el uso de formatos alternativos como el pódcast, son maneras accesibles y dinámicas que relacionan el entretenimiento con la formación y que pueden hacer atractivos contenidos que, quizá en otro tipo de formatos, no lo serían para ellos.
- Programas de asesoramiento financiero juvenil en entidades financieras. Se trata de una gran oportunidad para ofrecer orientación personalizada para los jóvenes, que a menudo cuentan con necesidades diferentes a las del resto de la población. Al mismo tiempo, estos programas fomentan una relación de confianza con las instituciones financieras desde una edad temprana y pueden ser de gran ayuda para conocer todos los productos y servicios que les pueden ofrecer a lo largo de sus vidas.
- Actividades especiales, programas y eventos. Estas iniciativas brindan oportunidades prácticas de aprendizaje y participación activa, permitiendo a estas generaciones experimentar de primera mano conceptos financieros y situaciones reales. Al participar en actividades interactivas, asistir a eventos educativos o formar parte de programas estructurados extraescolares, los jóvenes pueden desarrollar una comprensión más sólida de la gestión financiera, al tiempo que fomentan el interés y la confianza.
Para poder aportar su conocimiento a este fin, EFPA España ha puesto en marcha 'UNIverso Financiero', una iniciativa destinada a llevar la educación financiera a las aulas universitarias españolas. Este proyecto, enmarcado dentro del Programa de Educación Financiera de EFPA, busca formar a los estudiantes universitarios en materia económica, independientemente de su rama y especialidad, de manera completamente gratuita. ¿El motivo? Lograr una sociedad con una buena cultura financiera, en un contexto donde los riesgos derivados de la creciente oferta de productos financieros y bancarios complejos, su fácil acceso gracias a las tecnologías y las presiones consumistas, son muy elevados.