VALÈNCIA. Depósitos transferibles -cuentas corrientes, cuentas de ahorro y depósitos a la vista- e instituciones de inversión colectiva (IIC) -fondos y sicavs principalmente- fueron los activos que más crecieron dentro del ahorro financiero de las familias españolas a lo largo de 2017. Así lo recoge el el último informe de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco) correspondiente al pasado ejercicio.
Un ahorro que, por otro lado, registró un nuevo máximos histórico al alcanzar los 2,15 billones de euros, según datos del Banco de España recogidos por la patronal nacional de la industria de la inversión colectiva. Los hogares españoles incrementaron en 49.739 millones su saldo de activos financieros durante el pasado año, lo que representa un aumento del 2,4% respecto a 2016.
Los depósitos transferibles crecieron un 13,2%, hasta los 579.844 millones de euros -nuevo máximo histórico-, pese a seguir con 'tipos cero' pero el carácter conservador de los españoles es el que es y no pocos prefieren cobrar nimias rentabilidades antes que exponerse a más riesgo.
A continuación se situaron las instituciones de inversión colectiva, que integran fondos, sicavs e IIC extranjeras, que aumentaron el 12,3% en 2017, hasta los 312.551 millones de euros. De este modo, las IIC continúan incrementando su ponderación en el ahorro total de las familias españolas y a 31 de diciembre pasado representaban el 14,6% del total, con lo que se mantienen como instrumento de referencia para el ahorro de los hogares.
A lo largo de 2017, el ritmo de adquisición de activos financieros por parte de los hogares españoles alcanzó el 2,5% del PIB, al igual que en 2016, hasta los 29.917 millones de euros, aportando el 60% del incremento del saldo total de activos; mientras que la revalorización de dichos activos por efecto de mercado contribuyó en un 40% al crecimiento, según el informe de Inverco.
Por su parte, las suscripciones netas positivas de activos financieros alcanzaron los 30.732 millones de euros en 2017, con lo que compensaron las desinversiones netas en otro tipo de productos financieros.
Respecto a los pasivos financieros, las familias los redujeron hasta el 66,6 % del producto interior bruto (PIB) nacional en el cuarto trimestre, lo que situó la riqueza financiera neta de los hogares en 1,37 billones de euros, "muy por encima" de los niveles previos a la crisis.
Por su parte, la riqueza inmobiliaria se situó en el 425,6% del PIB en 2017, un nivel "ligeramente por encima" de finales del ejercicio anterior, y "muy por debajo" al máximo histórico de 585 % alcanzado en 2007 a decir de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco), con datos del Banco de España.