VALÈNCIA. El anuncio de Ford de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a 630 trabajadores en su planta de Almussafes ha provocado muchas incertidumbres sobre el futuro de la factoría. Unas dudas que tanto la administración valenciana como la patronal autonómica CEV han querido disipar destacando la competitividad de la fábrica en estos duros momentos. Incluso han ido más allá, negando cualquier posibilidad de deslocalización de tierras valencianas.
Y es que, esta drástica decisión de la multinacional, que también prevé eliminar el turno nocturno, no solo sacudirá a la planta, sino también a toda una potente industria auxiliar. Ya lo advertía el Clúster de la Automoción de la Comunitat Valenciana (Avia):"La medida tendrá un efecto dominó en las empresas del sector, en función de su nivel de dependencia de la multinacional". No obstante, el alcance final se decidirá tras la negociación con los sindicatos que prevén una negociación dura.
Desde la Generalitat Valenciana, el 'president' Ximo Puig reconocía la preocupación ante la importante destrucción de empleo, pero se mostraba convencido de que la "determinación de Ford de mantenerse en la Comunitat Valenciana es cada vez más clara". "Vamos a mantener la relación estrecha que tenemos con ellos a través de los convenios; estamos convencidos de que la factoría tiene futuro porque hay capacidad tecnología, competitividad y productividad, que es lo que finalmente va a generar a medio y largo plazo su mantenimiento", destaca al ser preguntado por los medios de comunicación.
Por su parte, el conseller de Economía, Rafael Climent, defendía las relaciones positivas que existen en la factoría de Ford Almussafes entre la dirección y sus trabajadores, y entre la planta y el Gobierno valenciano como factores que ayudarán a la multinacional a seguir confiando en la planta de Almussafes. Eso sí, manifestaba su preocupación por el ERE y los efectos que puede tener en la industria de la automoción valenciana.
"No es buena noticia que se plantee un ERE en una situación como la que estamos viviendo, pero vamos a ver cómo se desarrollan las negociaciones y de qué manera las personas afectadas salen lo menos perjudicadas posible", señalaba.
En cualquier caso, el conseller aseguró que tras hacerse público el ajusto laboral que planea la compañía, desde la dirección de Ford Almussafes se le trasladó que no existe nada que haga pensar que la planta peligra, sino todo lo contrario, en "darle continuidad". Y eso, expresó el conseller, le da "cierta certeza de que el ámbito de la automoción aquí va a seguir trabajando y va a ser un sector potente de cara al futuro".
También desde la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) quisieron diferenciar esta medida de lo que es la cualificación y productividad en la planta. "No se puede poner en duda su competitividad", remarcó su presidente, Salvador Navarro.
"La caída de la demanda provocada por la crisis obliga a ajustar costes y producción, como en cualquier otra empresa. Toca adaptarse a las nuevas realidades y exigencias del mercado para apostar por la diversificación tecnológica y por la electrificación en el sector de la automoción", reivindicó el líder de la patronal autonómica, quien también quiso poner el acento en "la versatilidad demostrada por el sector del automóvil, su capacidad de adaptarse a los nuevos retos y la agilidad con la que la planta de Ford en Almussafes ha respondido siempre a las nuevas exigencias".