VALÈNCIA. El PSPV-PSOE cerró en la noche del martes el plazo para la presentación de precandidaturas para las primarias que deben decidir los candidatos a las alcaldías en municipios de más de 20.000 habitantes. Un proceso que se clausuró con un balance que puede considerarse positivo para la dirección de cualquier partido político: sólo en seis localidades de las 65 se han presentado dos candidaturas. En el resto, las agrupaciones han consensuado o coincidido en la apuesta por un sólo aspirante, lo que reducirá notablemente la tensión que suele producirse en los procesos de primarias.
Hay excepciones, obviamente. Posiblemente la más destacada la que se produce en Alicante ciudad, donde María José Adsuar ha decidido, apoyada por el sector crítico, postularse como alternativa a la exconsellera Ana Barceló, bendecida por el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig. También habrá dos aspirantes en Almoradí, Benidorm y Mutxamel, algo con lo que se contaba en la dirección socialista. Por otro lado, en la provincia de Castellón hay candidato único en todos los grandes municipios mientras en Valencia sólo dos ciudades podrían llegar al duelo. En la capital tiene lugar el hecho más anecdótico, dado que la vicealcaldesa Sandra Gómez se mide al militante de base, Paul de Quant, quien no alcanzará probablemente el 12% de avales requeridos; mientras que en Llíria sí se presume batalla hasta el final entre los dos precandidatos: Francisco Gorrea y Josefa Torrijo.
Por otro lado, cabe recordar que el PSPV trasladó a la segunda ventana de primarias -cuyo proceso comenzará el mes que viene-, dos grandes municipios donde todavía no tiene una solución clara: Ontinyent y Torrevieja.
En el resto de municipios, especialmente en la provincia de Valencia y salvo alguna sorpresa como la de Carmen Martínez en Quart de Poblet, la apuesta es clara: continuidad. No en vano los socialistas ostentan la alcaldía en una veintena de municipios de más de 20.000 habitantes de los 30 existentes. Compromís manda en siete mientras el PPCV tuvo que conformarse en 2019 con dos varas de mando, Bétera y Alfafar. Precisamente los populares ven con preocupación que deberán enfrentarse de nuevo a sus particulares 'alcaldes-pesadilla': varios lo son por acumulación de años en el cargo, otros por haber conseguido en poco tiempo grandes diferencias en las urnas y algunos por haber sabido mantener una plaza tradicionalmente socialista.
En el primero de los grupos, el ejemplo más claro es el del hasta ahora invencible alcalde de Torrent, Jesús Ros, 25 años al frente del consistorio en dos etapas distintas. Los socialistas han gobernado en la localidad desde 1979... excepto entre 2007 y 2015 cuando Ros no se presentó, una oportunidad que aprovechó una joven María José Català para lograr la alcaldía para el PP. Cuando la dirigente popular se marchó a otros retos políticos y Ros volvió a presentarse, el PSPV recuperó la vara de mando hasta hoy. La única esperanza para los populares es que en 2019 el histórico socialista no logró la mayoría absoluta. Un aura parecida rodea a Conxa García, la alcaldesa de Picassent, quien cumplirá 20 años en el cargo el próximo ejercicio y lo hará con una mayoría absoluta de 13 concejales frente a los cuatro del PP.
Entre el bloque de jóvenes alcaldes con mayorías que sonrojan al PP se sitúan Carlos Fernández Bielsa en Mislata, Jordi Mayor en Cullera, Guillermo Luján en Aldaia o Mario Sánchez en Requena. El primero de ellos se ha encargado desde 2011 de ir reduciendo a la oposición tanto a izquierda como a derecha a la mínima expresión. 15 concejales logró Bielsa en 2019 cuando la mayoría absoluta se situaba en 11 ediles: el PPCV se quedó en tres regidores, mientras Compromís, Ciudadanos y Vox tuvieron que conformarse con uno cada uno. Los diez años de gobierno que ostentó el PP entre 2001 y 2011 son cada vez un recuerdo más lejano.
En cuanto a Mayor, su camino sigue los pasos de Bielsa. En 2019 mejoró sus resultados (14 concejales) superando holgadamente la mayoría absoluta (situada en 11) dejando también a los rivales en niveles de representación mínima. Tres ediles para el PP, dos para Compromís y dos para Ciudadanos. De esta manera, el actual alcalde tiene como objetivo apuntalar aún más su dominio en una plaza donde los populares gobernaron no hace tanto, concretamente con Ernesto Sanjuán (2003-2015).
También lleva una trayectoria similar Luján. Tras recuperar la alcaldía en 2015 con ocho concejales; en las pasadas elecciones se disparó comiéndose el espacio de la izquierda hasta los 14, tres por encima de la mayoría absoluta, dejando al PP y a Ciudadanos con tres cada uno y a Compromís con tan solo uno. De esta manera, volvía a cimentar el histórico dominio socialista en una localidad que el PP sólo pudo gobernar entre 2011 y 2015. Una proyección parecida es la que acumula el alcalde de Requena, Mario Sánchez, quien dio un golpe de autoridad en las últimas elecciones pasando pasando de ocho a 13 ediles, dos por encima de la mayoría absoluta y dejando al PP en cinco.
Con resultados más ajustados pero con el reto de seguir gobernando y continuar manteniendo al PP en resultados mínimos se encuentran Juan Antonio Sagredo (Paterna), con 11 concejales (justo en la mayoría absoluta), al igual que Robert Raga (Riba-roja), quien logró también ese registro en 2019; mientras que el PP se quedó en 4; Roger Cerdà (Xàtiva), con 10 ediles (a uno de la absoluta) y con una formación popular con cuatro regidores; Amparo Orts (Moncada) con nueve concejales (a dos de la absoluta) y con el PP en cuatro; Miguel Chavarría (Alboraia), también a dos de la absoluta y con el PP en tres concejales aunque con opciones de 'rascar' de los cuatro obtenidos por Ciudadanos; o Darío Moreno (Sagunt), quien gobierna sólo con siete ediles pero frente a un PP que logró tres.
Por otro lado, los socialistas también apuntan a mantenerse en otras dos ciudades donde la derecha nunca ha gobernado: Burjassot, con Rafa García, y Alaquàs, con Antonio Saura, ambos con mayoría absoluta.
Un panorama complicado para el PPCV, no sólo por el número de alcaldías controladas por la formación del puño y la rosa, sino por la distancia a la que se quedaron en 2019. En estos municipios de más de 20.000 habitantes, donde consiguieron permanecer a corta distancia fue en Gandia, Xirivella y Algemesí, donde la gaviota se quedó a dos ediles de los registros del PSPV.