El valenciano Lucas Momparler redescubre el ‘proyecto intimista’ a través de la fotografía

VALÈNCIA. ¿Se puede enseñar a tener un lenguaje propio en fotografía? El valenciano Lucas Momparler se ha propuesto averiguarlo a través de través de 11 sesiones con su curso de Aproximación al proyecto intimista, en el que pretende encontrar ese pensamiento crítico que se encuentra tras cada lente. A través de una “iniciación” a la fotografía documental intimista Momparler plantea a sus pupilos un camino a seguir para llegar a un objeto artístico en el que se vea la “expresión propia” y una mirada única. No solo bastan los referentes, o creer conocerse a uno mismo, aquí las claves giran entorno a la visión de la identidad y como se viste con una conceptualización y una forma: “Yo lo que quiero es hacer razonar a los alumnos, al final son ellos quienes van a tomar las decisiones, pero tendremos que averiguar por qué han decidido dar en ese clavo”.

En el espacio íntimo de Filipinas 5, hogar de África Pitarch y Andrea Savall, hasta 12 personas podrán unirse a Momparler durante 11 sesiones lectivas, con un total de 33 horas en las que encontrar el motivo propio del proyecto y su materialización. Los alumnos tendrán desde octubre hasta que llegue el frío de diciembre para encontrar ese lenguaje que les identifique guiados por introducción, metodologías, forma y conceptualización y puesta en marcha con un ambicioso proyecto final. Unas 11 lecciones para responder a la pregunta que se plantea al principio del artículo, y para saber si Momparler consigue potenciar la creatividad de sus alumnos a través del flash.

La clave de este ambicioso proyecto Lucas es plantear “las preguntas correctas” para una buena evolución, con el motivo de generar un proyecto creativo en el que los alumnos se sientan cómodos: “Quiero ver como se evoluciona, y como cada uno encuentra su camino y su forma. Puede darse el caso hasta de que dos personas lleguen de diferentes maneras a un mismo objetivo, pero por caminos totalmente distintos”. Para Momparler, en el mundo de la fotografía como en el de la arquitectura, todo se trata de conceptualizar y de dejar reposar las ideas: “Al final lo que tendremos serán las diferentes maneras de llegar a un proyecto, y que cada uno emplee la que más le convenga”, cuenta el fotógrafo.

Para poder encontrar el Proyecto intimista el alumno tendrá que pasar por todo tipo de emociones, con un poco de intensidad y ejercicios entrelazados, en los que hasta Momparler se plantea cambiar su punto de vista: “Este proyecto es algo con vida, no sería igual lo que habría enseñado hace unos años que lo que haría en un futuro, el lenguaje fotográfico es algo que está en constante cambio”. Dentro de la ambición de encontrar la mirada única la duda se la plantea hasta el propio profesor, quien sabe que su proyecto cambiaría totalmente también con esto de los años: “Creo que todos evolucionamos y vamos cambiando a través de nuestro aprendizaje, pero con esto me gustaría que quedaran asentadas ciertas bases”.