Las expectativas de un incremento más allá de lo pactado por parte de los Emiratos Árabes Unidos podrían inundar de nuevo los inventarios de crudo
MADRID. Uno de los principales países productores de petróleo en la última reunión de la OPEP concluida sin acuerdo -y sin vistas a que haya un nuevo calendario de negociación- vuelve a presionar a los mercados del crudo, que recientemente han alcanzado nuevos máximos postpandémicos. Desde que la reunión se haya dilatado desde el jueves 1 de julio, pasando por el viernes y sin vistas de negociación el fin de semana -concluyendo sin acuerdo y con un distanciamiento entre los miembros de la OPEP-, el precio del crudo ha estado cayendo con mucha fuerza a razón del 7% y el 8% respectivamente para el Brent y el West Texas en el momento de la redacción.
Las expectativas de un incremento más allá de lo pactado por parte de los Emiratos Árabes Unidos podrían inundar de nuevo los inventarios de crudo. Todo ello en un contexto donde la nueva variante Delta del coronavirus y el incremento de la incidencia de la pandemia pone en entredicho la recuperación de la demanda en el corto plazo. Si además tenemos en cuenta que arrancamos la campaña de verano y durante los próximos 90 días, los inversores estarán muy pendientes de los desarrollos relacionados con la pandemia de cara a pronosticar que podría suceder con el sector turístico y las compañías que lo componen en su desempeño en bolsa.
IAG, AENA, Meliá Hotels y Amadeus retroceden inexorablemente con este contexto negativo. Si bien todavía no se han publicado noticias relativas a cancelaciones de reservas, lo cierto es que la dificultad a la hora de tomar la decisión de irse de vacaciones podría complicar los resultados de este tercer trimestre, en el que están puestas muchas esperanzas tanto del ámbito laboral en general del sector turismo y restauración cómo de los resultados financieros de estas cuatro compañías.
Si además observamos el incremento de las compras de activos de renta fija -y por ende una caída de las rentabilidad del bono a 10 años de Estados Unidos por debajo del 1,3%- y el incremento de las posiciones en el oro, está claro que los inversores están buscando protegerse de las adversidades que puedan suceder en las próximas semanas.
Y si faltaban ingredientes a esta mezcla, el Banco Central Europeo parece que ha sido secuestrado por los 'dovish', la noticia de que el organismo central del viejo continente adoptará una política flexible respecto a la inflación que en sus más de 40 años ha buscado mantenerse por debajo del 2% (actualmente estamos en el 1,9%) ahora parece que ha dado un giro a su política y de todas las opciones que tenía para elegir, se ha decantado por un '2% flexible' y así matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, si la recuperación económica muestra precios por encima del 2% se justificarán diciendo que estaba dentro de lo previsto; mientras que si se les escapa de las manos poder adoptar mayores medidas monetarias de apoyo a la economía sin tener que dar explicaciones.
Darío García es analista de XTB