MADRID. El fuerte movimiento alcista de las acciones alemanas que está experimentándose durante los primeros meses del 2023 tiene como punto de partida el contexto del débil año anterior. Debido a la mayor dependencia de la industria alemana del gas, el índice cayó significativamente, sobre todo hasta septiembre del año pasado.
Sin embargo, ahora la situación no es tan mala como se temía. La economía funciona razonablemente bien y los precios energéticos también han vuelto a bajar considerablemente. La temporada de presentación de resultados también ha ido bien en general, por lo que las acciones alemanas figuran con razón entre las ganadoras de este año.
Caso aparte, es el sector tecnológico, por ejemplo, ha tenido un buen comportamiento desde principios de año, con un fuerte predominio de SAP en Alemania. Los sectores automovilístico e industrial, importantes para Alemania, también han funcionado bien y han contribuido al buen comportamiento del DAX. En cambio, el sector inmobiliario sigue pasando por un mal momento este año debido a la fuerte subida de los tipos de interés.
El resto del año parece que será el de una tendencia beneficiosa para las empresas alemanas con una previsión positiva para la evolución en 2023. La incertidumbre en los mercados de capitales sigue siendo elevada, especialmente en los temas de la inflación, los tipos de interés y el desarrollo económico. No obstante, a pesar de la fuerte subida registrada desde principios de año, las acciones alemanas en particular siguen estando relativamente baratas, sobre todo en comparación con las estadounidenses.
El gran potencial de recuperación está en las empresas de pequeña capitalización. La diferencia de valoración entre las empresas de gran y pequeña capitalización es en este momento históricamente alta. Esto no ha cambiado con respecto al 2022 y ofrece a los selectores de valores oportunidades atractivas.
Sin embargo, la política del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal podría dejar su huella en la economía estadounidense en la segunda mitad del año. Esto también podría tener un impacto negativo en la renta variable alemana. Sin embargo, partimos de la base de que la inflación seguirá bajando en la segunda mitad del año, lo que volvería a dar a los bancos centrales más margen de maniobra en caso de desaceleración económica.
Alexander Domenicus es gestor de carteras en MainFirst