VALÈNCIA. A pesar de haber participado en la organización de 33 ediciones de la Feria Hábitat, la que se celebra esta semana en Feria Valencia está lejos de ser una más para Amparo Bertomeu. La directora general de Anieme, la asociación de fabricantes y exportadores del mueble, afronta la primera edición sin restricciones por la covid con un nivel de expectativas y optimismo similares al de las grandes ediciones de la antigua feria del mueble.
Los 80.000 metros cuadrados expositivos contratados, el regreso de grandes fabricantes y la confirmación de visitantes de todo el mundo invitan a pensar que Hábitat regresará a sus fechas de septiembre por todo lo alto. A pesar de la incertidumbre por la inflación y el posible impacto en el consumo, Bertomeu confía en que el certamen dé el impulso definitivo al sector para cerrar el año con un fuerte crecimiento de las exportaciones.
En esta entrevista, la responsable de Anieme reivindica la importancia de este certamen para la ciudad de València, donde una semana antes ya era imposible encontrar plazas de hotel en los días centrales, destaca la importancia de consolidar el efecto de la Capitalidad del Diseño desde la Fundació del Disseny y explica las circunstancias que marcaron su salida de la presidencia de la delegación valenciana de la Asociación Española de Directivos (AED) de Valencia después de 11 años
- Tras la covid, ¿cómo está el escenario de la exportación en el sector del mueble?
- Los últimos datos que tenemos son el primer semestre de 2022 y alcanzamos ya cifras récord. La pandemia generó algunos momentos duros, pero no ha sido uno de los sectores que más ha sufrido. En estos momentos, el crecimiento con respecto a 2021 ha sido en España de un 12,4%. Y, a nivel de Comunitat Valenciana, de un 14,1% entre enero y junio. Mientras, en 2021, se crecía un 25% anual.
Pero sí se ha dado un cambio en el canal. Durante la pandemia, con la gente comprando colchones, sofás, sillas de estudio para los niños y el teletrabajo, hubo un boom hizo que el crecimiento del retail fuera imparable. Esto también ocurrió a nivel internacional en países como Francia y Reino Unido. No obstante, este primer semestre ha cambiado. El retail no crece tan rápidamente, pero sí lo hace el canal contract porque hay más movilidad, más turismo y una vuelta a las oficinas. La suma es un crecimiento importante y la tendencia es positiva.
- ¿Algún país ha dado la sorpresa?
- Estamos viendo una variación. Estados Unidos se convierte en el tercer destino de las exportaciones, está creciendo y estamos reforzando la promoción. El dólar está más alto que el euro por primera vez, aunque no es un factor con el que juguemos. Estados Unidos es un gran mercado y tiene un tirón muy fuerte, sobre todo de productos que ellos no producen. También se ha dado una relocalización por su parte. No están tan implantados en países como China y de mano de obra barata.
Alemania es la primera vez que está en datos negativos a nivel nacional, con un -4,6%, mientras que Estados Unidos ha crecido un 39,5%. No nos preocupa esta pequeña disminución, porque en cuanto las cosas se normalicen volverá el consumo. Alemania es el primer país productor de mobiliario, aunque más enfocado al producto técnico, y no es suficiente para abastecer a su población.
- ¿Y a qué se debe el fuerte crecimiento en Estados Unidos?
- A un conjunto de factores. Porque se lleva mucho tiempo haciendo promoción. También, por parte de las empresas, un mayor esfuerzo en abrir filiales. Por otro lado, las industrias americanas se desplazaron a Asia por el tema del coste a Asia y hoy no es más competitivo. Por eso, prefieren el producto europeo que les da una garantía de calidad. Y por último, que el mercado americano es muy consumista. Lo que queremos es que no sea algo coyuntural y sí estable.
No obstante, Francia sigue siendo el principal mercado, mientras que Portugal sigue siendo el segundo. Esto último puede llamar la atención, pero su proceso de descolonización fue muy diferente a España y mantienen muy buena relación con colonias y Angola o Cabo Verde, que compran a través de Portugal. De hecho, este semestre ha crecido casi un 20%.
- ¿Están afectando a la exportación de muebles los conflictos internacionales?
- Somos un poco ajenos a todo eso porque somos un sector de muchas empresas que genera mucho trabajo y empleo, pero no somos estratégicos. Exportamos casi más a Marruecos que a Bélgica o Países Bajos. En Rusia sí se ha caído todo. Esto ha supuesto un fuerte impacto aunque los volúmenes que tenemos de exportación no son muy altos. Pero ha caído y ahora no está ni entre los 25 primeros. No obstante, sí ha sido más importante para una tipología de mueble en el que no hay tanto consumo a nivel mundial, que es el clásico y de lujo.
- ¿Cómo ha afectado al sector del mueble el conflicto con Argelia?
- No ha sido un mercado demasiado importante. Así como otros sectores de la Comunitat Valenciana están muy afectados, nosotros no. Es un mercado que siempre ha tenido muchas restricciones a las exportaciones. Es una medida proteccionista, por lo que el grado de relaciones comerciales con Argelia no ha sido muy relevante.
- ¿Cómo están afectando ahora los incrementos de costes en la energía y las materias primas?
- La energía es más desde hace unos meses. Lo que sí ha repercutido mucho en este último año y medio ha sido el transporte por el aumento de precios de los fletes, lo que ha provocado las revisiones constantes de los precios. Los fletes han pasado de 2.500 dólares a 12.000, hasta el punto de ser casi una puja para tener espacio en el contenedor y poder enviar mercancía. Y, por otro lado, el incremento de precios de materias primas como la gomaespuma, los herrajes, el esqueletaje, las chapas, las maderas,... Pero no podemos repercutir en el producto el todo el incremento, que puede llegar al 25%.
"Antes las tarifas se revisaban de año en año, pero ahora se revisan cada quince días"
Entonces, se han dado han sido sucesivas revisiones de los precios y, a nivel de proyectos, se cotiza a un precio y se mantiene 15 días cuanto antes se revisaban precios con carácter anual. Por ejemplo, chapas que venían de Rusia también ha provocado una falta de suministros. De momento, esto está solucionado, pero nos impide cuestiones como subir los salarios a la par que el IPC. Esto es algo por lo que están pasando todos los competidores. En todo caso, el consumidor es muy sensible al precio, y ahora todavía más.
Pero estoy muy contenta con el esfuerzo de las empresas. Ahora mismo, firmaba con cerrar el 2022 con un crecimiento del 12 o el 14%. Estamos en un momento de incertidumbre, aunque las expectativas son muy positivas.
- ¿Es clave para el sector la Feria Hábitat que empieza este martes?
- Para mí es fundamental que un sector como la industria del mueble tenga una feria muy fuerte porque no hay mejor plataforma y mejor instrumento promocional que una feria. Nos podemos cuestionar cómo debería ser, pero como instrumento nunca jamás vamos a encontrar otro que sea más rentable. Si tenemos en cuenta que en cuatro días de feria como la nuestra en solo cuatro días podemos reunir a 30.000 o 40.000 profesionales a los que podemos mostrar tendencias.
"Es fundamental que un sector como la industria del mueble tenga una feria muy fuerte"
Es un sector que además está respondiendo a la innovación en la parte de textil. También tenemos la economía circular, sensibilidad medio ambiental o colecciones hechas con el plástico de los mares. Y eso solo lo puedes presentar en una feria, yendo de la mano del sector y de la industria con la feria, sea pública o privada. No entiendo cuando un sector cuestiona su feria en su país, en detrimento de una internacional. Hemos puesto en valor la ciudad de València. Llevamos muchos años vendiéndola.
- ¿La Capitalidad del Diseño ha generado un mayor interés en los productos valencianos?
- En los productos que incorporan el diseño en su ADN sí. El concepto de diseño que hemos interiorizado es que todo se diseña. Cuanto mejor sea el diseño, más facilitará la vida del ciudadano.
- En este último año ha asumido la vicepresidencia de la Fundació del Disseny, el organismo que quiere tomar el relevo a la Capitalidad cuando pase este 2022. ¿Cuál es su hoja de ruta?
- Elegimos una fundación porque nos pareció la forma jurídica más adecuada para darle continuidad a todo lo que es el legado de la capitalidad. Con la inversión y el esfuerzo tanto a nivel empresarial como de Gobierno que se ha realizado, había que darle una continuidad. Se ha constituido un consejo de patronos que forma parte de todas las disciplinas que tiene que ver con el diseño. Empieza su andadura el 1 de enero de 2023, aunque en estos meses está coexistiendo.
La fundación, presidida por Vicent Martínez, diseñador de reconocido prestigio, tiene la misión de crear una especie de hub a nivel de diseño en el que las disciplinas educativas, el Arxiu del Disseny, el interiorismo o escuelas puedan confluir. Y, junto al Consell del Disseny, esté todo enfocado a tener una continuidad y perpetuidad. Pero esto se lo tienen que creer las empresas, que serán los patronos.
- ¿Cree que la Capitalidad del Diseño ha tenido mucha participación política?
- Han hecho una apuesta muy fuerte a nivel económico porque desde el minuto cero en el que a nivel empresarial se les transmitió en una reunión la posibilidad, realizaron un acogida extremadamente buena tanto a nivel local como autonómico. Podrían haber sido mucho más protagonistas por la inversión que han realizado, pero nos han dejado total libertad para ir haciendo.
- Este año Hábitat se enmarca en el proyecto paraguas de la Capital ‘World Design Street Festival’, que aglutina a varias ferias y festivales, además de una serie de acciones propias, en la misma semana. Sus impulsores han confirmado su deseo de que la convivencia en el calendario se mantenga, generando una gran semana del diseño en lugar de citas repartidas, ¿cree que es positivo a largo plazo o que puede animar al público a venir o, por el contrario, diluirlo entre tanta oferta?
- Feria Hábitat es como la columna vertebral, porque es donde confluyen los intereses empresariales. Es el punto de encuentro de profesionales. Este año, con muchas otras actividades. No creo que haya nada que pueda canibalizar un certamen como una feria porque los intereses que confluyen son de muchas partes, desde hoteles a restaurantes. Va a venir mucha prensa internacional y es una inversión muy rentable. Con estas actividades saldrán reforzadas en ambas líneas y los intereses son los mismos. Para qué queremos diseñadores si las empresas no contratan sus servicios.
- A usted no le convencía la privatización de Feria Valencia, ¿qué le parece el modelo de empresa pública de la Generalitat?
- Hay un montón de modelos de gestión feriales diferentes y en estos momentos lo razonable es que lo que se decida se ponga en marcha pero de verdad. La organización de los certámenes y de las ferias es estar al servicio de las empresas que quieren vender sus productos. Un modelo solo privado es muy complejo porque además el recinto de València tiene una serie de connotaciones que se arrastran de tiempos pasados.
Los modelos mixtos son correctos, pero sin estar regulado en unos estatutos, yo me he sentido siempre coorganizadora del certamen porque las decisiones las tomamos de forma conjunta. Nuestros socios son empresas y a la feria le interesa tener muchos metros que sean rentables para la propia feria. Un modelo totalmente privatizado no lo veo, es muy complejo. Totalmente público, sin contar con la parte privada, tampoco tiene sentido. El certamen tendrá que ser rentable, pero lo primero y principal al servicio de las empresas. Tiene que haber retorno para la empresa y para la ciudad.
- ¿Qué papel han de tener los sectores en la gobernanza del recinto?
- En la parte que me corresponde, como organización sectorial, no me cabe duda de la implicación, pero por parte de los responsables de la feria también. Este nivel de colaboración es lo mejor para que dé sus frutos. Como no haya un sector que se crea lo de la feria como instrumento de promoción, la feria no se puede celebrar, por mucho que sea de titularidad pública.
Nosotros estamos muy contentos con la conselleria que es muy sensible con la industria y con la dirección general de Internacionalización, que todavía lo es más. Han respondido muy bien con la inversión, aunque nunca nos parezca suficiente. Pero somos rentables, porque la administración pone un 20 o un 25%. Nos jugamos mucho con las ferias.
- ¿Pueden ir las revisiones salariales en los convenios a la par que la situación? ¿Qué incrementos se están negociando en el sector del mueble?
- A todos nos gustaría que los salarios fueran mucho menos precarios, pero no a nivel solo de sector sino nacional. Si tenemos una inflación del 10,4% los salarios no pueden crecer a ese ritmo, pero a nadie nos gusta tener menos capacidad adquisitiva. Con la intensidad en mano de obra del sector del mueble y la repercusión en los precios, trasladar todo lo que nos viene de fuera es complejo.
Los sindicatos tienen que negociar y, como es lógico pensar, los incrementos salariales están por debajo de la inflación. Cada comunidad tiene su propio convenio y se están dando revisiones desde 2,5% y 3% en adelante, pero a un 10% en este momento no conozco, porque es una situación irracional. Si un flete pasa de 2.500 dólares a 10.000 o 12.000, alguien se está enriqueciendo mucho por el camino.
"no va a ser un invierno fácil, pero hábitat puede ser un pulmón de oxígeno por los pedidos que se puedan cerrar"
Sería ideal que los salarios crecieran por encima de la inflación y los sindicatos tienen que hacer su papel, pero metiéndose también en la situación industrial. Esta industria tiene márgenes muy pequeños. Es un sector empobrecido generalmente por mucha innovación que se haga. Los que más ganan son los intermediarios, no los fabricantes. Este sector hay que entenderlo como un sector manufacturero, empobrecido y que necesita mucha inversión.
- Incertidumbre es la palabra más repetida en las últimas semanas para referirse a la coyuntura en los próximos meses, ¿cree que el otoño será tan malo como se presume? ¿Teme una recesión?
- Estamos en un contexto de incertidumbre que nos produce el contexto mundial. Nuestro sector va por retail, que puede sufrir una reducción, pero el contract va a seguir creciendo aunque no va a ser un invierno fácil. Yo me atrevería a vaticinar que la export puede terminar con un crecimiento a dos dígitos entre el 12 y el 14%, dependiendo del comportamiento de Estados Unidos. Y un pulmón de oxígeno va a ser la feria por los pedidos que se pueden hacer. También se presentan prototipos para el futuro.
La facturación no crecerá excesivamente porque donde más se puede sufrir es en el mercado nacional. También por el tema salarial, los márgenes no dan porque hay mucho que absorber. Y luego hay empresas que tienen sus propios convenios y también hay compañías con falta de mano de obra. Nuestro producto no se puede automatizar tanto como otros, a pesar de la innovación y la robótica. Creo que vamos a cerrar el año bien, positivo, por encima de un 10%.
- Hace unos meses cerró su etapa en la presidencia en Valencia de la Asociación Española de Directivos después de 11 años, ¿por qué dejó el cargo?
- Para todo tiene que darse una renovación. Una cosa es el trabajo remunerado, pero en los puestos de organizaciones no remunerados está muy bien que haya una renovación. Están bien los cambios porque se agotan las ideas. En mi caso se prescindió porque molestaba entre comillas el grado de éxito que habíamos tenido en València con una involucración por parte de los directivos y un crecimiento exponencial muy grande, y al ser una asociación que tiene unas directrices a nivel nacional que vienen prescritas, todos no podemos ser iguales.
Cada comunidad tiene una idiosincrasia, un modelo de empresa, un modelo de ejecutivo, unas actividades que sí van en un sitio y en otro no, y cuando uno empieza a hacer un poquito de sombra es como que molesta. A mí me invitaron a que dejase el cargo y es normal que suceda, pero como siempre digo, las formas siempre cuentan. Pero estoy muy contenta porque eso me ha permitido hacerme cargo de la fundación, he aprendido un montón, he conocido a gente extraordinaria y lo que me duele es que todo el esfuerzo que se ha hecho durante mucho tiempo se vaya por la borda.
"cuando uno empieza a hacer un poco de sombra, a los que están por arriba no les gusta"
En el fondo, cualquier organización, sea una patronal o sindicatos, son las personas que están detrás. Un ideario o un estatuto te marcan un camino. En este caso, mi opinión, creo que las personas que dirigen en algún momento han de revisar el porqué. Nadie en una organización puede poner su puesto personal por encima de la organización, porque entonces está haciendo mal su trabajo. Hay una finalidad mayor que en este caso es el servicio al socio que te está pagando.
Mi experiencia es que cuando uno empieza a hacer un poco de sombra a los que está por arriba no gusta, sobre todo si está centralizado. Lo que pasa en Barcelona, a nosotros no nos importa. Pero los problemas directivos de Canarias no tiene que ver con València. A nivel sectorial sí, pero a nivel de directivo no. Y en València, todo el trabajo que hizo la persona que estaba al frente que ya no está a nivel laboral, hay una parte y ojalá me equivocara se va a perder.
- ¿Qué se logró durante esta etapa?
- Un crecimiento espectacular. Empezó todo pequeño y se fue haciendo un trabajo de hormiguita. De visitar y ver las necesidades de la gente. Era una red de contactos en la que aportar y en un ambiente también lúdico que servía para desconectar. Con la pandemia fue duro para generar el nexo de unión con el socio y fue un camino laborioso. Ahora, tengo muchas demandas de directivos que piden montar algo, pero siempre he dicho que no, porque una etapa cuando se cierra, se cierra.