VALÈNCIA. La celebración del Día del Trabajo este año será distinta, atípica. El coronavirus impide la tradicional marcha reivindicativa y dejará vacía las calles, pero la movilización no decaerá, sino que se traslada a las redes sociales y los balcones. El grito unánime será virtual. El objetivo es inundar las redes sociales con fotos y vídeos de la jornada bajo la etiqueta #YoSoyPrimerodeMayo para animar a la participación. La música también entrará en los hogares de los españoles de la mano de diferentes cantautores que se han sumado a la convocatoria.
Pese a todo, la reivindicación se hace aún más necesaria, señalan los secretarios generales de UGT-PV, Ismael Sáez, y CCOO-PV, Arturo León. "Aunque no estemos en las calles va a seguir siendo un día de movilización en el que vamos a poner de manifiesto el valor del trabajo en esta sociedad", reivindica León. "Ahora todavía se hace más evidente que los servicios públicos son fundamentales", puntualiza Sáez.
Y es que la actual situación de crisis provocada por el coronavirus ha causado estragos en el empleo. Más de 4 millones de trabajadores se encuentran afectado por un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE). Un verdadero "terremoto" laboral que ha demostrado la debilidad del mercado y su dependencia en el sector servicios y el exterior. Una situación que debe ser aprovechada para reconducir las políticas industriales y encaminarlas hacía un modelo basado en el conocimiento, la investigación, la transición energética y la igualdad para garantizar empleos estables y fijos, señalan ambos líderes sindicales.
"Tenemos un modelo que por sus propias características no genera productos de valor añadido y está abocado a un empleo inestable y con condiciones precarias", sostiene León. Una idea compartida desde UGT. "Tiene que haber una política industrial que dirija al conjunto de país hacia dónde tenemos que ir. Y debe estar basada en las nuevas fuentes de energía, la innovación y el conocimiento", destaca Sáez. Valencia Plaza habla con ambos para analizar las perspectivas futuras ante el horizonte incierto que se abre con la pandemia.
-Este año se celebra un Primero de Mayo atípico y virtual...
-Ismael Sáez (UGT-PV): Sí, va a ser un Primero de Mayo distinto, pero los motivos siguen siendo los mismos. La convocatoria será a través de las redes sociales en una especie de manifestación virtual para que los trabajadores se sumen a la celebración. Se mantendrán los discursos a través de las webs de las Confederaciones y también queremos llenar los balcones. En estos momentos se hace más evidente que los servicios públicos son fundamentales no solo en el tema de la salud, sino también para el sector privado.
-Arturo León (CCOO-PV): No se nos va a ver en la calle porque no podemos salir a la tradicional manifestación, pero va a seguir siendo un día de movilización en el que vamos a poner de manifiesto el valor central del trabajo en esta sociedad, la necesidad de un sistema de protección social y de unos servicios públicos potentes que son los que verdaderamente dan cobertura a la sociedad. Vamos a exigir un nuevo modelo social y económico más justo porque esta crisis ya ha puesto de manifiesto algunas cuestiones que estaban apartadas como es el valor de ciertos trabajos como el campo, la limpieza y el abastecimiento de la alimentación para supermercados. Sectores que, en general, no tienen un reconocimiento y, sin embargo, en esta situación de extrema necesidad se han rebelado como imprescindibles.
-Precisamente el lema de este año es 'Trabajo y Servicios Público. Otro Modelo Social y Económico es necesario'. ¿Con esta crisis ha quedado de manifiesto la debilidad del mercado laboral?
-Sáez: El mercado laboral será o no débil en función de cómo salgamos de esta situación, aunque ya lo es porque tiene una vinculación muy estrecha a sectores ligados a la temporalidad como es el turismo, que tiene un peso muy elevado en la Comunitat de más del 14%. También se ha puesto en evidencia que nuestra industria es competitiva, pero muy dependiente de esa cadena de valor que pasa por varias partes del mundo. Creo que la debilidad se puso en evidencia ya en la crisis de 2008 y ahora lo que tenemos son casi 4 millones de empleos suspendidos, cientos de miles de empresas hibernadas y que están esperando que se produzca la recuperación.
-León: Sí ha quedado de manifiesto esa debilidad y la necesidad de un sistema de protección social y unos servicios públicos que en los últimos años han estado muy denostados. Nosotros tenemos la fortuna de que contamos con un sistema que nos protege y creo que todo esto va asociado a una financiación adecuada para esos servicios. Durante muchos años hemos asistido al discurso de reducir el tamaño del Estado, de que el dinero donde mejor está es en el bolsillo de los ciudadanos cuando eso no es verdad. Los españoles pagan un 7% menos de impuestos que la media de la UE y con ese dineral podríamos estimular la actividad económica, el empleo y tejer un sistema que combatiera las desigualdades sociales.
-La Comunitat está muy ligada precisamente al sector servicios. ¿Es momento ahora de dar el salto hacía un nuevo modelo productivo?
-Sáez: Siempre hemos defendido que por parte del Estado tiene que haber una política industrial que dirigiera al conjunto del país hacía donde tenemos que ir. Las nuevas fuentes de energía es un campo importante y lo hemos dejado pasar. Además, hay sectores que si fueran capaces de agruparse podrían crear emporios de mayor peso y relevancia. Pero debe ser una política dirigida por las administraciones públicas. Si la mejor política industrial es la que no existe y en la que cada uno hace lo que le parece más oportuno, la tentación de no reinvertir beneficios es alta. Tenemos un escenario de pequeñas empresas sin una posición de país y con un abandono del conocimiento y la I+D.
"Tenemos un modelo que no genera productos de valor añadido y generar empleo inestable"
-León: Espero que esta crisis traiga un cambio de modelo. Ahora nos estamos ocupando de lo urgente y por eso hemos acordado los ERTE y medidas económicas y sociales, pero eso no nos tiene que apartar de la visión de largo recorrido y de lo necesario. Tenemos un modelo que por sus propias características no genera productos de valor añadido y aboca a empleo inestable, mal retribuido y con condiciones de empleo precarias. Si queremos dar un salto cualitativo de verdad y aprovechar esta situación, debemos de centrarnos en un modelo que apueste por el conocimiento, la innovación, dirigirnos hacia una transición energética ordenada y justa apostando por una base sólida de carácter industrial.
-¿Hay músculo en el tejido industrial valenciano?
-León: En la Comunitat hay músculo en las empresas y capacidad de emprendedurismo. Los valencianos tenemos esa capacidad de creatividad y de hacer empresa. Ahora nos hemos dado cuenta de que productos básicos como son las mascarilla o los respiradores dependemos de la oferta exterior. Es fundamental que reorientemos las capacidades productivas y que haya un proceso de relocalición porque ya no será tan importante estar radicado fuera. El país necesita de la capacidad productiva de las empresas y la clave está en apostar por una industria grande, potente y que tenga capacidad de innovar y transformar.
-Los últimos datos de la EPA ya arrojan un panorama bastante dramático del empleo con 509.800 empleos menos en la segunda quincena de marzo, de los que 2.000 son en la Comunitat. ¿Es todavía una fotografía parcial de lo que está por venir?
-Sáez: Sí, es todavía una imagen distorsionada. La EPA hace fotografías más o menos nítidas cuando hay procesos de ralentización o recuperación de la economía, pero no de tsunamis. Esto es un terremoto, una hecatombe que se produce con la declaración del estado de alarma y con la paralización de muchas actividades y eso no lo refleja ninguna encuesta. Los resultados son muchos más graves y dramáticos.
-Los ERTE se ha convertido en la medida 'estrella' del Gobierno para minimizar la destrucción de empleo. ¿Era el instrumento más eficaz?
"LOS ERTE HAY QUE MANTENERLOS VIVOS HASTA QUE LA SITUACIÓN NO REPUNTE"
-León: Para parar el golpe sí porque garantizan que no se destruya el empleo ya que las empresas no tienen que correr con los costes laborables ni sociables y, por tanto, los trabajadores tienen su retribuciones correctas. Pero no es la solución definitiva. Ahora cuando acabe el estado de alarma habrá que ver qué más se puede hacer.
-Sáez: No había otro instrumento para garantizar el empleo. Tenemos casi cuatro millones de empleos suspendidos, algunos van a reactivarse en esta fase de desescalada y, por eso, los ERTE hay que mantenerlos vivos hasta que la situación no repunte. Si no hacemos eso la traducción será cierre de empresas y destrucción de empleo.
-¿Hasta cuándo habría que prolongarlos y en qué condiciones?
-Saéz: Todo lo que sea posible y por sectores. Los ERTE no deben desaparecer con el levantamiento del estado de alarma, sino que se deben mantener con una regulación nueva si es necesaria. El objetivo es que la incorporación de los trabajadores se haga de forma paulatina y según las empresas lo van necesitando para que los trabajadores ni se queden sin renta ni las empresas soporten costes que no son capaces de jugar.
-Pero el Estado no está preparado para asumir esas prestaciones. ¿De dónde conseguir esa liquidez?¿Son partidarios de subir ciertos impuestos?
-Sáez: Lo primero que necesitamos es ayuda de Europa para poder seguir financiándonos Y, además, tenemos una elevada deuda pública que existe porque tenemos una fiscalidad mucho más relajada. Si en el momento que empezó la recuperación económica, a partir de 2015, en lugar de reducir la presión fiscal la hubiéramos mantenido no hubiéramos tenido este déficit público de los últimos años. Por tanto, la fiscalidad tiene que cambiar y nos tiene que permitir sostener a un Estado con una deuda razonable.
-León: Ahora mismo hay nueve millones de pensionista. tres millones de funcionarios y cuatro millones de trabajadores en un ERTE. Hablamos de que el 44% de los trabajadores cobran o reciben alguna prestación del Estado. Esto es una situación transitoria e independientemente de una reforma fiscal para que contribuyan más quienes más pueden y que las sociedades tributen al tipo real, necesitamos la solidaridad y respaldo de la UE. Es necesario que el endeudamiento de España cuente con el aval de Bruselas porque eso impedirá que la prima de riesgo suba y que el coste financiero sea inasumible. Europa debe tener un carácter solidario.
-¿Qué otras medidas complementarias se necesitan para reactivar la actividad económica?
-León: Es necesario inyectar liquidez para que las empresas puedan seguir funcionando hasta que se normalice la situación. También hay que ver algún tipo de aplazamiento de los tributos, pero en ningún caso estamos a favor de la exoneración porque eso es incompatible con la ayuda del Estado. Si el Estado no puede recaudar, difícilmente va a poder ayudar.
En la Comunitat, ¿está siendo fluido el diálogo social con la patronal y la Generalitat Valenciana?
-Sáez: Nos consultan y nos piden opinión sobre gran parte de los temas. Hemos llegado a acuerdos con las ayudas a los autónomos o para los trabajadores con rentas bajas que estén inmersos en un ERTE. Se ha hecho lo que se ha podido con los recursos escasísimos que tiene la Comunitat Valenciana. Ahora estamos empezando a trabajar con Hacienda en identificar necesidades para salida de la crisis.
-León: Está funcionando y hay una buena sensibilidad, pero creo que se podría estructurar mejor porque esto no puede ser una cuestión puntual. Hay una serie de mesas abiertas y, sin embargo, no se reúnen. Habría que abordar el diálogo social no con medidas puntuales, sino con un plan concreto. En esta crisis hay dos fases que nosotros identificamos: una que es para amortiguar el golpe que lo hemos hecho con las ayudas sociales. La segunda es ver cómo salimos de esta y conseguir que ese empleo embalsado no acabe en desempleo. El problema es que no hay recursos. Tenemos que tener la suficiente inteligencia colectiva como para destinar recursos de la forma más eficiente y no cometer los mismo errores que en el pasado.
"Las ayudas a autónomos no se han hecho de un modo razonable"
-¿No creen que se han destinado las ayudas de forma eficiente?
Sáez: Las ayudas a autónomos no se han hecho de un modo razonable. Se nos consultó y dimos nuestra opinión pero se nos hizo caso a medias. A nosotros nos parece disparatado que se establezcan ayudas a las que solo tendrán derecho el que llega primero porque se dan por orden de solicitud. Eso no es razonable porque no se tiene en cuenta a quién más lo necesita o tiene más dificultades. Ademas, muchos ayuntamientos están replicando estas ayudas con los mismo criterios y debemos armonizarlas. No es razonable que quien llega primero se la lleve. Creo que se ha hecho mal y se están dando muchas duplicidades y descoordinación. En cambio, las ayudas para trabajadores afectados por ERTE se ha hecho de otra manera empezando por aquellos que tengan las cotizaciones más bajas.
-León: Tendríamos que ser más fríos a la hora de establecer las ayudas porque el dinero que tenemos es muy limitado. Además, el espectáculo de los ayuntamientos dando dinero a ver quién da más ya es algo dantesco. Hay que poner un poco de sentido común y racionalidad. Se necesita más coordinación para evitar duplicidades y estructurar las ayudas.
-¿Está encima de la mesa alguna medida para los trabajadores que han perdido de manera definitiva su empleo?
-Sáez: Estábamos trabajando en ello, pero el problema es que no sabemos la cifra y la administración no dispone de recursos. Digamos que la mayoría se lo han gastado en autónomos. Ahí hay una cierta queja por nuestra parte. También estamos estamos estudiando con la patronal instaurar la figura de los delegados territoriales en pequeñas empresas donde no hay representación sindical, ni tienen servicios de prevención propio. No obstante, esos delegados deben ser sostenidos con recursos y estamos viendo si los hay en la Conselleria de Economía.
-¿Ven razonable el Plan hacía una nueva normalidad anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez? Muchos sectores se están quejando de que es inasumible.
-Saéz: Es un plan con mucha prudencia. Plantea un proceso flexible y prudente. Lo que no podemos hacer es que todo el esfuerzo realizado hasta la fecha se vaya al traste. Hay que hacer compatible el disfrute de la hostelería con la prevención de la expansión de la pandemia porque si no tendremos un problema mayor. Se ha hecho un gran esfuerzo y hay que intentar que la vuelta a la actividad se produzca de la forma más segura hasta que no tengamos una vacuna. Me parece que hay sentido común.
-León: Habrá que verlo sobre la marcha. Tengo la confianza de que el Gobierno tiene a la gente con capacidad para tomar esa decisión. Mas allá que habrá situaciones que se tendrán que corregir seguramente, son decisiones complicadas y no satisfacen a todos, pero en esencia sí que está planteado un proceso de desescalada para que las empresas vayan poco a poco reanudando su actividad.
-¿Qué lecciones se pueden extraer de esta crisis?
-Saéz: Contamos con unos sectores productivos que son los que determinan la calidad del empleo. Si tenemos empleos de escaso valor añadido y generan beneficios exiguos, habrá mano de obra barata, temporalidad e inestabilidad en el empleo. Eso no se cambia de la noche a la mañana, pero para que tengamos una industria potente e intensiva en conocimiento, debemos invertir mucho.
-León: Esto va a suponer un cambio drástico y no sé si con una vacuna volveremos a funcionar como antes. Creo que hay cosas que han venido para quedarse como es el teletrabajo, las nuevas tecnologías, la racionalidad a la hora de facilitar instrumentos de conciliación o el evitar convocatoria reuniones presenciales que son innecesarias. Hay muchas cosas que deberíamos de aprender y van a suponer transformaciones organizativas en las empresas y el modo de vida. Espero y deseo que la sociedad vuelva a situar el trabajo en el centro del sistema.