El analista de XTB hace un ejercicio de comparación entre la criptomoneda por excelencia y el histórico valor refugio que siempre ha sido el llamado 'metal amarillo'
MADRID. El bitcoin ha crecido en porcentaje un 6 millones por ciento desde su lanzamiento haciéndolo incluso mejor que la materia prima preciosa por excelencia: el oro, que ha pasado de los 35 dólares por onza hasta los 1.300 dólares, que es el entorno donde se mueve en la actualidad, estamos hablando de una revalorización de más de un 3.500 por ciento. Según determinados analistas la moneda digital podría estar aún infravalorada. La diferencia con el sistema fiduciario es que el intercambio es más efectivo en éste, y la clara diferencia con activos que se perciben como grandes depósitos de valor, como pueden ser el oro o bitcoin, es que la negociación e intercambio es deficiente, principalmente por el volumen.
La realidad es que realmente no es universal pensar que el incremento de valor es aceptado mundialmente. Activos tan altamente volátiles son de dudosa garantía de riesgo, si miramos el oro que tiene un histórico y una aceptación dentro del mercado, hemos podido ver como la caída ha sido de un 70 por ciento en un periodo comprendido entre 1980 y 1998, lo que denota una alta volatilidad.
Si analizamos comparativamente las proyecciones actuales, parece que el oro está dormitando y el bitcoin vive una fiebre de dudosa salud. Las variaciones del bitcoin han sido mucho mayores, viéndose en su corta vida reducciones del precio de un 93 y un 84 por ciento. Estas reducciones también se han dado en mercados maduros como la renta variable norteamericana, pero siguiendo patrones condicionados por la economía, de 1929 a 1933 el mercado de valores estadounidense cayó un 89 por ciento; un 47 por ciento entre 1973-1974 y un 50% entre el 2000 y el 2002. De una manera mucho más reciente, la caída del 2008 al 2009 fue de un 60 por ciento.
La percepción de oro y bitcoin, como depósitos de valor, se experimenta como una oferta que no crece rápidamente. La producción de ambos depende de la minería una virtual y otra física. El mercado de minería por excelencia del bitcoin está en China. Las reglas del suministro de bitcoin endurecen la ley de oferta y demanda, la excesiva demanda que está teniendo el activo, provoca que el precio se esté disparando. Las expectativas mineras del bitcoin se estiman en el 2140, que se extraerá el último de los 21 millones de bitcoin. Actualmente en el mercado de oro salen 94 millones de onzas nuevas cada año.
A modo comparativo, el oro tiene en el mercado 5.000 millones de onzas que equivalen a un precio actual de 6 trillones de dólares. Las 94 millones de onzas que salen este año tienen un valor próximo a 120 mil millones de dólares al precio actual. Pensar que el bitcoin debería asemejarse al oro es demasiado osado. La realidad es que el bitcoin, al menos en términos porcentuales, está frenando su crecimiento a lo que habría que sumar su diversificación en diferentes bitcoin. Lo que aún no ha perdido es la esencia de su triunfo, el efecto divulgativo de la red y la regulación gubernamental que tiene (mejor dicho no tiene).
Parece que el bitcoin ha ganado la partida a sus homólogos y no parece que esto vaya a cambiar. La realidad es que es un mercado inmaduro y con fisuras que muchos inversores parecen obviar. Ser escéptico sería lo más sensato a la hora de tomar determinaciones inversoras al respecto.
Jorge López es analista de XTB