Rescate de una patera a 35 millas de Cabo de Gata, en Almería. Foto: SALVAMENTO MARÍTIMO.Hace ya tiempo que el Gobierno de España puso en marcha un plan, dotado con 230 millones de euros provenientes de fondos europeos, para readaptar 17 instalaciones públicas (antiguos cuarteles, por ejemplo) para acoger migrantes en riesgo de vulnerabilidad. Es decir, en vez de encerrarlos en barcos, la pretensión de Rishi Sunak, o de alquilar algo así como campos de concentración en países terceros como Ruanda para deportarlos (caso de Dinamarca, también Reino Unido), el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones José Luis Escrivá entendió que era más humano y presentable prestar una atención medianamente digna a estas personas que huyen de la miseria, de las guerras, de las malditas dictaduras, de los malditos golpes de Estado (el último caso Níger, uno de los mayores productores de uranio del mundo). Deportaciones temporales hasta que se resuelva su solicitud de asilo (la denegación suele ser norma).
El alcalde de Logroño Conrado Escobar (PP) rechaza un centro para migrantes en la capital riojana bajo el siguiente argumento: grsggstrghgqol$sasas@*kjuka. Grosso modo. La presidenta de Cantabria, la popular María José Sáez de Buroaga, ha sido mucho más explícita: es más prioritario destinar ese espacio para el cuidado de personas mayores. ¿Y que tienen que ver los problemas de nuestros ancianos con los parias de la tierra que vienen en patera con lo puesto, esclavizados por las putas mafias? Esta metáfora/ecuación se analiza en los ámbitos académicos como racismo sutil que emana de las elites (el neerlandés Teun van Dijk fue el pionero). "España es muy grande y a nuestros mayores hay que atenderlos en Cantabria", ha rematado doña Buroaga. Que se lleven a los moros y a los negros a Teruel. O a Soria.
El Ministerio de Migraciones, antes de las elecciones, escogió en la Comunidad Valenciana el antiguo acuartelamiento de Sierra Aitana para crear un centro de 600 plazas tras una inversión de varios cientos de miles de euros. Se trata de acogidas temporales a modo de medida de choque con el fin de que las personas afectadas pasen el primer maltrago de verse desubicados por completo. No sé si a algún lumbreras del Consell de la Generalitat Valenciana (no me refiero a Santiago Lumbreras, que lo acaban de nombrar presidente del consejo de administración de la Ciudad de las Artes, enhorabuena) se le ha encendido alguna bombilla cántabra.
No va en el estilo de Carlos Mazón. Mucho menos en el de la vicepresidenta Susana Camarero. Sí que va en el espíritu del partido de las tres letras, que están mudos desde que se formó el gobierno de coalición. Mudos y solos: casi nadie quiere con ellos un puesto de asesor o de director general porque la gente válida y cualificada teme por su índice reputacional. Al final va a ser don Mazón el que les busque fichajes cualificados (como ha ocurrido con Pilar Tébar, directora general de Patrimonio Cultural, siempre estimada) para disimular esa desazón que provocan. Sugiere Ximo Aguart en este periódico que sería el primer paso para una operación más ambiciosa: la absorción de los ultras a la manera de Eduardo Zaplana con Unión Valenciana, el partidito blavero y horchatero de González Lizondo. Pudiera ser: más aún con el estado de pánico que empieza a cundir en la formación de Jorge Buxadé, perdón de Santiago Abascal, tras el sonorísimo portazo de Espinosa de los Monteros.
Los migrantes se merecen un trato digno, conforme a los tratados internacionales sobre Derechos Humanos: estoy hasta el moño de que nos traten despectivamente de "buenistas" a los que nos oponemos con uñas y dientes a tratar a los extranjeros (pobres) como ganado, como turbia mercadería. África, con la urgencia del Sahel especialmente, necesita una variante del Plan Marshall; a lo bestia. Y hay que releer con urgencia África, pecado de Europa, de Luis Sebastián. Y El Corazón de las Tinieblas, obra inmensa de Joseph Conrad que alude indirectamente a la creación del Estado Libre del Congo a cargo de Leopoldo II de Bélgica: el primer genocidio sistémico de la Historia Contemporánea.
CODA 1: The Guardian publica un amplio reportaje sobre la exposición de Tina Modotti que ha comisariado nuestra Isabel Tejeda en la Fundación Mapfre de Barcelona. Isabel, catedrática de Bellas Artes, persona ante todo, ha rescatado de cierto olvido a una artista/fotógrafa/revolucionaria, también musa de Diego Rivera y amiga de Frida Khalo. Modotti, la vanguardia inter-continental de los años veinte que también retrató nuestra Guerra Civil. Hay muchas modottis: incluso como intérprete en Hollywood. Tejeda Modotti: grande.
CODA 2: Suenan las seis campanadas en la Vall de Almonacid: El tío Serafín quita la bombilla de la plaza. El tren bala sigue cruzando veloz sin mirar atrás hacia Kioto. Se ha muerto a los 92 años el padre de Juan Carlos de Manuel, nuestro periodista/poeta. Beso. Me quedo hoy sin saber su opinión sobre el impuestazo a los beneficios extraordinarios a la banca de Giorgia Meloni, casi a la manera de Podemos. Impuesto que ha tenido que suavizar por la presión de los poderes fácticos, los mismos que están por todas partes.
