CASTELLÓ. La sanidad pública valenciana atraviesa uno de sus momentos más complicados. Al igual que en el resto del país. Las secuelas que se arrastran de la pandemia y la saturación en centros de salud y hospitales por el auge de enfermedades y virus respiratorios típicos de estas fechas están poniendo al límite a los profesionales sanitarios, que exigen soluciones inmediatas a las administraciones públicas. En el caso de Castellón, esta situación se complica más si cabe por la falta de espacio en el Hospital General de Castelló o la inexistencia de algunos servicios que obligan a los castellonenses a trasladarse a València.
Sin embargo, tal y como advierte la presidenta del Colegio de Médicos de Castellón, Eva Suárez, para revertir esta situación no solamente es importante contar con las infraestructuras sanitarias que requiere la provincia. Sino que también es necesario dotar estos espacios de los médicos y del personal sanitario suficiente y que todo el mundo haga un buen uso de la sanidad pública. Empezando por la propia Conselleria de Sanidad.
En estas líneas, abordamos junto a la doctora Suárez, que además de presidir el Comcas es pediatra de Atención Primaria y presidenta de la Sociedad Valenciana de Pediatría, algunas de las cuestiones que más preocupan a la sociedad castellonense en materia de Sanidad. El futuro Hospital General de Castelló, las condiciones laborales de los médicos o la necesaria educación sanitaria que, según la doctora, la Generalitat Valenciana debería haber implementado desde hace mucho tiempo.
-Todo indica a que Castellón contará con un nuevo Hospital General, una de las mayores demandas del Colegio de Médicos...
-Sí. El anuncio del president Ximo Puig nos ha sorprendido gratamente. Estamos todos muy contentos porque la verdad que creemos firmemente que es muy necesario un nuevo complejo hospitalario de verdad en Castellón en el siglo XXI. Las actuales instalaciones están un poquito obsoletas y tanto los ciudadanos como los profesionales sanitarios necesitamos un hospital nuevo. Eso salta a la vista, no hace falta ser muy inteligente.
Lo que ocurre es que estamos un poco escaldados con los retrasos en las obras actuales. Está bien que se proyecte un nuevo complejo hospitalario pero mientras tanto hay mucho que reformar en nuestro querido Hospital General de Castellón. Las urgencias, las consultas externas, las plantas de hospitalización, prácticamente todo está para reformar. Esperamos que este anuncio sirva para que se ejecuten las obras que necesitamos en este momento por lo que vamos a darles un voto de confianza. Además, nos consta que desde la Conselleria de Sanidad se ha hecho mucha presión para que Castellón tenga este nuevo complejo hospitalario.
-¿Desde el Colegio han podido trasladarle sus sugerencias o han contado con ustedes?
-Específicamente no han contactado con nosotros. Sin embargo, el pasado mes de diciembre vino al colegio el conseller, Miguel Mínguez, y pudimos reunirnos una hora antes con él para transmitirle nuestras demandas, siendo la principal que Castellón necesitaba un hospital conforme al hospital de referencia de la provincia. Quizás nosotros no contamos con tanto población como en otros grandes hospitales, pero el General es el hospital de referencia y lo que no es de recibo es que la gente se tenga que ir a Valencia a someterse a determinados tratamientos.
Bien es cierto que no incidimos en muchos detalles pero sí que le trasladamos nuestras necesidades en esa reunión y él nos emplazó a un segundo encuentro con más tiempo, aunque aún estamos esperando para volver a reunirnos y abordar este proyecto con más detalles.
-Los plazos que se manejan para que esta nueva infraestructura sanitaria empiece a funcionar abarcan una década. ¿Cree que es posible que la Conselleria cumpla su objetivo de reducir a la mitad estos tiempos?
-Imagino que sí, al menos creo que lo intentarán. Ximo Puig es de la provincia y saben perfectamente cómo está el hospital de Castelló en este momento. También saben cómo ha aumentado la población y que este hospital tiene ya más de 50 años. Creemos que ya toca que Castellón esté a la cola de Valencia y Alicante. Nosotros no queremos ser más, pero tampoco queremos ser menos. Y lo que no es de recibo, aunque Valencia está más cerca que Alicante, es que se tengan que recorrer 60 kilómetros porque cuando la gente está enferma esos 60 km se pueden hacer muy largos.
-Por otra parte, se deberá dotar del personal sanitario necesario. Algo para lo que Sanidad ya está teniendo problemas en la actualidad por falta de médicos de familia y enfermeras…
"Sanidad se está encontrando con este déficit de profesionales por las condiciones laborales"
-Sí y esto es algo que venimos reclamando desde hace más de 10 años. El problema de la falta de personal sanitario ya venía dándose desde antes de la pandemia pero se ha agudizado ahora. En mi opinión, Sanidad se está encontrando con este déficit por las condiciones laborales, sobre todo en los que trabajamos en Atención Primaria. La solución pasa por mejorar estas condiciones laborales y no hablo de sueldos, aunque los sueldos siempre han sido más altos en cualquier otro país de la UE. Hablo de, por ejemplo, el hecho de que no tengamos sustitutos. Cuando un médico no está no hay otra persona que le sustituya, nos tenemos que apañar y cubrirnos entre la compañeras a cambio de nada. Y esto te lo digo desde la experiencia propia porque yo, a parte de tener mi consulta de pediatría, trabajo en la Atención Primaria en Burriana y sé de lo que hablo. Creo que desde la administración deberían cuidar más a la sanidad pública, porque si no nos cuidan y mejoran esto, la gente joven no va a querer venir.
-¿Qué futuro les espera a las nuevas generaciones de médicos?
-Realmente lo estamos teniendo muy difícil para convencer a la gente joven de se implique. Por lo que yo veo también como presidenta de la Sociedad Valenciana de Pediatría, cada vez es más difícil que participen en sociedades científicas o en grupos de trabajo porque también ha cambiado mucho la forma de pensar. Cuando yo estudiaba las cosas eran de otra manera, nos licenciábamos y queríamos formar una familia, asentarnos... Ahora las prioridades han cambiado y las nuevas generaciones lo tienen mucho más fácil por ejemplo para moverse. Y si en otros países hay mejores condiciones tanto laborales como retributivas se van, como es lógico.
Sinceramente, creo que si la Conselleria de Sanidad no mejora las condiciones laborales, ya no el sueldo, sino que podamos tener un horario flexible, que podamos conciliar vida familiar y laboral, cada vez se van a ir más jóvenes. También creo que la Atención Primaria la tienen que hacer más atractiva para que la gente quiera venir a trabajar. Hoy en día los estudiantes de medicina ya vienen a los centros de salud en segundo de carrera y ven lo que hay, no se les puede engañar. Están con nosotros y ven cómo un médico de Atención Primaria entra a trabajar con 28 pacientes citados y acaba su jornada habiendo visitado a casi 60. Esto es intolerable porque los médicos no somos una cadena de montaje, somos personas y si por ejemplo un camionero necesita descansar cada dos horas y media porque puede tener un disgusto en la carretera, los médicos también necesitamos descansar porque nuestra máquina de trabajar es nuestro cerebro. Si en un día hemos visitado a 30 pacientes diferentes, hemos escuchado a 30 pacientes diferentes y hemos explorado a 30 pacientes diferentes, cuando llegas al número 31 hay un alto porcentaje de que te equivoques.
-De ahí la importancia del tope de pacientes que reivindican.
Exacto. Nosotros no ponemos un tope por capricho. Aunque nos llamen vagos. Necesitamos unas mejores condiciones y que se nos dote de mayores recursos humanos porque eso va en pro de la salud y la seguridad de nuestros pacientes, que para nosotros es lo más importante.
-A pesar de llevar ya varios meses negociando, la huelga de médicos convocada por el sindicato CESM sigue en pie… ¿Cree que se llegará a un acuerdo?
En la reunión que te comentaba antes vi muy predispuesto al conseller. La ventaja que tiene es que él no es político. Él es médico. Y no se entiende, porque él ha estado al otro lado. Entonces, él tiene muy buena voluntad y sabe que es realmente lo que necesitamos. Porque él ha estado ahí hace unos meses. Entonces yo creo que sí que se llegará a un acuerdo. Lo que pasa que, claro, mover la mole de conselleria no es fácil. Porque no depende de él. El problema es que si dependiera de él yo creo que ya habríamos llegado a un acuerdo, pero no depende sólo de él. Pero en fin, para eso estamos todos haciendo un poco de fuerza. Lo que pasa es que, claro, las huelgas no son buenas para todos. Y ahora con la actual epidemia de gripe que tenemos en los centros de salud, bueno, centros de salud, hospitales... está todo saturado.
Por otra parte, luego está la gente que no nos entiende. Tenemos que conseguir que la población se venga a nuestro terreno y nos entienda. Porque es que si no nos estamos pegando contra una pared. Por una parte con la pared de conselleria y por otra parte con la de los ciudadanos. Nos achacan que no les cogemos el teléfono, que no les atendemos, que somos unos vagos...
-La Conselleria defiende que la situación de la Comunitat no tiene nada que ver con el resto de España. Pero el sector sanitario valenciano no comparte esta postura…
Lo cierto es que las condiciones laborales en Madrid, por ejemplo, son mucho peores que aquí en la Comunitat Valenciana. En Madrid hay contratos de tardes y contratos de mañanas y los de tardes son de 14.00 a 21.00 horas todos los días, de lunes a viernes. Eso es incompatible con cualquier vida familiar laboral o con un intento de hacerlo. Entonces la gente de Madrid se va a comunidades limítrofes, lo sé porque yo tengo muchas compañeras pediatras allí que lo están haciendo porque quieren conciliar. O sea, es que después de 11 años para sacarte esa plaza, que llegues y te toque una de solo tardes...
-Hablando de Madrid, el consejero de Sanidad planteó hace unos días introducir en la sanidad pública madrileña un modelo de atención primaria basado en la enfermería y la vídeoconsulta...
Sí, pero esta no es la solución. Lo más fuerte de todo es que este hombre, Enrique Ruiz Escudero, es médico y yo creo que está mezclando peras con manzanas. Una cosa es el médico, otra el enfermero, otra el auxiliar, otra el celador y otra el auxiliar administrativo que está en el mostrador. El médico, por su formación, por los 11 años que lleva estudiando, es el único que puede diagnosticar, el único que puede prescribir y el único que tiene responsabilidades médicas. No entiendo por qué este hombre dijo eso, ¿en base a qué? ¿En base de que hay más enfermeras que médicos?. Está claro que nos complementamos pero cada uno tiene sus funciones. Este hombre ha perdido el norte, esa propuesta me parece un disparate y me gustaría ver a estas personas en un centro de salud o en un hospital como pacientes, pero claro, ellos no van a la sanidad pública.
-Hablemos de los orígenes del Comcas, que se remontan a 1898. ¿Cómo ha evolucionado el papel de esta institución a lo largo de la historia?
"antiguamente el médico era un personaje importante en los pueblos y ahora su figura ha perdido mucha importancia"
Pues poquito a poco. Este año celebraremos nuestro 125 aniversario, en agosto. El papel del Comcas ha cambiado mucho, antiguamente el médico era un personaje importante en los pueblos y ahora la figura del médico ha perdido mucha importancia. Y no lo digo porque yo quiera ser importante, sino porque pensamos que se ha desprestigiado mucho la figura del médico en los últimos años. Ahora todo el mundo habla de medicina, el paciente viene y te dice lo que tienes que hacer. Y el problema es esto (señala su smartphone). El doctor Google.
Por otra parte, con el paso de los años hemos ido ganando un poquito en representatividad, sobre todo las mujeres, cada vez somos más mujeres médicos. Por ese lado vamos abriendo camino y en el colegio nos vamos haciendo más grandes. Por suerte, en los últimos años hemos aumentado el número de colegiados en Castellón, actualmente somos 2.800. El 52% somos mujeres y el 48% son hombres. Esperamos seguir creciendo y seguir convenciendo a los compañeros que se queden en Castellón. El próximo mes de junio hará dos años que nos mudamos a la sede nueva y es que gracias a esa sede tenemos más espacio para organizar eventos, hacer cursos...
-Es usted la primera mujer en presidir esta institución centenaria…
Sí, sí, en 125 años soy la primera mujer. Bueno, yo llegué al colegio ya, ya sabéis, por el fallecimiento de nuestro presidente. Yo era la vicepresidenta y entonces... siento mucho pesar por la forma en la que he llegado a la presidencia pero ¡ya estoy aquí!. Esperemos que vengan muchas más mujeres detrás.
-¿Cuál es el papel que debe cumplir el Colegio de Médicos en la sociedad?
Yo creo que el papel fundamental que tenemos ahora es empoderar a los médicos. No me refiero a que seamos la figura más importante, pero sí que se nos brinde el respeto que se debe tener a cualquier profesional. Ya no los médicos o sanitarios, sino a ti, por ejemplo, como periodista. Nos cansa mucho que venga el paciente a exigir lo que tienes que recetarle o las pruebas que tienes que hacerle. Nos gustaría que la figura del médico volviera a ser lo que era antes, que la gente nos tuviera respeto y no nos cuestionara nuestro trabajo cada día. También he de decir que esto no siempre pasa, no quiero generalizar, la mayoría de población es respetuosa con nosotros pero creo que tienen que usar el sistema sanitario realmente cuando lo necesitan. No pueden ir a urgencias porque les ha salido un grano, por ejemplo. Una urgencia es una persona que se está muriendo o que tiene una enfermedad grave. Pero claro, no podemos decir nada porque luego nos ponen la reclamación y le dan la razón al paciente. Entonces, estamos vendidos y así la sanidad no puede funcionar, porque al final hacemos una medicina defensiva también nosotros.
Además nosotros, como profesionales, tenemos unos horarios: unas horas son para atender pacientes, otras para hacer informes y otras para formarnos. Si ocupamos todas nuestras horas atendiendo no podemos dedicarnos al resto de nuestro trabajo. Nos toca hacerlo fuera de nuestra jornada laboral, a cero pesetas y cero días libres. Y a esto me refiero cuando hablo de las condiciones laborales.
También me gustaría hacer hincapié en la necesaria educación sanitaria y las campañas informativas que debería hacer la Generalitat Valenciana y la Conselleria de Sanidad. Ahora estamos en plena epidemia de gripe. ¿Has visto alguna campaña? Yo no. Se remontan al uso de la mascarilla, que es importante, pero hace falta algo más. En el centro de Atención Primaria en el que yo trabajo le pedimos a Sanidad, en septiembre, si por favor nos podía hacer un poster para los niños, porque algunos de ellos también son pacientes de riesgo de gripe, niños diabéticos, celíacos, con problemas de corazón... Todos estamos haciendo un mal uso de la sanidad pública y la primera es la conselleria, lo quieran ver o no lo quieran ver. Al final las administraciones son las que tienen que poner una solución y mejorar las condiciones, contratar a más profesionales y educar a la población.
-Han celebrado esta semana una jornada en la que abordan las agresiones al personal sanitario, una problemática que se ha agudizado a raíz de la pandemia…
Sí, totalmente de acuerdo. Sobre todo en los centros de atención primaria y en urgencias que son donde la población está más cerca del profesional. Porque en las consultas externas de los hospitales hay unos horarios y los médicos están allí en esos horarios. Aunque la verdad es que antes de la pandemia esto ya lo veíamos, porque somos muy accesibles. Y ahora desde la pandemia, pues ya con la excusa de que no cogen el teléfono, que eso se ve que ya se ha quedado ahí en el ADN de las personas, pues ya te vienen directamente y si le dices que tienes que esperar 10 minutos porque voy al baño o voy a almorzar, cuando vuelves ya te han puesto la reclamación.
-La Fiscalía ha abierto una investigación por el fatal incidente ocurrido hace unas semanas en el Hospital de Sagunt. ¿Cómo se está afrontando esto desde la profesión?
Bueno, pues de momento estamos todos un poco a la expectativa, a ver qué pasa. Yo de corazón siento mucho lo sucedido porque se trata de una niña y al ser pediatra me cae más de cerca. Pero la verdad es que esto nos tendría que hacer reflexionar. Cosas como esta pasan porque tenemos un problema, ahora se están focalizando en las personas que atendieron a esa niña, pero si no se le atendió bien es porque las circunstancias no son buenas. Y con eso volvemos otra vez a lo mismo, a las condiciones laborales, la saturación...