VALÈNCIA. Tal vez sea exagerado decir que es complicado que un libro juvenil triunfe hoy en día si no aparece recomendado en las redes sociales. Pero cada vez esa afirmación se acerca más a la realidad. Lo que sí es cierto es que la influencia de las redes sociales en el consumo de contenidos culturales por los jóvenes ha cambiado. La pantalla horizontal de Youtube ha cedido su espacio a un formato más corto, más rápido de consumir y que no ha parado de crecer desde la pandemia y el confinamiento: el formato vertical de TikTok.
Desde el surgimiento de los conocidos como ‘booktubers’ —bloggers que recomiendan libros en Youtube—, el término ha evolucionado con las redes del momento. A pesar del formato arcaico del papel, la tinta y el olor de las páginas han traspasado las pantallas y se han colado en los ojos y la mente de quienes observan las novedades haciendo scroll en su móvil.
Los y las creadoras de contenido en TikTok centradas en libros suman a medida que pasan los años más y más seguidores en sus cuentas. La escritora y estudiante de Medicina Alba Zamora acumula un total de 208.500 mil seguidores en su perfil de Tiktok; un número que supera la creadora de contenido Shula Li, estudiante de Farmacia nacida en China y residente en Mallorca, que alcanza los 387.900 seguidores. Ambas hacen contenido únicamente de libros y en español: recomendaciones, seguimiento de lecturas, anuncio de novedades, unboxings… Hacen de los libros su rostro en redes.
A estos nombres se unen otros más veteranos, como el del booktuber y escritor Josu Diamond, que lleva más de diez años generando contenido en redes sobre libros y que alcanza la cifra de 170.700 seguidores en TikTok. Sin ir más lejos, en València hay ejemplos de grandes creadoras de contenido que han crecido enormemente desde la época de pandemia hasta ahora, como la periodista y escritora Esperanza Luque, con 125.700 seguidores en su perfil de TikTok.
“Yo siempre he sido muy de redes sociales. Allí, ya de adolescente, encontré una comunidad con la que podía compartir lo que me gustaba, mis lecturas, mis escritos…” declara Luque. A pesar de haberse abierto previamente un blog y una cuenta sobre los libros Divergente, la pandemia fue su detonante, su punto de inflexión. Sus armas contra la ansiedad del encierro fueron los libros y una pantalla. Desde aquel momento, su comunidad no ha parado de crecer, así como sus novelas: desde su trilogía Amnesia, descatalogada por cierre de Ediciones Freya, hasta su última novela Otras versiones de lo nuestro, una novela interactiva publicada por Molino.
Este fenómeno booktoker ha dado resultado a nivel cuantitativo en cuanto a lecturas. En el último Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2023, elaborado por Conecta para la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), el sector poblacional que más lee en España en su tiempo libre volvió a ser el de los jóvenes entre 14 y 24 años: un 74% de ellos. Una cifra muy por encima del conjunto poblacional de entre 25 a 65 años (de los cuales leen un 65,8% de la población) y de los mayores de 65 (un 53,7%).
“Definitivamente ha habido un gran crecimiento de lectores jóvenes, sobre todo durante la pandemia” reconoce el editor jefe de Ediciones Urano, Leo Teti, una editorial con sellos como Puck y Umbriel destinados a la traducción y edición de novelas juveniles y de fantasía, principalmente. “Esto se ha traducido en un incremento editorial, tanto en cantidad de novedades como en el número de ejemplares que se están imprimiendo para cada uno de los libros” —declara—. “Esto queda claro en las redes sociales, las ventas… En los rankings de los más vendidos un gran porcentaje de novelas son literatura juvenil”, añade.
Para Lourdes González, editora jefe de la pequeña editorial valenciana dedicada a novela juvenil y fantástica, Roomie Ediciones, el incremento en lectores de novela juvenil también vivió su cambio de tendencia durante la pandemia: “Es a partir de 2020 cuando, quizás gracias a editoriales más pequeñas se ha empezado a tirar más del carro de lo juvenil y se publican más libros”.
Diversas librerías en diferentes partes del mundo incluyen en sus estanterías una sección dedicada a aquellos libros que más triunfan en TikTok. Desde Barnes and Noble, pasando por Waterstones... Incluso librerías más pequeñas han adaptado sus catálogos lo que triunfa tras las pantallas.
“Las redes sociales son el medio donde comentar todas estas novelas juveniles, porque no tienen el espacio en la prensa tradicional o en los suplementos de cultura” —afirma Teti—. “Las redes, los bloggers, influencers, booktubers, tiktokers, etc., son los que nos ayudan a comunicar para que estos libros lleguen al lector adecuado”, continúa.
Estar tan conectados a la lectura y la escritura a nivel profesional atrae a estos booktokers a no solo la recomendación y promoción de lecturas, sino a su propia creación. Alba Zamora, Shula Li, Josu Diamond, Esperanza Luque… Todos han publicado alguna novela o están a punto de hacerlo.
“Los jóvenes escritores son muy importantes en el panorama de la literatura actual —afirma Luque—. No solo son un punto de unión con otros lectores más jóvenes que a lo mejor se sienten un poco más identificados con las cosas que escriben, sino que fenómenos literarios y redes sociales como Wattpad están haciendo que cada vez haya más jóvenes escritoras y lectores se sientan identificados o atraídos por estas historias”.
Luque se refiere a novelas como Culpa Mía de Mercedes Ron, Antes de diciembre de Joana Marcús y A través de mi ventana de Ariadna Godoy; novelas superventas, dos de las cuales han derivado en adaptaciones cinematográficas: “Yo diría que es gracias a plataformas como Wattpad, que cada vez los jóvenes leen más”, continua Luque.
A pesar de los números y las largas colas en las presentaciones y firmas de libros que cosechan escritoras de novela juvenil y de fantasía de la talla de Iria y Selene o Paula Gallego, varias escritoras, creadoras de contenido, editoras y editores continúan percibiendo que desde el resto de esferas sociales se considera que la juventud de este país no lee.
“La gente que dice que los jóvenes no leen lo que quieren decir es que los jóvenes no leen lo que ellos quieren que lean. ¿Cómo es posible que los jóvenes no lean en un momento en el que la literatura juvenil es lo que más se está vendiendo?”, sentencia Teti.
También para González el estigma sigue estando presente: “Se considera que la novela juvenil no tiene nada que aportar, pero todo lo contrario. El término de novela juvenil crece con los lectores que la consumen y se está asentando en un punto en el que tiene algo que decir y se nota”.
Tal vez no sea lo mismo acercarse a una librería, leer las sinopsis, ver las portadas, tocar los lomos y sentir un libro en tus manos antes de comprarlo que decidir la siguiente lectura en base a las palabras que otro lector o lectora pronuncie sobre él en TikTok. Pero las letras, la tinta y las historias siguen llegando a los corazones, y sobre todo y más importante, a los de los adolescentes.
“Para mí, los jóvenes son la parte clave del mercado editorial", subraya Teti: “Los lectores jóvenes de hoy son los lectores adultos del futuro. Debería ser super importante para todas las editoriales fomentar la lectura en todos estos chicos y chicas; porque si no lo hacemos ahora, dentro de unos años no va a haber un público lector adulto”.
Tal vez lo necesario para que un libro llegue a manos de un adolescente ahora mismo sea dominar un par de algoritmos, conseguir a alguien que hable sobre él y, sobre todo, abrirles las puertas a miles de lecturas diferentes que puedan adaptarse a lo que les haga sentir.