VALÈNCIA. Los cítricos están en el punto de partida de Frutinter, empresa hortofrutícola de Castellón. En los años 50, donde la primera generación de la familia Usó Prades comerciaba on cítricos de la provincia en el antiguo Mercat del Born de Barcelona. Viéndola evolución de las ventas y el mercado, en 1967 se le da forma a una pequeña sala de manipulado y envasado de naranjas en Alquerías del Niño Perdido(Castellón). Posteriormente en 1982 se crea la planta de confección de Vila-real, y con la segunda generación de la familia, se construye en 2014 la planta de Onda con la última tecnología del mercado. «Gracias a toda esta evolución, al mérito y afán emprendedor de la familia Usó Prades, hoy en día Frutinter es una empresa reconocida en el sector, que produce, confecciona y distribuye sus productos a nivel mundial», apunta Javier Usó, gerente de Frutinter.
Unos productos que van desde los cítricos, principalmente naranja y mandarina, a frutas como el melón y la sandía, y de distintas hortalizas de temporada. Y aunque su fuerte es el mercado nacional, sobre todo en la gran distribución,también exporta principalmente a todo el mercado europeo, a los países nórdicos y Bálticos. Tiene presencia en Sudamérica, Canadá, USA, Asia, Sudáfrica,…
Usó considera que el impacto del coronavirus en su comercio exterior será positivo. «Las exportaciones seguirán a buen ritmo, e incluso crecerán, porque buscan el mejor producto para sus lineales, y lo tenemos nosotros. Buen producto, buena calidad y el gran conocimiento que tenemos sobre él, nos diferencian del resto y hacen que la demanda siempre vaya hacia arriba». Y en cuanto al mercado nacional, el gerente de Frutinter considera que se beneficiarán de la preferencia del consumidor por los productos de proximidad. «Les gusta conocer de dónde es la fruta que consumen, y en nuestro caso, podemos decir que los cítricos de nuestra zona son de los mejores del mundo».
Además, en el departamento de RR. HH. de Frutinter ha trabajado mucho, «y de manera ágil» para introducir una serie de protocolos y normas de trabajo basadas en la prevención y el cuidado del personal, que se mantienen en la actualidad, para garantizarla seguridad y el suministro durante el estado de alarma. «Se han suprimido,desde entonces, las confecciones que no aseguraban la distancia de seguridad;se ha dotado en todo momento a la plantilla con material preventivo como mascarillas, guantes y geles hidro alcohólicos. Se hicieron y se hacen controles diarios de temperatura, y se está 100% con la plantilla antes las posibles dudas y adversidades que plantea esta situación. En el campo se ha tratado de aplicar la misma dinámica, y aunque el tema de los desplazamientos del personal en principio creó algo de incertidumbre porque los grupos se tenían de subdividir, finalmente se ha podido llevar una buena dinámica de trabajo, y se ha podido recolectar, garantizando los pedidos», asegura Javier Usó.
Javier Usó asegura que el sector hortofrutícola cada vez más apuesta por mejorar las prácticas productivas y trata de dar valor añadido a los productos que ofrece. Fruto de apuesta, Frutinter diseñó, de forma conjunta con la UPV, la Catedra Frutinter,que, en principio tendrá una duración de tres años. Esta Cátedra está enfocada en la Agricultura Smart, «con la cual se pretende producir de forma más sostenible solo con los recursos que demandan las plantas, ahorrando en el uso del agua y de los nutrientes. Esta práctica hemos comprobado que ya da sus frutos, elevando la cantidad de cosecha y disminuyendo recursos utilizados».
Otro eje del valor añadido de esta firma castellonense es su «elevada» responsabilidad social. «Tratamos de apoyar a las personas y entidades sociales con acciones planificadas a lo largo de año. Desde la contratación de personal con riesgo de exclusión social, hasta donaciones de productos a diferentes asociaciones, campañas de donación de sangre por parte de la plantilla en colaboración con la Cruz Roja, patrocinios benéficos, etc…».