VALÈNCIA (EP). El Gobierno recaudaría 3.795 millones de euros en 2024 si finalmente decide eliminar la rebaja fiscal aplicada a la factura de la luz y la reducción del IVA a algunos alimentos, medidas adoptadas para hacer frente al impacto del alza de la inflación, según figura en el plan presupuestario 2024 remitido por el Gobierno a Bruselas.
El Gobierno aclara en el documento enviado a la Comisión Europea que el plan presupuestario está elaborado en un "escenario fiscal inercial", es decir, en ausencia de cambios o nuevas medidas, dado que al estar en funciones no puede adoptarlas.
Sin embargo, afirma que ello no presupone que en el futuro no se puedan "adoptar o prorrogar" las medidas que están en vigor hasta el 31 de diciembre de 2023, con el objetivo de mitigar el impacto de la inflación en caso de que se considere necesario tras evaluar la situación con los datos disponibles a final de año.
En este contexto, el Gobierno calcula que eliminar a partir del 1 de enero de 2024 la rebaja al 5% del IVA a la electricidad, que se prorrogó hasta el 31 de diciembre de este año, permitiría recaudar 1.016 millones de euros adicionales.
En la misma línea, eliminar la reducción al 5% del IVA al gas, la madera y los pellets, tendría un impacto presupuestario positivo de 397 millones en 2024. Asimismo, si decae a partir del año que viene la rebaja del Impuesto Especial de la Electricidad al 0,5%, el Estado recaudaría 1.032 millones de euros extra.
Por su parte, suprimir el tipo cero del IVA a algunos alimentos y la rebaja al 4% y al 5% de otros productos como aceites y pastas reportaría unos ingresos adicionales de 1.350 millones el próximo año.
El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Gonzalo García Andrés, ha explicado en declaraciones a los medios de comunicación que, dado que el Gobierno está en funciones, no se ha tomado ninguna decisión sobre las medidas que expiran a finales de este año.
"El Gobierno adoptará las medidas que corresponda, en línea con lo que se ha venido haciendo, analizando su funcionamiento y adaptándolas a las necesidades de la economía", ha enfatizado el secretario Estado tras recalcar que esto se hará por el nuevo Ejecutivo cuando empiece a trabajar.
Lo que sí se especifica en el plan presupuestario, por el lado de los gastos, son algunas medidas que se considera que se van a aprobar de todas formas, como la revalorización de las pensiones conforme al Índice de Precios al Consumo (IPC) o la subida de sueldo de funcionarios, según el acuerdo alcanzado con los sindicatos.
El Gobierno en funciones ha proyectado que los ingresos totales del conjunto de las Administraciones Públicas representen un 42% del PIB en 2024, hasta los 648.660 millones de euros en términos de contabilidad nacional, y estima que los impuestos alcancen los 382.755 millones de euros, lo que implica un incremento del 7,5% en comparación con el año 2023.
Cabe recordar que el Ejecutivo ha contemplado un escenario inercial en el Plan Presupuestario de 2024 sin tener en cuenta las medidas de carácter temporal para hacer frente a la subida de precios, que en un principio expiran el 31 de diciembre de 2023.
Desglosando por partidas, los impuestos sobre la renta, patrimonio y otros experimentarán el mayor crecimiento, estimándose que alcancen los 202.162 millones de euros, lo que implica un aumento esperado del 8,8%, aunque esto representa una moderada ralentización en comparación con el 12,8% alcanzado en el ejercicio anterior.
La recaudación prevista por el Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas y de los no Residentes se verá respaldada por la previsión de un crecimiento del 5,4% en la remuneración total de funcionarios, el aumento de las pensiones y el efecto positivo de las medidas tributarias adoptadas en el pasado, que tendrán un impacto diferencial positivo.
De su lado, el Impuesto sobre Sociedades también experimentará un crecimiento dinámico, aunque a tasas menores que las alcanzadas en el ejercicio anterior. El buen desempeño de este impuesto se deberá en parte al efecto positivo de medidas aprobadas en el pasado, como la limitación de la compensación de pérdidas en grupos.
Los impuestos sobre la producción e importaciones crecerán a tasas dinámicas del 6,3%, en contraste con el crecimiento del 2,6% estimado para 2023, alcanzando un total de 175.305 millones de euros. Esta evolución se explica tanto en términos de escenario inercial, como por la evolución estimada del consumo final nacional privado y del deflactor del gasto en consumo final privado, que se espera que alcance el 2,5% y 3,9% respectivamente.
Dentro de las subcategorías que conforman los impuestos indirectos, destaca especialmente la fuerte recuperación de la recaudación del Impuesto sobre el Valor Añadido y de los impuestos sobre los productos, con tasas de crecimiento significativamente superiores a las alcanzadas en 2023. En cambio, los impuestos sobre la producción, que tienen un peso menor dentro de los impuestos indirectos, mostrarán un crecimiento mucho más moderado.
Para 2024 se prevé una tasa de crecimiento de cotizaciones sociales inferior a la de 2023, pero aún robusta (6,4%), como consecuencia del dinamismo del mercado de trabajo reflejada en el escenario macroeconómico y de la entrada en vigor de medidas de ingresos adicionales (adecuación de la base máxima de cotización).
Para el resto de recursos, se prevé que alcancen un peso en el PIB del 4,1% para 2023, debido, fundamentalmente, al crecimiento de los ingresos por intereses y por dividendos de entidades públicas. Para 2024 se estima una caída de esta rúbrica que se explica fundamentalmente por la expiración de los ingresos por el fondo europeo REACT-EU.
En relación a 2023, se prevé que el déficit público en España sea del 3,9% del PIB, lo que representa una disminución con respecto a años anteriores. Esta estimación se encuentra ligeramente por debajo de la previsión del 4,1% realizada por la Comisión Europea en mayo.
En 2024, España proyecta un déficit público del 3% del PIB, mientras que para ese mismo año la Comisión Europea estima un déficit público del 3,3% de PIB. Otras instituciones como el FMI sí prevén, sin embargo, un déficit del 3% para el año que viene.
Aplicando el supuesto de 'no policy change' con el que se ha elaborado este Plan Presupuestario, en 2024, la economía española registraría un esfuerzo fiscal de en torno a 1 punto, gracias en buena medida "al levantamiento de medidas energéticas en un contexto de mayor estabilidad de precios".