VALÈNCIA. Cuando la casa está ardiendo, no es momento de detenerse a limpiar el polvo. Algo similar es lo que le ha ocurrido a la Conselleria de Hacienda y su plan para la transformación del modelo económico de la Comunitat Valenciana. La prueba es que las ayudas para financiar grandes proyectos empresariales asociadas a este plan han quedado aparcadas por segundo año consecutivo ante las urgencias que impone la pandemia.
Mientras en 2020 se adaptó la convocatoria para repartir el dinero entre empresas resilientes, este año directamente no se convocarán porque todos los recursos de la Secretaría Autonómica de Modelo Económico se centrarán en gestionar otras ayudas vinculadas con la recuperación económica tras la pandemia. La mayoría de los fondos previstos en la línea presupuestaria para financiar grandes proyectos empresariales se transferirán al Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), que contará con 6 millones más para conceder créditos bonificados a las empresas más afectadas por la pandemia a la espera de que se active el instrumento financiero con cargo a los fondos comunitarios REACT– EU.
Así consta en un reciente acuerdo en el DOGV con el que el departamento que dirige Vicent Soler concreta la transferencia de esos recursos a favor del IVF, que se justifica porque, tras la elevación del tramo subvencionado de esos créditos, el ente que dirige Manuel Illueca ha registrado una demanda en el programa de bonificación de préstamos muy superior a la prevista.
Frente a ello, la Dirección General de Modelo Económico no podrá tramitar este ejercicio la línea presupuestaria identificada como Incentivos a la inversión empresarial para impulsar la transformación del modelo económico de la CV. Preguntadas al respecto, fuentes del departamento explican que el motivo es la falta de medios para gestionar estas ayudas.
En 2019, el primer y único ejercicio en el que estas ayudas pudieron concederse de acuerdo con el objeto para el que habían sido concebidas, la Conselleria de Hacienda concedió en total 7,4 millones de euros para apoyar dieciséis proyectos empresariales con una inversión asociada superior a 140 millones de euros. Entre ellos estaban proyectos impulsados por empresas como BP Oil España, Platos Tradicionales o Gestamp Levante, que recibieron 1,25 millones de euros de subvención. La castellonense CFM Minerales recibió una ayuda de algo más de un millón, mientras que Embutidos Martínez y Stadler Rail obtuvieron algo más de medio millón cada una.
Esas ayudas, a fondo perdido y concedidas en régimen de concurrencia competitiva entre proyectos de inversión empresarial que contribuyan a la transformación del modelo económico de la Comunitat Valenciana, llevaban aparejado un presupuesto de 22,2 millones de euros, ya que se previeron para tres anualidades.
Para optar a ellas, los proyectos de inversión debían ser de como mínimo un millón de euros y encajar en una de estas tres modalidades: promoción del establecimiento, desarrollo y consolidación del tejido empresarial productivo; favorecimiento de un modelo económico sostenible medioambientalmente; o fomento de la investigación y desarrollo.
Se recibieron 63 solicitudes por importe de 42,5 millones para las tres anualidades, casi el doble de lo presupuestado.