Presentación del informe 'Comprometidos con la Sostenibilidad' (Fotos: Eva Máñez)
Presentación del informe 'Comprometidos con la Sostenibilidad' (Fotos: Eva Máñez)
Presentación del informe 'Comprometidos con la Sostenibilidad' (Fotos: Eva Máñez)
VALÈNCIA. La sostenibilidad es un asunto que compete a toda la sociedad y las empresas deben aportar soluciones y cambios disruptivos para afrontar el reto de la transición ecológica. Un horizonte, el 2030, que requiere de actuaciones globales y sistemas de largo alcance y para el cual las empresas deben empezar a hacer estrategias que vayan en pro de la sostenibilidad, entendida en sus tres vertientes: la económica, la medio ambiental y la social. Una mirada hacia ese futuro tan necesario que requiere de un análisis previo para saber en qué punto están las empresas valencianas. Este ha sido precisamente uno de los el objetivos del informe Comprometidos con la Sostenibilidad. Evaluación y Perspectivas, elaborado por La Càtedra de Cultura Empresarial de la Universitat de València (CCE) y el Club de Empresas Responsables y Sostenibles de la Comunidad Valenciana (CE/R+S). “El estudio persigue conocer las aportaciones y actuaciones hacia la sostenibilidad de esas empresas, el camino recorrido y el nivel alcanzado así como los retos y el camino que tienen por delante”, ha detallado durante la presentación Carlos Pascual, presidente de la Càtedra de Cultura Empresarial Universitat de València.
Un informe que ha contado con la participación de 59 empresas (80% del total) —25 grandes compañías de más de 500 trabajadores y 34 pymes— pertenecientes tanto al patronato de la Càtedra de Cultura Empresarial como socias del Club de Empresas Responsables y Sostenibles y que ha dado un dato revelador: la mitad de las empresas participantes en el estudio admite haber impulsado durante la pandemia un mayor compromiso con la sostenibilidad. Así lo dio a conocer Isabel Castillo, directora del CE/R+S Club de Empresas Responsables y Sostenibles de la Comunidad Valenciana durante la presentación del informe.
En los últimos años, organismos como las Naciones Unidas, han definido los Objetivos de Desarrollo Sostenible y una serie de principios y directrices para guiar en su consecución. Es, por ejemplo, el caso de la Agenda 2030, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas o las directrices de la OCDE. De ellos, las ODS son el marco más conocido: nueve de cada diez empresas los conoce. Y es más, dos de cada tres empresas analizadas realizan acciones específicas relacionadas con los ODS con un claro predominio del ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), que promueve el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos. El segundo con más protagonismo es el ODS 5, el de la igualdad de género.
Igualmente de importante son las políticas empresariales en materia de sostenibilidad, que guían en el camino de cambio de la empresa. En este sentido, el 63% de las empresas admite que cuenta con una política específica en materia de sostenibilidad pero solo un 36% la hace pública —frente a un 27% que no lo hace— y un 32% no tiene política específica, pero contempla la sostenibilidad en otras actuaciones. Además, más de la mitad de las empresas cuentan con una política anticorrupción y de lucha contra el fraude, predominando la existencia en las grandes empresas.
En este punto, cabe resaltar que casi la mitad de las empresas que participaron en el estudio cuentan con una dirección específica de sostenibilidad. Sin embargo, una de cada tres de las que no la tienen, encomiendan las funciones de sostenibilidad a otros departamentos (Recursos Humanos, departamentos de Calidad o Comunicación, por ejemplo). En este aspecto se aprecian diferencias entre las grandes empresas y las pymes pues la mitad de estas últimas no cuentan con una dirección específica.
En cuanto al presupuesto dedicado a las estrategias y actuaciones en materia de sostenibilidad son algo menos de la mitad las que reconocen tener presupuesto específico para ello. En casi una de cada diez empresas ese presupuesto supera el 5% de la facturación de la entidad, mientras que en tres de cada diez no alcanza el 1%.
Por otra parte, cabe destacar que la covid-19 ha traído consigo la necesidad de un cambio para adaptarse a las nuevas circunstancias y, además, hacerlo de una manera ágil, sostenible y en algunos casos hasta virtual. Por ello, el informe ha consultado también si las empresas realizan su innovación con atributos de sostenibilidad. En este sentido, el informe revela que ocho de cada diez empresas lo hacen. Ahora bien, cada una de ellas de una manera diferente: el 32% promueve la sostenibilidad en los procesos de innovación existentes en la empresa, el 22% tienen ya productos o servicios innovadores que parten desde una perspectiva sostenible y el 12% cuenta con una línea específica de innovación responsable.
En cuanto a la política medioambiental en la empresa, conjunto de principios y actuaciones asumidos por la organización para el cuidado y protección del medio ambiente, siete de cada diez la tienen, siendo las empresas grandes con un 92% las que más la aplican —las PYMES en 50%—. En cuanto a las actuaciones relacionadas con la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa en relación con la gestión de las personas, la igualdad, diversidad y no discriminación; las medidas de conciliación; las medidas para asegurar y promover la salud y seguridad; y la flexibilidad en los horarios de trabajo son los aspectos que más se trabajan (un 85%). En un segundo bloque en cuanto a importancia para las empresas encontramos medidas consideradas por más del 70% de las empresas como la formación en habilidades personales como liderazgo, plan de salarios e incentivos, política contra el acoso sexual, prohibición del trabajo forzado u obligatorio y prohibición del trabajo infantil.
El informe también ha querido centrarse en la situación generada por la pandemia y los retos, oportunidades y dificultades que se perciben en el periodo post-pandemia que parece que se va iniciando con el fin de conocer mejor los posibles desarrollos futuros y los aspectos que las pueden facilitar o dificultar. Para ello y ante la pregunta de las principales motivaciones que han impulsado a las empresas a incorporar criterios de sostenibilidad, el 83% dijo la convicción propia/compromiso, seguido de la reputación de la entidad y de sus productos o servicios (71%) y del cumplimiento de la normativa aplicable (46%).
Un periodo, el de la covid-19, que ha hecho que nueve de cada diez empresas han acelerado los procesos de digitalización, y siete de cada diez dicen haber mejorado la flexibilidad en la organización de personas. Además, la situación provocada por la pandemia parece haber influido positivamente ya que un 46% de las empresas ha impulsado en este tiempo un mayor compromiso con la sostenibilidad frente al 22% que ha pospuesto sus decisiones en la materia.
En el capítulo de recomendaciones, el estudio aconseja doce actuaciones, entre las que destaca la identificación de los recursos y las barreras que inciden sobre las actuaciones en materia de sostenibilidad. También se nombran otras como la potenciación y cuidado de la transparencia en la comunicación de los resultados de la evaluación y en la información a la sociedad, la necesidad de una aproximación más proactiva para abordar los retos y exigencias de la sostenibilidad o la alineación de las políticas y estrategias de la empresa con los principios de sostenibilidad.
Una presentación que se desarrolló en la sala Joan Plaça del Jardín Botánico y contó también con el presidente del Club de Empresas Responsables y Sostenibles Fernando Ibáñez y el equipo investigador dirigido por José María Peiró, catedrático emérito del de la de la Universitat de València (Instituto IDOCAL), Encarna Mazón directora de la Càtedra de Cultura Empresarial y la propia Isabel Castillo directora del CE/R+S y Encarna Mazón directora de la Càtedra de Cultura Empresarial.
El Club de Empresas Responsables y Sostenibles de la Comunidad Valenciana (CE/R+S) es la plataforma de encuentro de referencia en la Comunidad Valenciana para generar y difundir conocimiento sobre sostenibilidad y responsabilidad social, con la misión de promover la sostenibilidad empresarial, contribuyendo al progreso de la sociedad y la creación de bienestar global para posicionar la marca empresarial de la Comunidad Valenciana como un referente por sus modelos de negocio productivos, responsables y éticos.. Actualmente tiene 31 socios: AGC Flat Ibérica, Almacenes Lázaro, Alpesa, Foodiverse, Grupo Baux, Grupo Bertolín, Broseta Abogados, Caixa Popular, Choví, Colisée, Consum S. Coop., Cubierta Solar, El Corte Inglés, Ética, Excal, Hidraqua, Geocivil, Grupo Eulen, Grupo Gimeno, Grupo IVI, Grupo Marjal, Hinojosa, Zubilabs, Ribera, RNB Cosméticos, Royo, Grupo Simetria, Suavinex, Triangle REM, Unimat Prevención y Velarte.
La Càtedra de Cultura Empresarial, que cuenta con 22 años de existencia, está integrada por un grupo de cincuenta empresarios comprometidos con la responsabilidad social y con la transmisión de valores y emoción empresarial. Destaca la participación muy activa de todos ellos, promoviendo el emprendimiento como objeto inicial entre estudiantes de la Universitat de València acompañándolos en sus primeras etapas. La propia potencia del grupo empresarial hace que se generen multitud de programas e iniciativas por parte de los propios patronos siendo el programa de sostenibilidad de la Cátedra una muestra de ello.