VALÈNCIA. La remodelación del Consell realizada por el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, tras la ruptura de Vox comporta –además de nuevos nombramientos de consellers– algunos cambios en la distribución de competencias.
El más destacado es que el departamento de Cultura que dirigía Vicente Barrera pasa en su mayor parte a Educación, que lidera José Antonio Rovira. Aun así, Deportes –que estaba igualmente en Cultura– lo asumirá Mazón en primera persona desde Presidencia.
Las competencias de Agua, que estaban en la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, se ubican ahora en Agricultura, Pesca y Ganadería, liderada por Miguel Barrachina.
Asimismo, existe un cambio nominal –y simbólico– en las competencias de autogobierno. Éstas pasan a colgar de la Conselleria de Justicia que dirige Salomé Pradas, que las ha incluido en la denominación oficial de la estructura del segundo escalón. Con ello, existe una secretaría autonómica de Justicia y Autogobierno, ocupada por José Luis Font; y una dirección general del mismo nombre en la que se encuentra María José Adalid.
El fomento del autogobierno –que incluye asuntos como la reivindicación del Derecho Civil Valenciano o las señas de identidad, cuya nueva ley se encuentra todavía pendiente de presentar– había sido mantenido por Mazón en Presidencia. Concretamente, dependían del secretario autonómico de Relaciones Institucionales y Transparencia, Santiago Lumbreras.
Ahora las tendrá Pradas, quien hizo mención específica este martes al asunto en su toma de posesión como consellera de Justicia, haciendo énfasis en la presencia y el trabajo de la Asociació de Juristes Valencians, cuya batalla es la recuperación del derecho civil.