La CEV toma la bandera del agua y las inversiones para consolidar la unidad empresarial en Alicante

VALÈNCIA/ALICANTE. Toda crisis ofrece oportunidades para quien sabe detectarlas. Siguiendo este principio, la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) parece decidida a aprovechar el descontento provocado en Alicante por un proyecto de PGE que sitúa a esta provincia a la cola en inversión para vencer recelos residuales, consolidar su presencia y conseguir ser vista como una organización tan alicantina como valenciana.

Cinco años después de la desaparición de la autonómica Cierval, el fatídico proyecto de PGE y el trasvase Tajo-Segura son las dos grandes banderas que la organización que dirige Salvador Navarro está agitando con intensidad estas dos últimas semanas para convencer de la necesidad de unidad al sector empresarial que en su momento optó por dar continuidad a la desaparecida Coepa con Uepal en lugar de sumarse al proyecto autonómico de la CEV.

Para lograr que la percepción de que la CEV defiende con la misma intensidad los intereses de Alicante que los de Valencia sea unánime (cosa difícil porque las reticencias en el entorno de Uepal son aún grandes, más tras la destitución de Juanjo Sellés como vicepresidente de CEV Alicante después de quejarse del trato que recibía la provincia), la patronal ha puesto en marcha una intensa campaña de movilización en distintos ámbitos que este miércoles llegará a Madrid para poner voz al descontento desde la sede de la CEOE.

Navarro, que ocupa una de las vicepresidencias de la patronal nacional, y el presidente de CEV Alicante, Joaquín Pérez, aprovecharán ese altavoz para denunciar el "ninguneo" a la provincia de Alicante y el crónico déficit inversor del Estado. Lo harán, además, de la mano de la Cámara de Alicante y del Instituto de Estudios Económicos (Ineca), una unidad de acción de la que Uepal, heredera de la extinta Coepa, ha querido quedarse al margen.

Precisamente la Cámara de Alicante que preside Carlos Baño, en sintonía con la CEV, está liderando estos días las reuniones con diputados y senadores de todos los partidos elegidos por la provincia, para trasladar su malestar por el trato de los PGE 2023 y lograr que se mejoren en la fase de enmiendas. Si este miércoles CEV, Cámara e Ineca viajan a Madrid para ofrecer una rueda de prensa en la que quieren dar a conocer la situación de maltrato inversor a la provincia; ya se baraja el 27 de octubre como fecha para una manifestación liderada por las tres organizaciones.

El proyecto de los PGE, "desastroso" para Alicante, es la última palanca para acabar de consolidarse como la única organización empresarial verdaderamente representativa en la provincia, pero previamente ha habido otras como la reclamación del acceso al aeropuerto de Alicante; el vehemente rechazo a la tasa turística; la defensa del mantenimiento en Atocha de los AVE que parten desde la capital alicantina; o su implicación directa con los alcaldes de la Vall d'Ebo para implicarse en la reactivación económica de los municipios afectados, por citar las más recientes.

También fue llamativa la celeridad de la CEV a la hora de manifestar públicamente su respaldo a la candidatura de Elche para acoger la sede de la Agencia Espacial Española.

Gestos hacia la provincia

Durante los últimos años, tanto el presidente de la CEV como sus órganos de gobierno se han esforzado por hacer de la organización antes provincial una patronal autonómica verdaderamente descentralizada, con presidentes en cada una de las tres provincias dotados de autonomía pero con unidad de acción autonómica.

La muestra más clara de vertebración territorial fue la celebración en el Auditorio de la Diputación de Alicante (Adda) de los 41 años de existencia de la CEV y sus primeros doce meses de andadura como patronal autonómica con un gran acto en el que estuvo presente el rey Felipe VI. De hecho, en los últimos años ha sido habitual el desarrollo en Alicante y Castellón mediante la celebración de actos, jornadas o reuniones ordinarias de sus órganos de gobierno que en el pasado solo tenían lugar en València.

Además, desde que la potente Baleària, con sede en Dènia, diera el paso de asociarse directamente a la CEV han sido muchas las empresas que se han sumado al proyecto que tomó el relevo de Coepa. Las principales federaciones sectoriales de la provincia, como las del metal, mármol, juguete, calzado o turismo tampoco tuvieron dudas en enrolarse. Con todo, aún quedan asociaciones que optan por la doble afiliación en la CEV y Uepal, una muestra del temor que aún existe a ser castigado por parte del reducto que aún ve a la CEV como un ente ajeno a los intereses de la provincia.

El paulatino proceso de integración orgánica de Alicante en el seno de la CEV tuvo uno de sus hitos recientes con el fichaje de la antes directora general de la Institución Ferial de Alicante (IFA), la ilicitana Esther Guilabert, como número dos de Salvador Navarro.