Foto GVAPuig anuncia una reunión para reclamar nuevas cesiones y apunta que, aunque no son “las Tablas de la Ley” y se puede cambiar, su intención es desarrollar el texto de 2006.
VALÈNCIA. La ‘cláusula Camps’, aquella que se suponía que debía permitir a la Comunitat Valenciana acceder a cualquier competencia que se ceda a la otra autonomía, es ‘papel mojado’ y la Generalitat asume que deberá pelear cada transferencia pero también que habrá algunas que, directamente, no podrá reclamar.
El momento en el que el expresident Francisco Camps presumiera de haber hecho llegar una competencia por el afán que tuvo en su día de igualarse a Catalunya no llegará. “En todo momento hemos pensado que esa cláusula era una cláusula que acababa en el espacio político no jurídico”, admitió este martes el president Ximo Puig.
Su potencial había quedado ya en entredicho en el paso de L’Estatut para su largo ‘cepillado’ en el Congreso de los Diputados en 2018. Al final la ‘cláusula adicional segunda’ a quien obliga era a la Generalitat a pedir esas competencias de otras autonomías para su “actualización” pero no explícitamente al Gobierno central a concederlas. El Constitucional se había mostrado además contrario en varias sentencias.
Una reciente contestación del Ejecutivo al senador de Compromís Carles Mulet sobre las competencias ya cedidas a Catalunya y Andalucía en la gestión de autorizaciones y concesiones en el Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT) ha supuesto la demostración práctica de la situación. “No es posible transferir a la Generalitat Valenciana competencias en materia de costas, como tampoco lo es transferirlas a otras Comunidades Autónomas cuyo estatuto no ha sido modificado en ese sentido”, sentencia la respuesta.
Pero, aunque no llegarán de manera automática y hay algunas que no se podrán tener sin volver a tocar el texto, la Generalitat quiere asumir todas las que pueda, empezando por Cercanías… y siempre que llegue acompañada de la correspondiente financiación. “Nuestra ambición es poder gestionar desde la Comunitat Valenciana todo lo que sea posible de una manera más eficaz. Hay que desarrollar bien el Estatut que tenemos, hay cosas en las que podríamos hacer mucho más. Hay muchas cuestiones pendientes y podemos ir más allá”, apuntó.
De momento, se prepara una reunión con el Gobierno central reclamar nuevos traspasos, especialmente el de Cercanías, dentro de su idea de exprimir las posibilidades que da el actual Estatut d’Autonomia porque ahora mismo no se plantea una nueva reforma.
“Estamos trabajando en una 'calendarización', una reunión en la comisión mixta de transferencias y queremos acomodar los tiempos políticos”, señaló.
El president dijo que no se cierran a los cambios pero recordó la necesidad de un acuerdo general, algo que complica retocar el texto y que les anima a exprimirlo. De hecho, en la presentación de la confección del comité que organizará el 40 aniversario de la norma, desveló que durante 2021 una “cátedra de fomento del autogobierno” ha estudiado el texto en profundidad para evaluar su potencial. “Hay que analizar y ver dónde queremos llegar. El Estatut siempre estará sometido a análisis, no son tablas de la ley que no se puedan tocar, pero se ha de hacer con el máximo consenso posible, no puede haber lecturas unidireccionales", afirmó.
Puig confirmó que el servicio de Cercanías es “una prioridad”. A corto plazo para que mejore el servicio y a “medio” para una transferencia que “no podrá ser sin recursos”, recordó. Pero, dijo, “hay otras” competencias que también se reclamarán.
De momento, según pudo saber este periódico, hace unas semanas hubo una primera reunión técnica entre la Consellería de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad y el Ministerio de Transportes para preparar el terreno. Ahora es momento de la política.
