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Desayuno organizado por BBVA y Valencia Plaza

La sostenibilidad en las empresas: una cuestión de supervivencia

6/05/2021 - 

VALÈNCIA. La sostenibilidad se ha convertido en estos tiempos de pandemia en una necesidad para las empresas. La Agenda 2030 de la ONU o el Acuerdo de Paris ya fijaban sólidos y ambiciosos objetivos hacia esa transformación de la sociedad, pero la crisis sanitaria ha acelerado esa reconversión. "Estamos viviendo un momento histórico. La sostenibilidad ya no es una oportunidad, sino una necesidad para las empresas: o en el futuro son sostenibles o no existirán", aseguró César González, especialista en Sostenibilidad y Financiación del BBVA.

Así se puso de manifiesto en el debate organizado por BBVA y Valencia Plaza en el que se analizó la sostenibilidad como reto empresarial. Una cita que contó con la asistencia de Júlia Company, directora general del Ivace; Jerónimo Franco González, director de Innovación y Sostenibilidad Medioambiental de Agricultores de la Vega de Valencia; Gonzalo Belenguer, director general de la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (REDIT); Isabel Castillo, directora CE/R+S Club de Empresas Responsables y Sostenibles; Amelia Navarro, presidenta de la Comisión de Responsabilidad Social de la CEV y directora de Desarrollo Sostenible y Equidad en Hidraqua.

También participaron José Luis Vilar, director general del Grupo Gimeno; Juan Sacri, cofundador y presidente de Sapiensa Energía; Pilar Blaya, directora de RSC y Capital Humano de la Fundación Valenciaport; Miguel Burdeos, presidente de SPB; Ibán Molina, delegado de Iberdrola en la Comunidad Valenciana; Sonia Hernández, directora financiera del Grupo Sanitario Ribera; César González, especialista en Sostenibilidad y Financiación del BBVA y María José Sánchez, directora de la Zona Valencia del BBVA.

Foto: KIKE TABERNER

Una de las primeras cuestiones que se puso encima de la mesa fue las estrategias que están siguiendo las compañías para liderar esa transición hacia la sostenibilidad. En este sentido, María José Sánchez, directora de la Zona Valencia del BBVA, apuntó al cambio climático como uno de los mayores desafíos de la historia. Para combatirlo, desde la entidad financiera han incorporar una serie de estrategias que se basan en la movilización de inversiones por 100.000 millones de euros hasta 2025 para cuidar el medio ambiente. De ese total, a día de hoy ya se han consumido 59.000 millones en financiaciones sostenibles, por lo que destacó su buena marcha. Además, recalcó que desde 2020 son un banco neutro en emisiones de carbono y antes 2030 dejarán de financiar a empresas relacionadas con el carbón. "Nuestro papel es muy relevante en este cambio, necesario para una sociedad más sostenible", reivindicó.

Por ello, consideró que las empresas "no pueden dejar de subirse a este tren". "Hay muchas oportunidades y muchas fortalezas en el entramado empresarial valenciano que piensa en grande. Sin embargo, hay algunas pymes que necesitan de nosotros para sostenerse y a ellas hay que ayudar y acompañar", afirmó. 

Júlia Company, directora general del Ivace, destacó la reputación e imagen que aporta a las compañías el cumplimiento de los Objetivos por el Desarrollo Sostenible (ODS) porque demuestra su compromiso con la sociedad. No obstante y dado que el tejido productivo valenciano cuenta con mucha pyme a la que le cuesta dar este salto, puso en valores las acciones que el Ivace está acometiendo para guiar y sensibilizar sobre la importancia de sumarse a esta transformación hacia un nuevo modelo productivo. "La mejor energía es aquella que no se gasta. Por eso, apostamos por la sostenibilidad y trabajamos mucho la economía circular", recalcó para destacar la creación de un Observatorio industrial para concienciar a las empresas para que incorporen criterios más sostenibles.

Sociedad, economía y compromiso medioambiental

Gonzalo Belenguer, director general de la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (REDIT), recalcó que la sostenibilidad es una necesidad para las organizaciones porque renunciar a ella supondrá una menor competitividad. "Tenemos un compromiso con el futuro que pasa por integrar la sostenibilidad en el modelo económico. Pero no solo la administración y las empresas, sino la propia sociedad. Se trata de un triángulo: sociedad, economía y compromiso medioambiental que es indisoluble. No podemos renunciar a trabajar esos tres ámbitos y las firmas están trabajando para adaptarse. El futuro lo tenemos así, las normas de juego están claras y las organizaciones que se adecuen a ese escenario serán las que competirán y tendrán un mayor desarrollo", subrayó Belenguer.

Adaptarse a la nueva realidad y ser palanca de crecimiento. Así consideró Isabel Castillo, directora CE/R+S Club de Empresas Responsables y Sostenibles, que se tiene que concebir la sostenibilidad por parte de las compañías. "Es una palanca que puede ayudar a las empresas hacia ese nuevo modelo empresarial y esa nueva forma de concebir los negocios. No se trata de dejar de producir, sino de que se haga de una forma responsable y sostenible", defendió. A su juicio, este cambio no es únicamente un asunto de gobiernos o "cuatro pirados", ironizó, sino que todos los actores deben estar involucrados. Eso sí, recalcó que la sostenibilidad nunca puede ser concebida como un negocio. Por ello, resaltó la importancia de que las empresas cuenten con personas formadas en esta materia para saber valorar estrategias, ofrecer soluciones realistas y poder "distinguir la paja del trigo".

Foto: KIKE TABERNER

Ibán Molina, delegado de Iberdrola en la Comunidad Valenciana, destacó el compromiso de la compañía con los objetivos de descarbonización de la electricidad y los valores de los ODS. En este sentido, puso en valor la oportunidad de las renovables para España y, especialmente, para la Comunitat Valenciana con la vocación de generar una potente industria que se erija como proveedora a otros países. "En España tenemos muchas ventajas, pero en la Comunitat Valenciana aún más. Un panel solar en Alicante es un 30% más eficiente que en Alemania por las condiciones que tenemos. Pero la gran debilidad valenciana son los largos procesos administrativos que son muy lentos si nos comparamos con otras autonomías. Es momento de poner el acelerador, de pensar en grande y que esto sean una realidad", enfatizó.

Alianzas y colaboración

El trabajo conjunto y colaborativo fue una de las claves que puso encima de la mesa José Luis Vilar, director general del Grupo Gimeno. A su juicio, para que la sostenibilidad sea una realidad no solo debe haber concienciación, sino también alianzas para sacar adelante proyectos tractores y transversales. "Si no colaboramos el recorrido será más lento. El impacto de la pandemia nos va a ayudar a ser más ambiciosos y a allanar proyectos que si no hubieran tardado años. Pero no podemos hacerlos solo, sino que debemos hacerlo conjuntamente y ahora es un momento histórico y una gran oportunidad. Esto no va de financiar proyectos de empresa, sino de poner en marcha grandes iniciativas", sostuvo.

En este sentido, Amelia Navarro, presidenta de la Comisión de Responsabilidad Social de la CEV y directora de Desarrollo Sostenible y Equidad en Hidraqua, destacó el papel de la colaboración público-privada y el poder de las alianzas para conseguir la transformación. Pero, además, incidió en la necesidad de que en la alta dirección y los consejos de administración de las firmas haya especialistas en sostenibilidad para que la apuesta empresarial sea real. "Estamos en una situación de mucha presión regulatoria en los mercados. Los clientes tienen también mayor conciencia y nos van a exigir más a las empresas, por lo que aquellas que no se apunten a este reto serán menos valoradas y tendrán menor competitividad", apuntó. "Esta crisis nos ha hecho ver cómo las empresas más sostenible han sido, a su vez, las más resilientes y han aguantado mejor el tirón. Esta transición es una oportunidad para salir de donde estamos", manifestó.

Foto: KIKE TABERNER

Asimismo, Pilar Blaya, directora de RSC y Capital Humano de Fundación Valenciaport, puso de relieve la conveniencia de alianzas para cualquier desarrollo sostenible, así como la necesidad de que los responsables de las compañías y sus consejos de administración tomen decisiones encaminadas hacia esa sostenibilidad. De hecho, defendió la importancia de que el sector público impulse políticas que vayan en este sentido para que generen un efecto tractor en el sector privado. "Tenemos una necesidad de mejorar la empleabilidad y ayudar en las organizaciones para que la pata de gobernanza sea a día de hoy un aspecto prioritario", indicó. 

"Necesidad de supervivencia"

Miguel Burdeos, presidente de SPB, insistió en la importancia de la medición del cumplimiento hacia objetivos sostenibles porque explicó que las compañías sí son capaces de evaluar su tecnología o su impacto económico, pero en esta materia faltan herramientas. "Me preocupan las exigencias de descarbonización porque son muy exigente y no sé hasta qué punto vamos en el camino adecuado. La Comunitat tiene muchas pymes y ellas si no es con ayuda o colaboración, difícilmente pueden cumplir esos objetivos", aseguró para insistir en que las grandes corporaciones sí tienen las herramientas para hacer cambios, pero consideró que a la pequeña y mediana empresa aún le queda camino por recorrer. 

César González, especialista en Sostenibilidad y Financiación del BBVA, apuntó a la envergadura del reto del cambio climático y la necesidad de tomar decisiones con velocidad. "Para nosotros, más que una oportunidad, esto es una necesidad de supervivencia para las empresas: o estás o desapareces", advirtió. En este sentido, recordó la presión regulatoria existente y la aprobación de normas como la Ley de Cambio Climático. "Toda esta presión empuja a las empresas a hacerlo porque si no lo tendrán muy complicado. El punto más crítico es la presión del mercado y del consumidor final que no admite productos que no tengan comportamientos éticos", insistió.Por ello, ensalzó que desde BBVA su papel no únicamente consiste en "financiar grandes inversiones en cambios de tecnología", sino en ayudar a las empresas a conseguir ese "efecto multiplicador que deben acometer". 

Fondos europeos

Los fondos europeos también coparon parte del debate. En este sentido, Company señaló que esta transición "no es barata y los fondos son necesarios para abordar inversiones que las empresas de forma individual difícilmente podrían acometer". Aunque admitió que no son "la panacea", sí defendió que son necesarios para llevar a cabo las reformas. También Belenguer, reivindicó estas ayudas como estratégicas para hacer organizaciones más competitivas y apuntó al papel de Redit como "catalizador" de las mismas.

Foto: KIKE TABERNER

Para Jerónimo Franco González, director de Innovación y Sostenibilidad Medioambiental de Agricultores de la Vega de Valencia, antes de entrar en un proyecto es necesario hacer un estudio previo sobre la conveniencia de sumarse. "Hay una importante diferencia entre la captación fondos y las condiciones de financiación", señaló. En este sentido, explicó que desde su organización valoran mucho si la iniciativa es disruptiva antes de formar parte de la misma. No obstante, en su ADN llevan la economía circular y la sostenibilidad. Así, rememoró la tradición agrícola de reutilización de los residuos orgánicos. "Muchos siglos atrás, se entraba a la ciudad y los agricultores separaban los residuos orgánicos para diferenciar los que se podían utilizar en la agricultura y cuáles servían para comida de animales. La economía circular la hacíamos hace siglo y de ahí venimos", apuntó.

Para Juan Sacri, cofundador y presidente de Sapiensa Energía, hablar de sostenibilidad es hacerlo de "la activación de las personas". "Aparece un nuevo actor que son las comunidades energía renovables: una nueva forma de usar, compartir y moverse con energía renovable. Un nuevo concepto para activar a la ciudadanía, para hacer esa transición energética desde lo local porque sin ella no llegaremos a esa sostenibilidad", abogó. Desde la enseña promueven proyectos colectivos rentables para que "esas comunidades obtengan un beneficio social frente a las ganancias financieras". "Son proyectos 'km cero', de energía renovable y en los que cualquiera pueda participar", indicó.

Sonia Hernández, directora financiera del Grupo Sanitario Ribera, puso el énfasis en el papel del sector social dentro la estabilidad económica y, por ello, urgió a un acercamiento con otros sectores para conseguir un bienestar en la vida de las personas y que la ciudadanía tenga acceso a "una salud y sanidad de calidad". Así, insistió en las alianzas empresariales como motor de crecimiento. "Hemos remado todos juntos y tenemos que aprovechar este momento de crisis para que, de verdad, nos aliemos para conseguir este progreso. Solo de esta forma podremos salir de la crisis", concluyó.

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