VALÈNCIA. Con el auge del comercio electrónico y las ventas a domicilio, las entregas de última milla se han multiplicado y, en consecuencia, las compañías que ofrecen este servicio deben competir por satisfacer las expectativas de unos clientes cada vez más exigentes y que, al margen de esperar un buen servicio y a un buen precio, exigen que sean respetuosas con el medioambiente. De hecho, se estima que casi un 50% de los españoles escogerían un producto en vez de otro por ser más sostenible. Entre dichas empresas está Gorillas, que aterrizó en julio del año pasado en València para competir con Amazon y los supermercados tradicionales de una forma eficiente y sostenible. “Somos un supermercado local, la entrega se realiza solo a dos kilómetros alrededor de cada almacén y en bicicletas ecológicas, minimizando el tráfico en las ciudades y la contaminación”, apunta Magdalena Szuszkiewicz, directora general de Gorillas para España.
Una manera de operar centrada, siempre que se pueda, en proveedores locales y directos, pues “traemos los productos de mejor calidad de las zonas en las que viven nuestros usuarios, ayudando a conseguir los mejores precios para todos, evitando largas líneas de intermediación que contribuyen a la contaminación”. Asimismo, al tener los almacenes “estratégicamente ubicados en la ciudad" los repartidores "recorren distancias más cortas de entrega y en bicicletas eléctricas, lo que también reduce las emisiones que otro tipo de vehículos podría generar. Además, al trabajar con proveedores cercanos, creamos al mismo tiempo una cadena de suministro más sostenible”.
Igualmente, la compañía alemana no emplea plásticos o materiales que no se puedan reciclar, apostando por las bolsas de papel reciclado. Pero es con la neutralidad de carbono donde Gorillas centra actualmente sus esfuerzos en materia de medio ambiente y sostenibilidad social: “Estamos desarrollando una estrategia ESG (criterios ambientales, sociales y de gobernanza) y trazando un plan para enfocarnos en diversidad, equidad e inclusión para nuestros empleados, así como para nuestras comunidades locales y barrios”, comenta Magdalena Szuszkiewicz apuntando que “el manejo de desechos jugará un papel integral junto con nuestros objetivos de neutralidad de carbón”.
Según explica, la mayor parte de la huella de carbono de la empresa procede del consumo de energía, los almacenes y las oficinas, por lo que “serán progresivamente adaptadas a energías verdes a nivel mundial” —a fecha de hoy se utiliza un 52% de electricidad verde a nivel global—. En la actualidad, sus fuentes de energía verde ya representan dos tercios de la energía consumida por sus almacenes en Alemania, Italia, Países Bajos y Reino Unido. En Dinamarca, la compañía opera de manera íntegra con energías verdes. Además de su contratos con proveedores de energía, se esperan nuevos acuerdos en el futuro cercano para lograr un 100% de electricidad verde para el próximo año.
Para paliar ese impacto en el planeta, Gorillas ha dado un paso más a su política de sostenibilidad compensando todas las emisiones bajo su control directo (Scope 1, 2 y 3.3) que la compañía había generado desde su lanzamiento en mayo de 2020, “volviéndonos referentes en la industria del reparto instantáneo europeo”. En cuanto a la reducción de emisiones Scope 3, comenta que "estamos liderando una serie de iniciativas, como reducir los deshechos en el empaquetado con proveedores como Vytal ofreciendo soluciones 100% circulares para comidas listas para consumir, reduciendo emisiones de viajes de negocios implementando políticas de viaje sustentables, además de procurar que los proveedores de Gorillas estén alineados con las ambiciones de sostenibilidad de la compañía".
Para medir esas emisiones, Gorillas cuenta con un doble enfoque: “primero nos concentramos en la reducción y, segundo, en la compensación”, una medición que es realizada conjuntamente con Planetly, una compañía tecnológica que provee un software de gestión que mide la huella de carbono de las empresas. Concretamente, han compensado 4,960 toneladas de CO2 emitidas desde refrigerantes, electricidad, calefacción y aire acondicionado de almacenes y oficinas, entre otros, han sido salvadas —el equivalente a 30,908 vuelos entre Berlín y París—.
Asimismo, Magdalena Szuszkiewicz detalla que la empresa también ha decidido compensar las emisiones generadas en el pasado apoyando a tres proyectos acreditados de Climate Partner —un proveedor de soluciones de acción climática corporativa—, con proyectos ubicados en el Congo, Bulgaria y Estados Unidos, que impulsan el crecimiento en la producción de energías renovables. Además, está liderando una serie de iniciativas como reducir los deshechos en el empaquetado con proveedores como Vytal ofreciendo; soluciones 100 % circulares para comidas listas para consumir; reduciendo emisiones de viajes de negocios implementando políticas de viaje sustentables; además de procurar que los proveedores de Gorillas estén alineados con las ambiciones de sostenibilidad de la compañía.
Otro de los puntos en los que Gorillas quiere colaborar es en el desperdicio de alimentos pues en España se desperdician 1.363 millones de kilos de alimentos por año. “Desde Gorillas ofrecemos productos frescos, de alta calidad y ecológicos, con el objetivo de ponerle fin a esta situación. Asimismo, en cuanto a los retos futuros para reducir el desperdicio de alimentos Magdalena expresa que desde Gorillas “buscamos darle una nueva forma al comportamiento del consumidor y acompañarlo en la transición a una conducta de compra más beneficiosa para el medio ambiente como la de Necesitar-Pedir-Obtener. Educar al usuario a pedir lo justo y necesario sin tener que planificar toda una semana de consumo es lo ideal. Así, lograríamos reducir el impacto que produce el desperdicio de comida, que representa un 10% de las emisiones de gases invernadero a nivel mundial”.