La banda de indie-rock actuará en el ciclo 'Nits de Vivers' este viernes a las 22 horas. Culturplaza aprovecha la ocasión para hablar con su guitarrista de la trayectoria del grupo y de su situación actual
VALÈNCIA. León Benavente nació hace casi una década de la mano de cuatro músicos veteranos. Abraham Boba (voz y teclados), Eduardo Baos (bajo y sintetizadores), Luis Rodríguez (guitarra) y César Verdú (batería) conformaron una banda que a día de hoy se presenta como toda una referencia en el panorama estatal del indie-rock. Acumulan a sus espaldas tres discos y una enorme cantidad de conciertos.
A causa de la pandemia, la gira de su tercer disco (Vamos a volvernos locos), fue interrumpida. Durante el verano pasado se reanudó y pronto llegará a su fin. León Benavente actuará este viernes en los Jardines de Viveros a las 22 horas. Culturplaza aprovecha la ocasión para conversar un rato con Luis Rodríguez, el guitarrista de la banda.
-En vuestro último disco, Vamos a volvernos locos, pusisteis en evidencia un sentido de colectividad y experiencia como grupo mayor que en anteriores trabajos. Ahora, la pandemia ha ocasionado que la gente se mire más a sí misma de forma individual, en pro de su crecimiento personal. En este sentido, ¿en qué punto está León Benavente?
-Al igual que para el resto, al principio todo esto fue un mazazo. Nos encanta hacer conciertos. El parón fue bastante duro. Sin embargo, supimos reagruparnos bastante rápido, cogernos a nuestra rutina y activarnos como grupo. Ahora estamos muy contentos. Poder dar conciertos de nuevo es una maravilla. Esperamos que pronto los conciertos puedan ser como antes.
-Vuestros discos siempre han sido radiografías costumbristas del momento concreto por el que pasáis, casi siempre con referencias muy concretas y precisas. ¿Qué buscáis con esto?
-Es algo que hemos pensado mucho. Esas referencias son como anclas que hacen que la canción baje a tierra y se localice en sitios concretos. Hacen que nuestra música sea más cercana, sin que por ello las canciones sean demasiado cerradas o acotadas a un tema. Ahí está parte del valor de las letras de León Benavente. Creo que hacemos que la gente pueda hacer suya una canción nuestra. Por ejemplo, si hacemos una referencia al Parque del Retiro, corremos el riesgo de que no todo el mundo se identifique si no lo conoce. Sin embargo, en México había mucha gente que daba su propia interpretación a la mención del lugar. No conocer el parque en concreto no resultaba un impedimento. Ahí está la clave de nuestra música: hacemos canciones bastante abiertas a la interpretación. Bajamos a tierra.
-Muchas de vuestras letras, del estilo Tipo D o Cuatro monos, reflejan la compleja situación de la realidad española desde perspectivas como la política (aunque sin ser demasiado explícitos) o la sociedad. ¿Cuál es vuestro objetivo a la hora de tratar estos temas desde la crítica?
-Creo que no hay ningún objetivo ni afán aleccionador. Simplemente, lo que hay es un cuestionamiento de lo que nos rodea como individuos, sin ningún otro ánimo. Y de todas formas, en nuestras canciones tampoco nos gusta transmitir un mensaje conciso y cerrado. Preferimos que la gente los interprete por sí misma. En las letras no nos gusta ser demasiado explícitos.
-Después de cuatro discos y una pila de conciertos a las espaldas, ¿qué balance haces de la trayectoria de la banda?
-Es increíble, joder [ríe]. Lo cierto es que cuando vives tu vida no te das cuenta realmente de lo que te está ocurriendo. Es al echar la vista atrás a los últimos ocho o nueve años cuando lo ves. Estos años han sido muy buenos desde muchos puntos de vista. Nos han permitido conocernos muy bien los cuatro, vivir juntos una aventura inmensa, respetarnos mucho más, ganar en convivencia... Nos gusta muchísimo tocar. Como músico, te desarrollas de una forma u otra según los conciertos que haces. Si no hubiese conciertos, León Benavente habría crecido de una manera muy distinta. Ver a tus compañeros crecer contigo sobre el escenario es muy guay. Y el público también responde a tu música. Aprendes a valorarlo, lo cuidas mucho. También tratas de experimentar, de cambiar... Y años después, cuando escuchas tus antiguos discos, vas viendo que tienen diferencias. Ves cómo se ha ido fraguando la identidad del grupo. Es muy bonito.
-En sus orígenes, la banda se consideraba más como un grupo de música político, pero que con el tiempo fuisteis dejando a un lado esa pretensión de grupo denuncia, y centrándoos en otros temas. Con todo lo que ha ocurrido a nivel político en los últimos años, ¿el grupo va a volver ahora a posicionarse de manera explícita?
-No te puedo contestar a eso, porque no lo sé. Por ahora solo puedo hablar de lo que va a pasar hasta octubre. Está claro que somos un grupo permeable a lo que le rodea. La situación política nos influye. No sé si nos volveremos más explícitos y vehementes en ese sentido. No sé si hablaremos más de política, de amor o de nosotros mismos. Puedo decir, eso sí, que no sería de extrañar que nos volviéramos más políticos explícitamente, porque lo que estamos viendo es descorazonador. Produce hastío, pereza, rabia... Así que, aunque no sea de forma muy evidente, es probable que algo se nos cuele.
-¿De dónde saca León Benavente la inspiración?
-Si supiese de dónde todo sería mucho más fácil [ríe]. Somos gente a la que le gustan muchos tipos de música distintos. A lo largo de los años hemos acumulado un poso muy grande de influencias. Así que, cuando nos juntamos, tenemos nuestro propio lenguaje. Quizás algo que has escuchado se te queda dentro y aparece convertido en otra cosa distinta tiempo después. Hay progresiones de acordes, por ejemplo, que tengo más que escuchadas y que, de repente, años después, me sorprenden de una manera distinta. Ese es el juego. Es bonito, pero a veces cuesta porque te quedas atascado. La conclusión es que hacer música es lo mejor que hay.
-Sois de las bandas de indie-rock alternativo más potentes del panorama estatal. Vuestro sonido es muy melódico y ochentero, y lo cierto es que tenéis millones de reproducciones en las plataformas de música. Sin embargo, León Benavente rompe con las dinámicas de la industria musical, que en muchas ocasiones se basan en lo comercial y lo artificial. ¿Esto supone un problema para la banda a la hora de darse a conocer?
-A nosotros no nos plantea un problema. Siempre hemos tenido muy claro que lo que hiciéramos fuese a nuestro gusto, como quisiéramos. De otro modo no tendría sentido. Tenemos la suerte de contar con un público grande que nos apoya, así que siempre hemos tenido bastante libertad para hacer lo que queremos en nuestras canciones. Pensar en nosotros desde otra fórmula, comparándonos con grupos más jóvenes..., no tiene cabida. Vamos a hacer siempre lo que nos dé la gana.
-La pandemia ha puesto en evidencia la precariedad de un sector, el musical, que ya existía pero que se ha intensificado. Lo que está ocurriendo también está sirviendo de altavoz reivindicativo para la música. Como grupo de indie rock alternativo que lanza críticas con sus canciones, ¿creéis que esta crisis servirá para fomentar un apuntalamiento en el sector?
-Me gustaría mucho que fuese así. Para que yo pueda tocar, detrás hay mucha gente: técnicos de sonido, técnicos de luces, backliners, técnicos de guitarra, managers... Nosotros solo somos la cabeza visible. A mi me gustaría pensar que todo esto va a cambiar, pero hay cosas que no puedo entender: me parece bien que haya medidas de seguridad, claro que sí. Pero luego vas a la playa, por ejemplo, y se te parte el corazón con la cantidad de gente que hay. En un concierto eso es impensable. Hay muchísima gente que si no trabaja lo va a pasar muy mal, y eso no se está teniendo en cuenta. Es hasta desafiante, no lo entiendo. Soy optimista por naturaleza, pero en cierto modo empiezo a flaquear. Hay plataformas como Alerta Roja que ayudan muchísimo. La manifestación de los backliners fue muy emocionante.
¿Quiénes son los referentes musicales de León Benavente?
-Tenemos 45 años, hay de todo. Bob Dylan, Leonard Cohen, Los Beatles, Black Sabbath... Son muchos. Es lo bonito de la música. Yo empecé siendo solo de un palo y pensando que todo lo demás era una mierda, pero cuando ves que la música te hace tanto bien, lo mejor que puedes hacer es abrirte a ella y abarcar todos los estilos que puedas. Cada uno de nosotros tiene millones de influencias distintas.
-¿Próximos proyectos? ¿Para cuándo nuevo disco?
-Estamos ahí, trabajando. No puedo decir más. Tenemos intención de hacer bolos hasta septiembre y octubre. Esperemos que no se caiga ningún concierto, que podamos volver a la situación de antes.
Las entradas estarán a la venta el próximo jueves 10 de noviembre a partir de las 12h
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