VALÈNCIA. Aunque ha sido un último año y medio convulso debido a la pandemia de la covid-19, María Emilia Adán se siente agradecida y orgullosa de ser la presidenta del Consejo Social de la Universitat de València. Ella misma reconoce que es «por estar rodeada de un gran equipo, empezando por los presidentes de las tres comisiones (Silvino Navarro, Fernando Gil y José Miguel Rosell), y siguiendo con el secretario del Consejo, Vicente Boquera, y todos los vocales del órgano, porque se vuelcan y se implican en cada proyecto. Es un lujo».
En este momento, el Consejo Social está centrado en la 25 edición de sus premios, cuyo plazo de presentación candidaturas está abierto hasta el próximo 8 de octubre. Con estos premios quieren poner el acento en la innovación, la tecnología y el humanismo. «Una apuesta que nos devuelve a los orígenes de la Universitat de València», afirma María Emilia Adán.
– Habla de una vuelta a los orígenes, ¿en qué sentido?
– Nuestra Universitat es una de las más antiguas que existen, lo que demuestra que los valencianos siempre han estado preocupados por trascender a la vida cotidiana y buscar porqués para seguir avanzando. Además, la Universitat de València tiene como uno de sus referentes históricos, y así podemos comprobarlo en el claustro de La Nave, a Luis Vives, el gran humanista valenciano que avanzó ideas innovadoras en múltiples campos del saber. Por ello, al unir en esta edición de los premios humanismo, tecnología e innovación, no hacemos más que recordar de dónde venimos para sentar las bases de futuro.
– ¿Qué aportan estos premios a la misión del Consejo Social?
– Estos galardones reconocen las mejores prácticas de colaboración universidad-sociedad, tanto a miembros de la comunidad universitaria como a empresas, agentes sociales e instituciones del entorno. En las 24 ediciones anteriores el Consejo Social ha premiado a más de un centenar de personas, entidades, empresas y organizaciones que han destacado especialmente por su trabajo para aproximar la Universitat de València a su entorno cultural, profesional, económico y social.
Y es que una de las misiones del Consejo Social es contribuir a que las relaciones entre la Universitat y este entorno avancen y se hagan cada día más fuertes. El Consejo Social es una correa de transmisión entre los ciudadanos y su universidad, que tiene que ser bidireccional, para que ambos se enriquezcan mutuamente. Y esto es lo que aportan estos premios en todas sus modalidades (Excelencia Docente, Innovación, Colaboración Universidad-Sociedad y Humanismo Digital). Además, ponemos en valor el talento y creamos referentes para los alumnos con el premio “Alumni Plus”, donde reconocemos a egresados de la Universitat que han llegado a la excelencia profesional, académica o empresarial, con una trayectoria de prestigio que demuestre una aportación ejemplar y especialmente relevante al progreso de la sociedad.
– Además los premios ayudan a visibilizar el papel del Consejo Social.
– Por supuesto. Los premios pretenden decir: aquí estamos, somos conscientes de la crisis, queremos ser parte de la solución y juntos avanzar. Cada uno de los premios son como los cristales que componen un mosaico. El día del acto de entrega tendremos esa visión conjunta y tendremos identificados todos los elementos que creemos que han de formar parte de la solución. A ello se une que los premios constituyen un desafío muy interesante y simbólico, porque con ellos sembramos en la sociedad nuevos modos de ver y apreciar su Universidad.
– Sin embargo, el papel del Consejo Social es desconocido por la sociedad valenciana.
– Eso es cierto. Es más, no solo es desconocido por la sociedad valenciana sino también por la propia comunidad universitaria. Por ello es fundamental explicar lo que hacemos, cómo funciona el Consejo Social y para qué sirve. Solo así será valorado.
El Consejo Social es el órgano de participación de la sociedad en la Universidad. Está compuesto por representantes de los trabajadores, empresarios, profesionales, tercer sector… personas muy valiosas y comprometidas con esta labor y con devolver tanto a la universidad como a la sociedad lo que ellas les han aportado.
Te puedo poner un ejemplo, la Fundación Universidad Empresa, ADEIT. Somos el único Consejo Social que tiene una institución tan potente como es ADEIT para la gestión de las prácticas de nuestros estudiantes, en formación de egresados y en formación continua. ADEIT es un lugar de encuentro privilegiado para formar a una masa crítica de personas cualificadas al servicio de la sociedad.
– Ha mencionado de que estamos en un momento de crisis, ¿qué soluciones está planteando el Consejo Social?
– Así es. Hay una cosa que tenemos clara: no podemos seguir haciendo lo mismo y de la misma forma. Estamos en un momento de profundos cambios que hacen que los métodos del pasado no sean los más adecuados o efectivos. Para ello las tres comisiones que conforman el Consejo trabajan con denuedo para buscar alternativas, para que la Universidad no pierda el paso a la sociedad, la perspectiva, y acometa los cambios que necesitamos como sociedad.
La comisión académica, presidida por Fernando Gil, trabaja en acercar las titulaciones a las demandas sociales. Por su parte, la comisión de Relaciones con la Sociedad, que preside José Miguel Rosell, ha generado esta nueva perspectiva de los premios. Y la comisión económica, al frente de la cual está Silvino Navarro, busca que se orienten y se optimicen los recursos que mantienen la calidad de la Institución.
La Universidad no puede ser una mera generadora de titulados, sino un instrumento para aportar valor a la sociedad.