VALÈNCIA (EFE). Un total de 207 camiones permanecen bloqueados (embolsados) en la autovía A-23 y la carretera N-232, ambas en la provincia de Castellón, mientras que ya no queda ninguna en la autovía A-3 en la provincia de Valencia como consecuencia del paso de la borrasca Filomena por la Comunitat Valenciana, según datos facilitados por la Delegación del Gobierno.
De los 175 camiones embolsados, 175 se encuentran en la autovía A-23 en el polígono industrial La Esperanza de Segorbe, 30 en el polígono La Olivera de Altura en la misma autovía y los otros dos en la carretera N-232 en el término de Morella.
A las 7:00 horas, el Subsector de Tráfico de Valencia, tras requerir información al Subsector de Cuenca sobre estado de sus carreteras y capacidad de embolsamiento, informa de que se pueden iniciar los convoyes en dirección Madrid.
Los dos camiones embolsados en la carretera N-232 en el término municipal de Morella están atendidos y disponen de víveres, líquidos y estación de servicio (gasolinera) en la misma población de Morella.
En la autovía A-23, los camiones embolsados en Segorbe y Altura disponen de víveres y líquidos y han sido atendidos en varias ocasiones por Cruz Roja y Guardia Civil durante la noche. Además, existe abierto un restaurante y disponen de aseos y sanitarios públicos. El porcentaje de ocupación del espacio disponible para el estacionamiento de vehículos pesados en estas zonas es de alrededor del 80 %.
La Delegación hace especial hincapié en evitar desplazamientos temerarios, pues desde primera hora de esta mañana se están cortando carreteras en Alicante y Castellón para evitar la llegada masiva de turistas.
En Alicante, se ha cerrado la CV-800, PK. 18 (Xixona) y 35 (Ibi), porque está empezando a nevar y se pretende evitar el colapso de la vía por afluencia de vehículos hacia el puerto de la Carrasqueta. También se ha solicitado el corte de la salida 453 de la A-7, sentido CV-800, mientras que la Policía Nacional sigue vigilando los accesos a Alcoy, ciudad confinada desde el pasado 7 de enero.
Unas 100 patrullas de la Guardia Civil con 230 agentes han estado operativas durante las últimas 24 horas -33 en la última noche- para atender a la ciudadanía de los municipios de la Comunitat Valenciana afectados por el temporal Filomena, fundamentalmente en las comarcas de Castellón.
Entre operarios, vigilantes, personal de información, de coordinación y los mandos hay unas 150 personas de la demarcación de carreteras trabajando en la Comunitat Valenciana por la intensidad del temporal y para dejar expeditas las carreteras.
En Alicante, se están realizando tratamientos preventivos para evitar la formación de placas de hielo. En Castellón, los principales problemas se dan en la N-232 en el entorno de Morella, y en la A-23 en la subida a Barracas. En esta zona están trabajando tanto máquinas de empuje como equipos preventivos.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha establecido la alerta máxima, nivel rojo, en la provincia de Castellón por nevadas que pueden alcanzar 20 centímetros en 24 horas, y en esa misma provincia la alerta amarilla por lluvias de hasta 20 litros por metro cuadrado en un hora y vientos de hasta 70 kilómetros por hora, mientras que en el interior de la provincia de Valencia también hay nivel amarillo por temperaturas que pueden llegar a los cuatro grados bajo cero.
La alerta nivel rojo por nevadas afecta al interior norte y sur de la provincia de Castellón estará vigente hasta las 24 horas de este domingo, con cota por encima de los 600 metros con una probabilidad den entre el 40 y el 70 por cien.
La alerta nivel amarillo por lluvias y viento afecta al litoral norte y sur de Castellón, donde se pueden acumular 20 litros por metro cuadrado y rachas de viento del nordeste de hasta 70 kilómetros por hora, con una probabilidad de entre el 40 y el 70 por cien.
El interior sur de la provincia de Valencia se encuentra en alerta amarilla por temperturas mínimas que pueden llegar a los 4 grados bajo cero, mientras que el litoral de las tres provincias de la Comunitat están en nivel amarillo por fenómenos costeros producidos por vientos del nordeste con fuerza siete que podrán originar mar de fondo y olas de tres a cuatro metros.