Las noches prohibidas de la angula

En casa nunca hubo fervor hacia el pescado. La culpa, en cierta parte, la tuvo mi madre, estaba al mando de los fogones. De la despensa. Todo lo relacionado con la alimentación, ella, era la que controlaba las entradas y las salidas. Comíamos una vez a la semana merluza y algo más. Con el tiempo he vetado el pulpo. He de decir que a la brasa es más apetecible. Delicioso.

Hace unos días se aperturó la campaña de la angula ¡Qué mejor lugar que València para iniciarla! Al sur. En la Galia de pescadores de El Perellonet. En concreto fue el día 1 de diciembre, periodo de pesca que abarca hasta el mes marzo. Las expectativas no son halagüeñas tras los resultados de los últimos años. Habrá que esperar a lo que las corrientes decidan. El tiempo manda.

La Cofradía de Pescadores de angula de la playa de El Recatí es la más antigua de España. También es la más importante del litoral del Mediterráneo. Cuenta en su haber con 51 asociados de los cuales 28 pescarán esta temporada. Desde hace dos años con nuevo presidente Raúl Zorrilla, tras la jubilación de Ximo Requena. El dirigente pertenece a una estirpe numerosa que han vivido varias generaciones de la pesca.

Esta campaña las noches de la captura son lunes, miércoles y domingo. El resto de días son noches prohibidas, salvo los martes que en colaboración con la Conselleria se pesca para la repoblación. Está totalmente prohibido pescar sin la licencia pertinente. Las sanciones impuestas por el Seprona son altas, cuerpo de la Guardia Civil que protege la pesca furtiva.

Me contaba Ximo un veterano pescador que el primer día desapareció un monot, utensilio de pesca, en la Gola de El Puchol. La Cofradía controla ambas golas. También sus vecinos de El Perelló y Mareny mantienen la tradición de la pesca de la angula. Los precios de la angula son elevados, prefieren evitar hablar de ellos, que decida el mercado, el paladar y por supuesto el bolsillo.

Hace muchos años se vivía de la angula. En la actualidad por desgracia no. Hay mucha gente joven en el colectivo. Ainhoa fue la última en aterrizar y a la vez la primera mujer. Es una tradición de padre a hijos. Lo llevan en la sangre. El trabajo oculto de estos irreductibles no tiene precio. Mientras la ciudad duerme, ellos trabajan las noches gélidas y húmedas de la aguas del Mediterráneo. Les deseo que tengan suerte esta próxima temporada. El mar es incontrolable.