A veces tan solo hace falta un trozo de pan recién horneado y un gesto sencillo (untar la mantequilla) para volver a creer en la gastronomía
Supongo que suena irónico lo de plantar su 'Pan de maíz recién horneado y mantequilla' como plato más destacado de su menú DNA La Búsqueda: no lo es. Difícil que lo sea en una temporada —ésta— que quizá sea la consagración de un cocinero en un estado tan absolutamente apabullante. Pero ya ven. Y es que Quique ha fijado su punto de mira, su talento y su cocina, más que nunca, en su territorio; en una propuesta que sabe jugar con “la complicidad y la memoria de aquellos que han transmitido sabores, formas de cocinar y conservar alimentos”.
El pan recién horneado acompañado de mantequilla da salida al 5º acto, y sorprende por su sencillez y radical apuesta por el placer más hedonista y telúrico: untar mantequilla, el crujir del pan caliente y ese sabor que cala en la memoria y los huesos —se llama felicidad.