Hoy es 11 de octubre
El mes de noviembre se iniciaba con otro desplome del 'mundo crypto' con la caída del Exchange FTX, y de todo su grupo corporativo, cuya matriz llegó a estar valorada en 32 mil millones de dólares por los inversores. Hago uso del entrecomillado porque no me parece justo ni preciso englobar el sistema financiero descentralizado basado en la encriptación digital, en la actual crisis que está sufriendo un Exchange en concreto.
Un Exchange es una plataforma que permite el almacenamiento e intercambio de divisas digitales. Es una forma de centralizar en un tercero un activo descentralizado para su intercambio, por lo que no suelen ser utilizadas por los usuarios que comprenden y entienden el propósito real de un sistema financiero descentralizado que no ceda la responsabilidad de la gestión a intereses con riesgos no controlados, como en los que al parecer ha incurrido FTX. Un crypto activo es un archivo digital sujeto a una Organización Autónoma Descentralizada (DAO, de sus siglas en inglés Decentralized Autonomous Organization) que establece los criterios de autogobierno de dicho archivo digital. Una vez que este crypto activo ha sido enviado a un Exchange para su intercambio, bien por otro crypto activo o bien por dinero fiat, el activo deja de estar en poder del usuario para estarlo en el de esa plataforma.
El día 10 de noviembre, FTX anunciaba que congelaba el registro de nuevos clientes y la retirada de fondos de su plataforma de Exchange. Pese a los llamamientos y peticiones de ayuda que durante esa misma semana hizo su fundador a distintos activistas del mundo crypto, la compañía presentó, al día siguiente de este anuncio, una solicitud para comenzar los procedimientos de bancarrota de la filial estadounidense y poner al cargo de la gestión a un Administrador independiente.
"no es una crisis del sistema basado en el encriptación digital, sino una burbuja de un activo no regulado que ha explotado"
Me gustaría utilizar este artículo más que para tan solo detallar qué ha sucedido con este ambicioso proyecto financiero, para vincular lo sucedido en FTX con otras crisis pasadas y futuras que muestran que lo sucedido no es una crisis del sistema financiero descentralizado basado en el encriptación digital, sino una burbuja de un activo no regulado que ha explotado como en su momento sucedió con los tulipanes, y más recientemente con los sellos o nuestro Sistema de Seguridad Social (SS), por poner dos ejemplos que todos seguramente conoceremos.
Empecemos por el principio, FTX es una empresa con sede en Bahamas que se dedica a facilitar el intercambio de crypto activos digitales mediante una plataforma online. La gente introducía dinero o divisas digitales en la plataforma para comprar o intercambiar activos digitales entre los que se encontraba el propio crypto activo de FTX, FTT. Un crypto activo no es más que un archivo digital que se puede almacenar en soportes electrónicos, ya sean propios del mismo usuario en las conocidas como carteras digitales, que no es más que un disco duro con una seguridad reforzada, o cedidos por un tercero como en caso de los Exchanges.
Hasta aquí puede parecer que existe cierta novedad en todo este asunto al incluir términos en inglés y abreviaturas cool, pero estamos ante un caso muy similar a lo que fue en su momento Forum Filatélico o lo que pasará cuando termine de colapsar nuestro Sistema público de Pensiones. Ante la incapacidad de generar suficientes rendimientos financieros de sistemas financieros muy intervenidos por los Estados y Bancos Centrales, los usuarios que buscan rendimientos financieros más altos son atraídos, o forzados en el caso de la Seguridad Social en España, por este tipo de activos no regulados (o cuya regulación depende de la política en el caso de la SS) que algunos aprovechan para la creación de estructuras piramidales que su crecimiento y liquidez dependen exclusivamente de la entrada de nuevos clientes y la no salida de los que ya entraron (o al menos que el flujo de la primera sea siempre mayor al flujo de la segunda).
La utilidad de los crypto activos aún está por determinar y se espera que sea un avance tecnológico que afecte a todas las industrias, pero a día de hoy la principal utilidad de la inmensa mayoría de crypto activos es la mera especulación, la misma utilidad que en su momento tuvieron los sellos en su momento. De los orígenes y justificaciones de un sistema financiero descentralizado e independiente de Estados y de Bancos Centrales vale la pena hablar en otro artículo pero en este me gustaría detallar los motivos del crash de FTX, que son exactamente los mismos de cualquier estructura piramidal como lo es nuestro Sistema público de Pensiones. FTX no tiene el monopolio de la fuerza ni poder coercitivo que sí tiene el Estado para impedir que la gente deje de ingresar y saque su dinero; esa es técnicamente la única diferencia.
"omitir la dependencia de la compañía a través de sus subsidiarias hizo que el mercado dejara de confiar en el proyecto y forzara su bancarrota"
El motivo de la debacle fue la difusión de una supuesta información que demostraba que el valor del crypto activo de FTX, el FTT, estaba hiperinflado por la actividad de las empresas subsidiarias de FTX que, al no tener necesidad de exponer su balance, era desconocido por el gran público. De esta información y su no desmentido por parte de nadie de FTX se hizo eco todo el mundo crypto y grandes inversores tanto de la plataforma como del crypto activo empezaron a deshacer sus posiciones y a bajar el valor del crypto activo desde los más de 20 euros que cotizaba antes del anuncio de la información, a los poco más de 1 euro que cotiza actualmente. Esta variación en el precio del activo que mantenía toda la estructura de coste y endeudamiento de FTX hizo que la compañía entrara en quiebra financiera.
Pese a los esfuerzos de todo el equipo de FTX y su gran comunidad, el haber omitido esta dependencia de la compañía a través de sus subsidiarias hizo que el mercado dejara de confiar en el proyecto y forzara su bancarrota. Todo activo, digital o no, que siguiera en poder de FTX en el momento de la quiebra ha dejado de pertenecer a su dueño, la persona que lo aportó, lo que muestra lo poco de descentralización que tienen este tipo de proyectos que utilizan la expectación de la gente para convencerles de darles su dinero. Si FTX hubiese tenido alguna capacidad o poder efectivo para impedir que los miembros de su plataforma retirasen el dinero aportado o para que no dejasen de entrar nuevo aportadores al sistema, no hubiese quebrado y no se llamaría Exchange crypto, sino que se llamaría Seguridad Social española.
Algo muy similar al hecho de que se difundiera esa noticia sobre la solvencia de FTX es el hecho de que el Sistema público de Pensiones en España está basado en el reparto, algo típico de países en vías de desarrollo como lo que era España cuando se nos impuso este sistema, y que desde hace más de 40 años es considerado un país desarrollado que tendría que haber transitado hacia sistemas mixtos o de capitalización. Esto es una evidencia que reconoce el propio sistema y por ello se formó en su momento lo que sigue llamando el Pacto de Toledo, que sería lo equivalente a las excusas y parches que ofreció FTX que no arreglaban el fondo del problema: la falta de solvencia a largo plazo, FTX por la no utilidad de FTT ni el valor percibido por el Exchange, y la Seguridad Social por la inversión de la pirámide poblacional y las mejoras de las condiciones de vida.
Los cotizantes en España, pese a disponer de menos libertades que los usuarios de FTX para salirse de ella hasta la bancarrota (cosa que por cierto también sabían cuando metieron su dinero), llevan tiempo teniendo que acudir a planes de pensiones privados y otros recursos para poder garantizarse una jubilación digna. El número de autónomos también ha aumentado considerablemente al desestacionalizar los datos y comparar esta crisis con la última. Sin embargo, el Gobierno se ha inventado nuevas formas de extracción coercitiva también para este tipo de rentas. Si FTX hubiera tenido semejante poder y monopolio de la violencia en sus manos aún viviría. La Seguridad Social no es un activo financiero, tampoco los crypto activos o los sellos, pero la comparación de ambas situaciones se ha dramatizado para evidenciar la similitud entre falta de seguridad jurídica de los crypto activos y de todo aquello que sustituye la responsabilidad individual.