VALÈNCIA. Hace ya más de dos semanas que la construcción retomaba su actividad, pero a medio gas. Uno de sus sectores más importantes como son rehabilitaciones y reformas seguían sin poder retomar el trabajo en edificios habitados, lo que obliga a muchas compañías a permanecer cerradas. Una situación que esperaban que se corrigiera con el Plan para la transición hacia una nueva normalidad anunciado este pasado martes por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Pero el veto sigue. En ninguna de las cuatro fases que recoge el documento se hace mención a cuándo podrán retomar la actividad las empresas dedicadas a estos trabajos que esperan con ansias volver a abrir. Muchas ya están sufriendo los estragos de esta crisis y temen no poder volver a levantar la persiana.
La prohibición de las obras de intervención en edificios en los que haya personas ajenas a la construcción ya sentó como un jarro de agua fría en la construcción que no entendía cómo se dejaba parado un sector tan importante y del que dependen miles de pequeñas y medianas empresas dedicadas a la rehabilitación. "Nos extraña que puedan entrar en los patios de las fincas repartidores de Amazon y de pizzas y, en cambio, los albañiles no. Quizás tienen algún virus especial", ironizaba entonces el presidente de la Federación Valenciana de Empresarios de la Construcción (Fevec), Francisco Zamora.
Pero ahora, el temor se acrecienta al quedar en el aire muchos negocios que todavía no pueden salir del letargo forzoso. "Nos ha sorprendido que no nos dediquen ni una línea. Esperábamos que se nos hubiera aclarado cuándo podemos reactivar la actividad", señala Zamora, que precisa que mientras tanto seguirán parados para no incurrir en inseguridad. No obstante, advierte de que deben reanudarse cuanto antes este tipo de obras acometidas principalmente por pymes y autónomos que ya están teniendo importantes dificultades económicas para salir hacía delante.
"Las empresas están preparadas. Hemos hecho acopio de materiales y creemos que podemos uno de los sectores que puede potenciar la recuperación de la economía en España porque generamos mano de obra", resalta el empresario para quien con medidas de seguridad y protección se puede volver al trabajo como ya lo han hecho las obras a cielo abierto.
También desde la Asociación Valenciana de Empresarios de Maquinaria, Construcción y Obras Publicas (Avemcop) alzan la voz. Su presidente, Felipe Ferrer muestra su preocupación por la situación de un sector que supone el 50% del tejido de la construcción en la Comunitat Valenciana. Y es que advierte de que actualmente sólo está trabajando el 10% de las constructoras dedicadas a las reformas y rehabilitaciones, aquellas con obras en inmuebles vacíos. "Muchas empresas lo están pasando muy mal. Estamos muy sorprendidos de que no se nos haga ninguna mención. Somos los grandes olvidados de Sánchez", lamenta Ferrer.
Y es que considera que de igual forma que se han reanudado otros sectores, la construcción debería estar también al 100%. "Si estamos confinados, los albañiles pueden entrar en el piso de al lado a trabajar porque no van a salir. Entran a trabajar, comen allí y salen cuando terminen. No tiene sentido estar parados", argumenta. "Los niños pueden salir a pasear, ahora se habla de poder hacer deporte y los que tenemos que trabajar y pagar impuestos ni se nos menciona. Muchos asociado ya nos dicen que no tienen dinero para pagar la Seguridad Social", lamenta.
Al problema del parón de la actividad, se suma el retraso de las ayudas. "No llegan, se retrasan y así no podemos funcionar. Incluso, denuncia que por parte del IVF ni siquiera están llegando porque necesitan del aval de la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) que rechaza estudiar sus peticiones. "Desde el IVF nos dicen que la construcción sí podemos acceder a las ayudas, pero cuando vamos a la SGR a pedir el aval directamente ni estudian nuestro caso porque estamos vetados. Desde la crisis de 2008 no nos hemos quitado el San Benito", critica.
Una estigmatización que Ferrer critica porque recuerda que los constructores no son "las cuatro grandes empresas de promoción inmobiliaria que cotizan en el Ibex-35". Si la actividad no vuelve y no les llega el crédito, muchas compañías se quedarán por el camino. "Necesitamos las ayudas. Muchas empresas de construcción si no están ya muertas, morirán pronto", advierte.