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Refugio financiero: proyectos culturales que viven gracias al crowdfunding

10/02/2016 - 

VALENCIA. No son pocos los discursos apocalípticos en torno a la sostenibilidad económica de la industria cultural, esa que, dicen, siempre está en crisis. La realidad de los últimos años, eso sí, refleja una merma de la inversión pública que, por ejemplo, en el Ayuntamiento de Valencia ha supuesto una caída del 86 por ciento. Tampoco el gasto de particulares se salva del bajón, aunque es gracias a la fidelidad del público -mucho o poco- que diversos proyectos de ámbito cultural están tanteando la fórmula del crowdfunding, financiación colectiva a través de pequeñas aportaciones, para hacer realidad su proyecto al margen de las grandes empresas.

La contracultura, sin embargo, está bien organizada. No son pocas las plataformas digitales que canalizan estas ayudas, páginas web que, como la popular Verkami, ofrece una alternativa a los modelos tradicionales de financiación enfocados a proyectos creativos. El perfil es amplio y la oportunidad infinita. Frente a la inabarcable red, no sólo profesionales, también amateurs se lanzan sin red a recabar ayuda para poner en marcha proyectos que acaban de salir del cascarón. Este es el caso del grupo de música valenciano ‘El pez volador’, que acaba de lanzar una campaña para pagar la producción de su primer videoclip.    

Filón para la edición a pequeña escala

"No es barato hacer un buen proyecto audiovisual y no son muchas las empresas que apuestan por nuevas bandas. Además tiene el punto de que, cuando un grupo está empezando, también es una manera de dar a conocer el proyecto”, explica Verónica González, de producciones Búho. "No han sido pocas las veces que hemos hecho un guión y, al final, por no tener presupuesto, no hemos podido grabar", añade la productora que, de igual manera, indica que el donativo es una "intención", pues nunca se llega a efectuar el cobro en caso de que no se llegue al objetivo marcado en un primer momento. Si a los 40 días no alcanzas el tope, c'est fini.

Foto: Vips70, el libro de Crearqció.

Unos que vienen, otros que van. Dos de los éxitos recientes derivados de este tipo de campañas vienen del mundo editorial. El primero de ellos, la publicación del libro Vips70_vivendes amb caràcter a la València dels anys 70, una obra coordinada por el colectivo Crearqció y el arquitecto David Estal que, tras sumar 2.787 euros -500 más de los que marcaba su objetivo inicial-, han logrado transformar lo que un día fue una exposición efímera en un tomo físico.

"Teníamos la necesidad de financiar el proyecto antes de lanzarlo, porque la imprenta nos pedía el pago por adelantado y no disponíamos de la cantidad. Además, esto nos ayudaba a tantear la venta, de hecho, se acabó convirtiendo en una venta anticipada del libro", explica Julia Gomar, miembro de Crearqció, que, además, destaca como hecho positivo que el crowdfunding haya supuesto la eliminación de intermediarios. De los 200 libros previstos finalmente fueron alrededor de 300 los impresos, cuyos últimos ejemplares se encuentran en la biblioteca del IVAM.  

Foto: revista Bostezo.

Vips70 ha corrido la misma suerte que otra publicación, Bostezo. La revista cultural valenciana inicia su segunda etapa con más de 5.000 euros en el bolsillo donados por aproximadamente 200 mecenas, también más de los que en un primer momento se habían marcado como objetivo (4.400 euros). Esta nueva etapa, tras diez tomos publicados, llegará con más de una novedad, entre ellas el cambio de formato y el rediseño de sus páginas.

Pero la colaboración creador-mecenas va un paso más allá en este caso. Mientras que la mayoría de impulsores de iniciativas se rebanan los sesos para ofrecer interesantes recompensas, que dependen del volumen de la aportación, en el caso de la revista han dado un paso más allá incluyendo al mecenas en parte del producto. De esta forma, serán ellos los que elijan la temática del número especial doble con el que darán el pistoletazo de salida a su nueva etapa. 

Mecenas de Bunyol d'Or 

También el sector fallero se apunta al micromecenazgo. Un ejemplo de ello es la comisión Borrull-Socors, que este año plantará su falla, 100iments SOStenibles, gracias a los 7.000 euros recaudados en Verkami. "Nos lanzamos a la búsqueda de mecenas en internet porque el proyecto valiente e innovador por el que apostamos este año necesita de apuestas valientes e innovadoras", explica el presidente de la falla, Sebas Marín. 

Entre las recompensas, láminas exclusivas de Paco Roca y Ortifus -que todavía se pueden adquirir-, una campaña con un objetivo: plantar una falla hecha por los propios miembros de la comisión y con la madera como único material. Algo nuevo y algo viejo. “Somos de los más antiguos en Valencia haciendo fallas y haciendo barrio y casi los primeros en abrir una cuenta en Twitter en el mundo fallero, así que sin abandonar esa dinámica, queremos seguir sumando anécdotas e iniciativas interesantes de la mano de mecenas con ganas de disfrutar de la diferencia”, añade Marín.

Foto: convento de San Guillermo.

Con las Fallas a punto de convertirse en Patrimonio de la Humanidad por la Unesco es precisamente los bienes históricos de la Comunitat que han encontrado más de un pequeño mecenas. Así pues, los muros del antiguo convento de San Guillermo (Castielfabib) han logrado resistir al paso del tiempo con la campaña 'Apadrina un sillar', gracias a la cual actualmente se están llevando a cabo las obras necesarias para estabilizar la estructura, una iniciativa impulsada por la Asociación cultural Castielfabib, proyecto que ha contado con la colaboración del ayuntamiento de la localidad y con la ayuda técnica de las empresas ARAE Patrimonio y Restauración y CAVEA Patrimonio Cultural. 

A punto de caramelo

Por supuesto, la industria -o contraindustria- musical es uno de los sectores que más se ha refugiado en el micromecenazgo para lograr aquello que hoy en día parece imposible: publicar álbumes. Dos iniciativas valencianas están a punto de caramelo, rozando la cuarentena impuesta por la plataforma de crowdfunding y a punto de conseguir su objetivo presupuestario. 

El primero de ellos, la publicación del tercer volumen de Hits With Tits, un proyecto sonográfico que da visibilidad a la mujer en el ámbito musical, del cómic y de la ilustración, "sin excluir pero con las ideas claras". Por el momento lleva más de 2.600 euros recaudados de los 3.000 euros necesarios, a diez días de que acabe el plazo. 

También el grupo Modelo de Respuesta Polar se ha dejado querer por la plataforma y poco le falta para alcanzar la cifra mágica de 8.000 euros, que destinarán a la grabación, producción y fabricación de su nuevo disco. "Hacemos crowdfunding porque necesitamos tomar las riendas y porque desde hace meses, sentimos que no estamos solos en todo esto", indican. Solos no estarán, pues el cuarteto valenciano ofrecerá un concierto exclusivo para los mecenas que más hayan aportado a la causa. 


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